una mariposa por cada lágrima.

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Capítulo largo¡!

Siempre he sido una persona que se basa sobre la ciencia sin importar qué o sobre el tema del cual estemos hablando.
¿Por qué?, no lo sé, tal vez porque ellos tienen pruebas concretas sobre aquello, lo cual por lógica me hace creerles ante cualquier cosa.
La ciencia dice que cuando te atrae alguien, esta peculiar atracción dura de a tres a cinco meses, pero si pasó todo aquel tiempo y aún sigues detrás de esa persona, ya te estás enamorando.

También hay fases según ellos.

1ª fase: la atracción sexual.

2ª fase: hipervaloración.

3ª fase: apropiación del otro.

4ª fase: reciprocidad en el enamoramiento.

5ª fase: final del enamoramiento.

Comencé por la segunda y me salté directamente hacía la cuarta.

Ví algunos post en algunas redes sociales donde hablan sobre el amor. Algunos decían que tardas un año, otros hablaban sobre el amor a primera vista y otros decían que siquiera existe un tiempo definido para enamorarte.

Nunca estuve tan de acuerdo con un post de instagram y tan en desacuerdo con algo basado en la ciencia.

No voy a mentir y ser cursi diciendo que me enamoré de él automáticamente le ví aquel día, porque no es así.
Me enamoré de aquella cara bonita y alma dulce a la segunda semana de habernos conocido. Cuando me contó de sus inseguridades y de sus sueños, o tal vez fue la vez en que lo escuché reír por casi todo un minuto, aunque también podría decir que fue aquella vez en que por primera vez me dijo Kookie.

¿Acaso es posible enamorarse más de una vez de la misma persona?, porque si no, no le encuentro lógica a todo aquello, y siendo sincero no me da la cabeza para pensarlo.

Hoy es un buen día, un perfecto y espléndido día.
El sol estaba fuera, radiante como siempre.
Conociendo más a fondo a Jimin aprendí a valorar y a admirar más nuestro hermoso sol.
Tomé el ramo de rosas blancas sintéticas entre mis manos y me dirije hacia mi próximo destino.
Estaba un poco nervioso.
Okey, tal vez mucho, pero es inevitable, hace mucho no le visitaba y había jurado hacerlo todos los días, ¡Hicimos una promesa de meñique!
¿Saben que pasa si no cumples una de esas promesas?, te tienes que cortar el dedo pequeño, o al menos la primera persona que rompió aquella promesa.

Respiré hondo y dejé que la inseguridad salga de mí cuerpo. No pienso arruinar las cosas, no hoy.
Me adentré hacia aquel lugar mirando por todos lados. Bien, no había nadie, y me alegro de eso, amo pasar tiempo a solas con mí Minnie.

Caminé unos cuantos metros más hasta llegar a mí destino.
Siento el frío subir por mi espalda haciendo que tiemble levemente.

– Sé que prometí venir todos los días a verte y que no he cumplido con ello adecuadamente, pero tengo mis excusas y son válidas, lo juro. – Llevé una mano a mí nunca nervioso. – Cómo sabes entré a la universidad recién y hay una señora que nos está dejando trabajos desde el primer día. Creo que nos odia.

Reí nervioso.

– Pero para que no te enojes, pequeño gruñón, ¡te traje esto! Son tus favoritas y son sintéticas, no quiero que pase cómo las últimas diez que te dí, estas van a durar mucho más, lo prometo.

Dejé delicadamente el ramo de flores encima del ataúd blanco y dirigí mí mirada hacia los demás ramos de flores que le había regalado tiempo atrás. Estaban todas marchitas y feas, pero seguían allí y es lo que cuenta. Una parte de él seguía con Jimin.

Farfalla bianca Kookmin ¡![ESPAÑOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora