mariposa blanca.

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– No tengo más tiempo para hablar.

Me giré lentamente hacía el rubio que se encontraba a mí lado. Tenía la vista fijada hacia el frente, admirando las calmadas olas del mar. El sol se escondía detrás de éste, regalándonos una hermosa vista de colores cálidos.

– Me quiero ir de aquí, Jungkook.

En los dos largos meses que llevamos hablando, me llamó por mí nombre solo dos veces; cuando recién nos conocimos y cuando lo hice enojar por meterme con su estatura. Creo que me debería de preocupar, creo no, debo.

– Tengo que vivir lo que queda y saber si de verdad vale la pena. – Continuó. –Tal vez mañana tenga otra vida, Kook.–Cerró los ojos al sentir el suave viento acariciar su blanquecino rostro.– Llévame a la playa, Jungkook o cualquier otro puesto en donde las palabras no sean necesarias.

Lo llevaría, maldita sea, sí que lo haría.
¿El hospital me va a dejar sacar un paciente que lleva aquí toda su vida?, obviamente la respuesta es un rotundo no.

– Sé que no puedo salir, pero tengo qué. ¿Se supone que tenga que pasar toda mí vida aquí encerrado?– Respondió como si pudiera leer mi mente. Aún con los ojos cerrados levantó levemente su cabeza y los abrió sonriendo débilmente. –Pude sentir la arena sobre mis pies el día en que me hablaste sobre tu picnic en la playa con tu familia. Pensarás que estoy loco, lo sé, pero basta solo cerrar los ojos e imaginarte allí, en aquella situación y en ese preciso instante, para comenzar a sentir todo. Puedes sentir también los sentimientos de los demás sí así deseas.

Se giró hacia mí e hizo inconscientemente un pequeño puchero.

– No me mires así, recuerda que llevo la mayor parte de mí vida en este hospital y solo me queda usar la imaginación– Touché.

– Minnie. –Hablé por primera vez.– Sabes que te llevaría hacia donde quieras, me iría hasta el fin del mundo solo contigo...

– Pero no es posible. – Finalizó por mí con una mirada triste.

Me duele mirarle así, no puedo seguir con esto.

Quiero darle más de lo que puedo.
Hacerle sentir más de lo que siente.

– Te voy a llevar, Jimin. –Abrió los ojos sorprendido sin poder creer lo que salía de mi boca y la verdad es que yo tampoco, pero no miento.– Te llevaré a a quel lugar, muy pronto Jimin, más de lo que te imaginas.

El rubio me sonrió como respuesta, para luego abalanzarse sobre mí envolviendo sus brazos en mí cuello.

– Eres lo mejor que me ha pasado.

– Eres una mariposa, Jimin. Una linda y dulce mariposa blanca.

Farfalla bianca Kookmin ¡![ESPAÑOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora