2. Sonny Wright y el zorro Atsuyaka

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Hace mucho tiempo, en la lejana tierra de Esenios, en una región del Sur, vivían un joven llamado Sonny Wright y su madre. Vivían en una casa pequeña con cosas pequeñas, pero su felicidad era inmensa. Tenían un pequeño huerto y un cercado con varios animales.
Un día, la madre de Sonny cayó gravemente enferma, desde entonces, Sonny tuvo que hacerse cargo del huerto y los animales, pues no poseían el dinero necesario para pagarse un médico y su padre había salido de viaje en busca de nuevas tierras, hacía ya años.

-¡Eh! ¿No se parece un poco a Asuto? -interrumpió Anna al ver la ilustración que mostraba Gouenji.

Al contrario que la caligrafía, el dibujo era impecable.

-Sí, es cierto que se le parece un poco. ¿Seguimos?

Una tarde de otoño, ya anocheciendo, Sonny vio a sus vecinos de un pueblo cercano reunidos. Su madre le había dicho varias veces que no debía inmiscuirse en los asuntos de los adultos, pero no pudo evitar sentir curiosidad al respecto. 

-Lamento importunarlo, señor, pero, ¿cuál es la razón por la que están todos aquí reunidos?

-Oh, tú eres el hijo de Wright, ¿no? Sonny, si mal no recuerdo. 

El joven Sonny asintió.

-¿Puede decirme qué está pasando?

-Bueno... Verás, chaval, todos los años recogemos la cosecha de otoño y nos abastecemos para el invierno. Una parte de la cosecha va destinada a los animales, las plantas forrajeras, para alimentar al ganado. Pero este año ha hecho mucho frío, demasiado para ser otoño y los cultivos de han visto afectados.

-Ya veo, nosotros también hemos tenido una mala cosecha este año -dijo Sonny.

-Sería estupendo si solo se tratara de eso.

-¿Hay algo más?

-Todos los años sufrimos alguna pérdida en el ganado por culpa de Atsuyaka.

-¿Atsuyaka?

-¿No lo conoces? Es el zorro más escurridizo de Esenios. Ni siquiera nuestros mejores hombres han podido darle caza.

-Entiendo...

-Y no solo eso. Como iba diciendo, todos los años ese pilluelo se ceba con dos o tres de nuestros animales, alguna oveja enferma o algunas gallinas, probablemente se prepara para el invierno. Pero este año, con el frío que ha hecho se ha anticipado y se ya se ha llevado a dos ovejas. Lo peor de todo es que ni siquiera se las ha comido, las ha dejado ahí heridas para que mueran lentamente. Es un sanguinario.

-¿En serio? ¿Puedo ver?

-E-espera, jovencito, cosas así no deberían verlas los niños.

Sonny se apresuró y se coló entre la multitud. La impactante imagen que halló lo dejó sin habla.  Una pobre oveja yacía en el suelo, sobre un charco de un líquido rojizo. Tenía un gran zarpazo en el costado y se podía ver claramente el mordisco que le había propinado su agresor en el cuello. Un hombre estaba acercando una especie de arma de metal al animal agonizante cuando Sonny sintió que sus ojos eran tapados.

¡PIUM!

Sus ojos fueron descubiertos.

-Como dije -dijo el hombre jadeando-, estas cosas no deberían verlas los niños.

Esa noche, Sonny llegó a casa agotado.

-Mi dulce niño, ¿qué te ha pasado? -le preguntó su madre con dulzura.

-Mamá... La oveja, el zorro...

-Oh, mi vida. Deja que te cuente una pequeña historia, tu favorita.

Sonny asintió suavemente, su pobre madre se encontraba cada vez más débil y cada vez hacía más frío. Si no mejoraba para el invierno... Pero no podía negarse, no en ese momento, la necesitaba tanto.

-Pobre Sonny -sollozó Otani de forma dramática, claramente fingiendo.

-Si nos fijamos en la época en la que está ambientada -apuntó Kazemaru-, es de lo más normal. Aunque un poco extraño el desarrollo.

<<Más allá del río Ingoa existe un mundo que el hombre jamás ha visto: "El bosque solitario">>.

-De alguna forma -comentó Kazemaru-, ese nombre me resulta familiar.

<<Dicen que sus tierras están divididas en cuatro estaciones y que sus habitantes se ocupan de traerlas al mundo de los humanos a su debido tiempo>>

-Pero, si no son humanos, ¿qué son?

-Oh, mi querido Sonny, nadie lo sabe con certeza...

-Siempre dices eso...

<<Bueno, hace unos millones de años, hubo una época muy fría, más fría que el peor de los inviernos. Se la conocía como la "edad de hielo". Ese año no había habido una buena cosecha, y los humanos enfurecieron al saber que las ofrendas que habían hecho habían sido en vano. Se produjo una masacre, arrasaron con animales y plantas en busca del bosque. A pesar de lo mucho que buscaron, no encontraron nada, pero el daño había hecho enfadar a los habitantes del bosque, que no tardaron en lanzar una tormenta helada. La dicha duró meses, quizás años. Hombres, mujeres, niños, animales y plantas perecieron por igual hasta que, un día, un niño de la misma edad que tú se adentró en el bosque. No se sabía cómo, ni porqué, tal vez por ser niño, pero logró entrar en "El bosque solitario". Allí, se encontró a... ¡COF! ¡COF!>>

-¡Mamá!

-No pasa nada -trató de tranquilizarlo-, estoy... ¡COF!, bien.

-Creo que ya está bien por hoy...

-Mi dulce niño, creces tan rápido...

-Buenas noches, mamá -se despidió Sonny, dándole un beso a su madre en la frente.

-¿Crees que se pondrá mejor? -preguntó Anna.

-Ya lo veremos -dijo Gouenji con cansancio, le empezaban a molestar las interrupciones.

Sonny tenía un plan. La mañana siguiente antes del amanecer partiría en busca del bosque del cuento. Al fin y al cabo, todas las leyendas tenían algo de cierto, ¿verdad? No perdía nada por intentarlo. Poco antes del alba, se aseguró de dejar bastante comida para los animales, regar bien las plantas y prepararle el desayuno a su madre.

-De acuerdo -dijo con determinación-, estoy listo.


Sonny Wright y el zorro Atsuyaka [Inazuma Eleven Orion]Where stories live. Discover now