S e c o n d.

545 102 26
                                    

Lunes, 6:45 PM.


—¡¿Q-qué hablas, inútil?! ¡Te juro que no es una maldita broma!—Dijo con temor en la voz dando un paso de retroceso y temblando sus manos portadoras del arma.

—Estoy seguro de que no... Pero yo tampoco hablo en broma—Sonrió de forma ladina, demostrando algo de arrogancia y comenzando a avanzar lentamente mientras le apuntaba.

—¡Quédate ahí! ¡Lo mataré!, ¡Lo mataré!—Había desesperación en sus palabras y con el miedo que su cuerpo recorría, no le quedó más que retroceder otro paso.

—Sabes, odio éstas mierdas, pero si te entregas, tal vez tengas una menor sentencia—Hizo una pausa con un suspiro—.Baja ésa arma, ¿qué no vez que has llegado muy lejos?

—¡Cállate! ¡Tú no lo entiendes!, ¡Ellos no lo entienden!, ¡Nadie lo entiende!

Y se escuchó un disparo.

Él rubio saltó hacia el criminal, cosa que logró hacerlo caer al suelo y provocarle un fuerte golpe en la cabeza que lo dejó aturdido. Aún así, éste seguía resistiéndose.

Katsuki sujetaba la punta del arma con fuerza, tratando de apartarla de su cuerpo, pero el hombre parecía ser más fuerte que él, tal vez por la diferencia de edad, y que éste parecía ir al gimnasio.

Él se arriesgó, actuó con imprudencia mientras estaba sobre el abdomen del tipo, y en un rápido movimiento soltó el arma y lo golpeó con el dorso de su mano justo debajo de la nariz, lo que le provocó un sangrado casi de inmediato, y con su otra mano, un puño directo a su mejilla.

Otro disparo sonoro y aturdidor.

¡Ahg! ¡Mier...!—Suprimió su potente grito y en cambio, lo remplazo con morderse fuertemente el labio inferior, al punto de provocar que sangre corriera de éste—¿No... Eras más... Capaz, eh?—Dijo en un susurro entre profundos y agitados jadeos, todos sus esfuerzos por recuperar el aire que le fué robado.

Se levantó del ahora inconsciente hombre y tomó el arma qué había dejado caer al desmayarse, sólo por prevención, la lanzó lejos de él, aunque sabía que le tomaría tiempo volver al mundo.

Pasó su mano hacia su brazo derecho, donde sintió un cálido líquido correr. Hizo presión en el lugar, cosa que le sacó un fuerte quejido.

—¡Vamos, señora! ¿Usted puede irse sola verdad?—Una voz amable y preocupada sonó a sus espaldas, mientras ayudaba a una mujer adulta a levantarse.

Mientras Katsuki se concentraba en inhabilitar al captor, nunca notó que uno de los rehenes, a quien en un principio iban a asesinar había logrado desatar sus manos y sacarse aquella bolsa que le cubría el rostro, y quien ahora estaba liberando a todos los demás.

—T-tranquilo, puedo irme, ya todo terminó, ¿v-verdad?—Dijo la voz femenina entre cortos sollozos y tartamudeos, apenas estaba pasando el susto.

—Afuera está la policía esperando, todo está bien—Dijo con calma y una leve sonrisa, buscando tranquilizarla.

La mujer asintió agradecida y salió lo más rápido posible del lugar, ahora hecho un desorden, y con una ventana rota gracias a una bala.

El joven de rubios cabellos se volteó, y logró divisar a un joven pelirrojo, no calculaba que tuviera más de su misma edad. Notó como éste corrió hacia él con notable preocupación y cuando estuvo frente a él trató de ver la herida, e incluso tocarla, así que inconscientemente retrocedió un poco.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 22, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

• SWAT • KiriBaku •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora