✩CAPITULO I✩

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Era un día como cualquiera, me esperaba en el parque observando el atardecer, ese lindo sol ocultándose de mis ojos dándole espacio a la llegada de la noche.

Era hora de volver a casa, en el camino no podría despegar la mirada hacia el cielo, Lo pude contemplar hasta entrar dentro de la oscuridad de mi cuarto.

Me acosté en la cama cogí la libreta y comencé a escribir poemas como de costumbre, el de ese día me inspiró en el atardecer que pude contemplar, Decía algo como:

Atardecer

"El cielo me cautiva con su resplandor

Con cada una de sus facetas esplendorosas

En especial cuando está en ese color

Hacen de mis noches las más hermosas "

No pude seguir escribiéndolo porque caí en el cansancio.

El día siguiente, me desperté con ansias de volver a ver ese fenómeno en la tarde. Aliste cada una de mis cosas junto a mi cámara y yo dirigiéndome hacia el parque, ubicado a solo cuatro cuadras de mi casa, eran las cinco de la tarde y el espectáculo comenzaba.

Una vez saque mí cámara no pude dejar de tomarle fotos a cada estrella que iba apareciendo.

Esta vez no quería irme, pero no tenía opción. Una vez en casa mire foto por foto y me hice una reflexión.

"Si esas estrellas pueden brillar desde tan lejos, tu puedes hacer lo mismo, brillar con cada una de tus capacidades y talentos alrededor del mundo".

Me puse un meta de esfuerzo en cada una de las cosas que hiciera, más aun que ya se acercaba el regreso a clases en el colegio.

Me puse un meta de esfuerzo en cada una de las cosas que hiciera, más aun que ya se acercaba el regreso a clases en el colegio

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