Perfect Life

Capitulo 11

[sábado; 11.14am]
Admito que el vuelo ha sido agotador, sólo por el hecho de tener que levantarme muy temprano para viajar, pero ya estoy aquí con mi madre ¡Al fin!

Vanessa: envíale saludos a tu madre :3 y dile que pronto iremos a verla amiga

Desde que conocí a las chicas mi madre las ha adoptado como sus propias hijas... a los cumpleaños los pasamos todos aquí por lo general, al igual que algunas fiestas si no es que nos turnamos en casa de sus padres.

Jessica: claro, yo le doy el mensaje tú no te preocupes. Que pases un lindo fin de semana amigui :3

Apenas respondí el mensaje escuché a mi madre regresar de la cocina con la bandeja del té, por lo que dejé el teléfono sobre la mesa y nos sentamos a conversar un poco las dos.

-dime querida ¿Qué sucedió con Félix?- yo la miré de pronto -creí que habías dicho que vendrían ambos-

-bueno... yo...- aclaré mi garganta -no es momento de hablar sobre eso-

Ella asintió en silencio. Si quiero contarle toda la verdad a mi madre -después de todo lo aprecia mucho a Félix y él no se lo merece- pero no es momento, es su cumpleaños y lo único que se merece es disfrutar que estamos juntas, y a propósito ¿Vendrán acaso mis hermanos? Yo espero que sí porque jamás han faltado a un día como éste. En eso tocaron a la puerta, mi madre se levantó para ir a abrir mientras que yo esperé en la sala pensando que se trataba de mis queridos hermanos ¿Y saben? De hecho no eran ellos, era una amiga de mamá quien venía a visitarla cada tanto ya que se había mudado hace poco a la ciudad.

-ella es mi hija, Jessica- me presentó cuando entraron a la sala -querida ella es Patricia, quizás no la recuerdes, pero solías jugar con su hijo cuando eras pequeña- contó

-pues no lo recuerdo, pero siendo así me alegra volver a verla- sonreí

-yo igual me alegro querida- sonrió ella -he hablado con mi hijo, él llegará por la tarde- dijo viendo a mamá

-¡Estupendo!- celebró ella -llega a tiempo para la celebración-

Por un buen rato estuvimos conversando, prácticamente poniendo al día a la señora Patricia sobre mi vida y lo que estaba haciendo. Cuando al fin llegaron mis hermanos comenzó la verdadera alegría: los niños comenzaron a correr por toda la casa, y mis hermanos preparaban las mesas en el jardín trasero para luego seguir con la limpieza de la parrilla mientras que yo conversaba con mis adoradas cuñadas sobre todo para ponernos al día -en especial del futuro sobrino que mi hermano Caleb me daría-.