El mal.

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Chica callada y solitaria, bastante tímida pero tampoco es que añorase la compañía de nadie... parece la típica protagonista de un fanfic de "One Direction" y decir que ella es diferente a las demás, aunque suene a cliché, en este caso es cierto.

En apariencia solo era una niña gordita con corte hongo que le hacía la cara más redonda.

En su interior, en el interior de esa cosita achuchable que ella parecía por fuera, ella era muy "mala".

Le deseaba la muerte a tantas personas que los diez dedos de sus manos y los otros diez de sus pies no le alcanzaba.

Soñaba con castigar a todos los que alguna vez se metieron con ella, a los que se metían con ella, a los que hacían el mal... pero también le deseaba la muerte a muchas personas "inocentes".

Era tan retorcida que decía ver el mal creándose en las almas de los niños y expresaba sin reparos su profundo deseo de patearles la cabeza.

Un día, esta chica regordeta se despertó con un gran dolor de cabeza y de espalda, tan grande que sentía que la piel le estaba haciendo presión de adentro hacia afuera, en la espalda baja y en su cabeza. Un dolor insoportable.

La preocupación se divisó en los pobres padres, no solo después de oír las dolorosas quejas de su hija quien lloraba y gemía del dolor, si no que vieron en las zonas que ella señalaba en concreto un enrojecimiento muy preocupante.

Decidieron ir al médico lo más rápido que pudieran.

Llegaron al hospital más grande de la ciudad, a las emergencias de este y justo cuando consiguieron que un médico los atendiera la expresión de este fue aún más preocupante para los asustados padres.

De las zonas del dolor y el enrojecimiento ahora salían unas gotas de sangre, la carne se estaba abriendo y parecía que de adentro le salían una especie de apéndices duros.

El dolor era insoportable, ella pedía que la mataran a guirtos, los médicos la anestesiaron con un sedante con la potencia de sedar caballos para que de relajara.

Al cabo de no más de una hora, de la línea entre la frente y el pelo habíamos nacido dos cuernos, uno a la derecha y otro a la izquierda. No eran grandes, eran de unos cinco centímetros y parecían estar recubiertos (además de un poco de sangre) de una especie de cuero.

De la espalda baja, justo desde el final de la columna vertebral nació una cola, una flexible y larga, de unos noventa centímetros. Terminaba e una especie de punta de flecha bastante afilada y era fina, de un grosor de como dos centímetros. También estaba recubierto de este cuero negro muy duro.

Alrededor de la herida que provocó el crecimiento de estos nuevos apéndices se firmó una especie de costra que no era costra, una suerte de unión entre la carne humana y aquel cuero duro que parecía salido del infierno.

Ella salió en las noticias, nadie se lo creía, la estudiaban y no entendían el origen de tal hazaña.

Parecía un demonio, un demonio rechoncho y apretujable, pero un demonio.

Sus cuernos no se movían pero su cola sí. Hacía un movimiento que califariamos de gatuno, como una ola.

Pronto la obligaron a volver a clase, y como era de esperarse, todo el mundo la miraba.

Algunos con temor, otros con interés, otros incluso la halagaban pero ella solo pensaba en lo que podía hacer con esa cola tan puntiaguda y esos cuernos tan afilados.

Pasó el tiempo, unos tres años y ella hasta había cambiado de identidad y se había alejado del instituto.

Algunos pensaban que era por la fama que había desarrollado, otros que el mismísimo gobierno la había reclutado...

Lo cierto es que lla cambió su apariencia (adelgazó un poco aunque, seguía siendo rellenita, y se cortó el pelo hasta dejar casi calva su cabeza. No le quedaba mal el look) solo para poder cumplir su venganza.

Se dedicó, hasta que la pillaron después de unos muchos años y asesinatos, a torturar a muchas personas.

Torturó a todos los que se metían, a los que se metieron y a los niños que ya no eran niños en los que ella miraba "el mal".

Hasta se formó un culto al rededor de ella, con altares y bailes sagrados, rituales de sangre y otras cosas tenebrosas vistas como satánicas.

Mató a mucha gente y en su declaración lo admitió todo encantada. En su declaración lo justificó todo.

A la secta no la pillaron jamás, ella no decía nada de ellos y siempre que le pedían una explicación ella decía: "Solo el mal puede matar al mal, y yo soy el mal encarnecido."









Esta historias me gustó demasiado. Os digo que la canción que puse al principio, el "torture dance", (además de un temón) tiene que ver con la historia porque el nombre de la canción es "baile de la tortura", que tiene que ver con las torturas y los bailes del culto.

Os agradecería que le prestarías atención a las canciones del principio de todos los capítulos de todos mis libros, aunque no os gusten, por encontrar similitudes con lo que escribo.

Chao, os odio.

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⏰ Última actualización: Mar 31, 2020 ⏰

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