Mil Formas De Pedir Perdón ( BNH × OC) (Corrigiendo)

49 parte

Comenzó a correr por el bosque, sentía un nudo en la garganta y unas terribles ganas de llorar. Sentía que era tan injusto, siempre acababa siendo la mala de la película. Hiciese lo que hiciese no importaba. Siempre la mirarían con miedo y asco.

Paró en seco al ver una figura en frente suyo. Levantó la mirada, no estaba de humor para lidiar con otro sujeto, además había gastado su fuerza al luchar contra el anterior villano.

Era un hombre unos pocos años mayor que ella, de pelo negro y ojos azules lo más característico de su apariencia era como parecía tener la piel quemada y cosida. La miró sonriente, como si hubiese esperado ese momento:

- Llevo bastante tiempo buscándote, ahora no hay nadie si vienes con nosotros hora podremos ... - decía el chico acercándose a ella.

- Púdrete - comentó la chica para después empezar a correr.

No sabía quién era, pero podía imaginarlo. Tenía que reunirse rápido con los demás si no quería acabar muerta o secuestrada. El de pelo negro la seguía de cerca, hasta que al final logró alcanzarla. Pudo notar como la chica no tenía fuerzas para luchar por lo que no daría mucha pelea:

- A si que es verdad... Perdiste la memoria - el chico hablaba mientras la examinaba - necesitamos irnos rápido antes de que tus nuevos amiguitos te busquen... Deberías agradecer si lo hacen... Eres un peligro con forma de humano.

Akane odió este comentario, le hizo recordar el rechazo de sus compañeros y profesores. No tenía fuerzas, le daba igual, quizá era mejor si simplemente desaparecía. Se resignó y dejó de intentar soltar su agarre:

- Vaya... ¿Que pasa con esa expresión? No me digas que estas triste de que no te acepten... - reía el de pelo negro - deberías estar acostumbrada después de todo lo que has pasado. No te entienden, te tratarán como un espécimen Akane. No te ven como su igual. Te tienen miedo.

Esa última frase hacia eco en su cabeza, odiaba ver cómo ese sujeto se reía de ella pero no tenía fuerzas. Estaba destrozada y en el fondo sabía que tenía razón. No les culpaba, quizá ella también tuviese miedo de alguien con tanto poder.

Se sentía sola, no tenía un lugar al que volver o familia a la cual visitar. Sus amigos la tenían miedo y lo que más odiaba era no recordar nada. No recordar el porqué de tanto odio. No recordar a la mujer que aparecia en sus sueños y no poder hacer nada. Sentirse impotente y no saber a quién contárselo.

Comenzó a llorar, ya poco le importaba lo que el de ojos azules pensase de ella. Creyó que este se reiría de ella pero no fue así. Simplemente guardo silencio. Parecía que ya sabía la reacción que iba a tener, como si estuviese planeado. Miró una última vez a la chica y tiró de ella añadiendo un " Vamos ". Akane se disponía a seguirlo cuando algo apartó al chico de ella. Una cinta . La cinta de Aizawa.

Akane giró su cabeza sorprendida y rápidamente se escondió detrás de su profesor. No podía creerlo, había venido a rescatarla:

- No puedo creer que seas tan estúpida de dejarte afectar por lo que alguien que ni siquiera conoces te diga.

Hizo una pausa mientras observaba como el de ojos azules conseguía a duras penas volver a poner en pié:

- Nunca vuelvas a darte por vencida, hay muchos idiotas que esperan volver a verte... Te aseguro que no serían capaces de abandonarte - mantuvo su mirada fija en el villano - Quizá hayas perdido mucho, pero siempre tendrás un lugar al que ir si alguien te echa de menos. Te queremos con Nosotros Akane. Huye, te están esperando y no te preocupes, no soy fácil de matar.

Estas palabras tan sencillas y la vez tan emotivas hicieron que la chica volviese a llorar. Tenía razón. La daba igual que la tuviesen miedo. Tenía que proteger a sus compañeros, de todas formas fueron los primeros en aceptarla a pesar de todo.