5 parte

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De regreso a casa no hablaron mucho, Sara tenía miedo acabar con la tranquilidad en la que estaban después de la pelea.

Akane por su parte, iba pensando en como había logrado ese poder. ¿Acaso era ese su quirk? ¿Y en qué consistía realmente? No lo tenía muy claro. Mató a cinco personas sin tocarlas, desde luego era asombroso, nunca había visto algo así pero... ¿Por qué se manifestaría tan tarde? Ya tenía doce años era casi imposible, aún así, si descubrían que lo tenía los agentes volverían a por ella y no de manera agradable.

Al llegar se metió en su habitación cerrando la puerta e ignorando a su hermana. No le apetecia discutir sobre el tal Shigaraki o si había en verdad robado un banco. De todas formas no sabía que respuesta quería escuchar exactamente, así que simplemente lo dejo pasar.

Intentó activar su poder como antes, pero no ocurrió nada. No sabía cómo lo había hecho simplemente sintió una adrenalina impresionante mezclada con odio y rabia. Quizá era eso lo que despertaba su poder, o al menos eso dedujo.

Complemente cansada se tumbó en la cama, le sorprendía no tener una carga en la conciencia por haber matado a cinco personas. Estaba tranquila, como si se hubiese quitado un peso de encima.

A la mañana siguiente oía unos gritos en la planta baja. Era la voz de su hermana y otra más grave que no reconocía. Bajó las escalas alarmada de que intentasen hacerla daño. No tenía nada que perder más que a ella y esto le daba una seguridad y valentía impropias de una niña. Bajó corriendo y una vez abajo gritó el nombre de su hermana anunciando su llegada:

- Sara- una vez la localizó al lado de un nuevo sujeto lo empujó alejándolo de su hermana y pillandoles por sorpresa a ambos.

- Akane vete de aquí, no hagas las cosas más difíciles - dijo duramente pero con una expresión suave como si se lo pidiese de rodillas.

Sabía como era su hermana y sabía que no se iría hasta asegurarse que estaba bien, pero necesitaba intentarlo. No sabía si sería capaz de protegerla al cien por cien si la atacaban.

Akane miró al chico en frente de ella, otro tipo alto, como de la edad de su hermana, pero muy diferente al del otro día. Con una intensa mirada azul pero no tan aterradora como la de Shigaraki. El pelo negro y algo alborotado y una larga chaqueta con una camiseta blanca y pantalones negros. Visto eso todos dirían que es alguien físicamente normal. Pero no era así, tenía el cuerpo cosido y lleno de quemaduras. Lo que menos le gustó a Akane fue su sonrisa ladina mientras la observaba. Sabía que él se sentía superior a ella y lo notaba en su forma de mirarla como si fuese un pequeño gatito acechando a un león.

- Así que esta es la cría de la que Shigaraki habló, incluso me sentí un poco abrumado por su valentía - reía - parece que el gatito tiene garras

Dicho esto se acercó a la pequeña con paso firme mirándole desde arriba, perecia que iba a tocar su cabeza, cuando de repente en un rápido movimiento, Sara le agarró del cuello de la camiseta alejándola de ella cosa que tranquilizó a la pequeña, que no sabía cuento más iba a aguantar haciéndose la dura. Ese sujeto y Shigaraki eran los primeros que conseguían abrumarla un poco.

- ¿Que pretendes Dabi? Tus asuntos son conmigo así que no te atrevas a tocarla - dijo esto con un tono de advertencia

- Vamos Sara, tu sabías que no la iba a hacer daño, solo iba a tocar su cabeza parece que tenía lastimada esa zona. De todas formas no me puedo quedar a jugar y tú deberías venir a la guarida. Tenemos que terminar de planear el asalto a la UA - terminó de decir Dabi soltándose del agarre de su hermana

La mirada de Sara se oscureció mirando al suelo. Era obvio que no estaba de acuerdo con el plan. Dabi la miraba entre divertido y sorprendido.

- No me digas que te da pena atacar a tus antiguos amiguitos. Oh por favor Sara - exclamó estás palabras casi riendo - ¿Te apoyaron cuando supieron lo de tus padres? ¿Intentaron hacer algo por ayudarte? No seas ridícula y no te dejes llevar por recuerdos inútiles - podía notarse cierto desprecio en su voz - Nosotros te hemos dado lo necesario y más para vivir. Incluso estás ahorrando para que tú hermana no tenga que pasar lo mismo que tú por dinero. Lo quieras o no, nosotros somos los únicos " amigos " que te quedan ahora.

Mil Formas De Pedir Perdón ( BNH × OC) (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora