Terrible, follemos | Katsudeku [editando]

Gracias, Mina

El cuarto de Bakugou estaba iluminado solo por la tenue luz de la luna que se filtraba a través de las cortinas. Izuku y Katsuki estaban perdidos en un abrazo, besándose apasionadamente, sus cuerpos pegados uno al otro.

De repente, el sonido del teléfono de Bakugou interrumpió el momento, vibrando frenéticamente sobre la mesita de noche.

—¿Qué demonios...? —gruñó Katsuki, separándose de Izuku, su frustración evidente.

Izuku lo miró con un brillo travieso en los ojos. —¿Es un mensaje de Mina? —preguntó, sin poder evitar una sonrisa.

Katsuki se rió suavemente, sintiendo un alivio inesperado. —Sí, es ella... —suspiró, dejando escapar la tensión acumulada en sus hombros. Aunque había disfrutado cada segundo a solas con Izuku, la idea de ir más allá lo había dejado inquieto, especialmente porque no tenía condones a la mano y realmente no quería hacer el esfuerzo de salir a buscar unos.

Mientras el teléfono vibraba insistentemente, Katsuki se recostó contra la pared, una mueca de alivio en su rostro. —Gracias, Mina —musitó casi para sí mismo, una chispa de felicidad iluminando su mirada.

Izuku se acercó, abrazando a Bakugou desde un lado, acurrucándose más cerca.

—Quiere vernos a los dos mañana —respondió Katsuki, sonriendo mientras pasaba un brazo por los hombros de Izuku.

Con un suspiro contento, ambos se acomodaron en la cama. Cayeron en un suave silencio, felices de simplemente estar juntos. Mientras Izuku cerraba los ojos, Bakugou lo sostuvo más fuerte, disfrutando de la tranquilidad de ese momento, sabiendo que había tiempo para más.