Capitulo 4

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Una noche en OurSkyy, sucedió lo que era de esperar: Off y Gun se encontraron en la barra, pidiendo una copa que sería la tercera para uno y la quinta para el otro.

– Hombre, cuánto tiempo – saludó Gun, acercándose algo ebrio pero con un perfecto control de sus movimientos y sus palabras.

– Vaya, no te has muerto – contestó Off, sonriendo con ironía.

– ¡Aún hay Gun para rato! – gritó al aire el menor, a lo que unos cuantos hombres que había cerca corearon.

Off torció el gesto, con asco; esos estúpidos le bailaban el agua al imbécil de Gun y besaban el suelo que pisaba, qué patéticos.

Decidió marcharse, pues ya le habían aguado la noche, dejó la copa sin beber sobre la barra y salió del local esquivando hombres y propuestas indecentes que no se le antojaban apetecibles esa noche, intentó recordar el lugar en el que había aparcado, el alcohol había dejado de afectarle hacía tiempo pero eso no significaba que no estuviera presente en su sangre.

– ¡Eh, Off! – ni se molestó en voltearse cuando escuchó la voz de Gun.

Echó a andar, rezando porque esa fuera la dirección en la que había dejado el coche.

El menor, quién había sufrido un momento de lucidez recordando lo que se había propuesto cuando New estaba ingresado, había decidido seguirlo fuera del local y, por eso mismo, se encontraba casi persiguiéndolo en plena calle, helándose de frío con aquella fina camisa de seda negra, al haber dejado el abrigo en el guardarropa.

– Espera, por favor – Gun llegó medio asfixiado, tratando de detenerlo.

– Lárgate, no tengo ganas de aguantarte – le espetó el otro, haciendo un brusco ademán para soltarse del agarre del menor.

– No te pongas así, escúchame un momento – imploró el ahora castaño oscuro, se había oscurecido dos tonos el cabello.

Veía la misión de conseguir el perdón de Off y posteriormente ayudarlo, como algo primordial en su vida en esos momentos de "controlada" ebriedad.

– Que me dejes – le advirtió el más alto.

– Ven a mi casa, por favor – suplicó Gun, olvidando su orgullo.

– ¿Estás loco? ¿Qué mierda te has metido? No es buena, han tenido que cortarla con algo – le espetó Off.

– Solo quiero que hablemos, por favor, hazlo por New – el menor trató de apelar a su vena más sensible.

– ¿Qué le va a importar a New que yo hable contigo? – pero el otro no parecía dejarse convencer.

– Sería agradable para Tay y New que tú y yo nos llevásemos bien, no tendrían que quedar siempre con nosotros por separado ni invitarnos a su casa alternativamente – expuso Gun, algo desesperado.

– Tú y yo no podemos llevarnos bien – Off quería hacerle comprender aquello.

– Claro que sí, hubo química entre nosotros – le recordó el de menor estatura.

– Una química bastante fugaz, si mal no recuerdo – se burló de sí mismo el otro.

– Tú... me gustas, ¿sabes? O me gustabas, aunque me caigas mal y seas un borde y un bruto – Gun se sonrojó hasta la raíz del cabello.

Off lo miró sin creerle del todo, hubo unos segundos tensos y expectantes pero, al final, el mayor aceptó la invitación dejando muy en claro que nada sucedería entre ellos.

Gun juró una y otra vez que solo quería hablar, discutieron porque el menor no quería que Off condujese en su estado, el otro le contestó que no estaba embarazado y que dejase de joder; Gun ganó ese asalto ya que paró un taxi que pasaba por allí y lo metió a empujones.

The Time Of My Life [OffGun&TayNew]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora