Capítulo 2

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... Salimos del lugar de compras, y nos dirigíamos poco a poco al lugar en donde había quedado estacionado el auto de mi madre.

Yo no podía quitar de mi rostro esa sonrisa tan gratificante, y no podía sacar toda esa alegría de lo mas profundo de mi pequeño corazón. Mi madre se veía un poco cansada, porque a pesar de que no nos demoramos en el lugar de compras fue un poco difícil encontrar el vestido perfecto para mí; de la nada mi madre bella me mira a los ojos mientras extiende sus manos y me da un pequeño abrazo y me dice:

--Querida Hija, estoy un poco cansada, vamos y tomemos asiento en una heladería que está a media cuadra y nos comemos un rico helado de fresas, y descansamos un momento ¿Que te parece?

Mi madre sabía que el helado de fresas es mi helado preferido, le dije que sí y agregué: --¡Mami! Me parece Súper esa idea, hace mucho que no pruebo el delicioso sabor de un rico helado de fresas bien frío y con trozos de fruta encima-De inmediato se nos hizo agua la boca...

Íbamos de camino a la heladería mientras platicábamos de lo hermoso que era el vestido y lo difícil que fue conseguirlo, llegamos pronto y en seguida mi madre le habló a la mesera de aquél local.Era una mujer muy joven, creo que tenía como veinte años. Y mi madre le dijo:

-- Señorita, muy buena tarde, nos sirves por favor dos ricos helados de fresas-La chica respondió:

--Muy buenas tardes señora y señorita, ¡claro! Ya se los sirvo...

La joven nos trajo los dos deliciosos helados de fresas para nosotras, le dimos las gracias por su buena atención y disfrutamos de ese espectacular manjar...

Cuando me llevo la primer cucharada de helado a mi boca pude sentir una explosión de sabores, no se si era por la sed que tenía en ese momento, o tal vez lo que tenía ese helado, ¡Pero hasta puedo jurar que ha sido el helado mas delicioso que jamás en mi vida he probado! Sabía como a miles de átomos de deliciosas fresas, cada uno con un sabor diferente, era como dulce, con un toque de ácido, o no sé que tenía, pero la verdad me encantó...

Mientras probé ese delicioso y delicado helado de fresas, mis ojos se cerraron y tuve la mejor sensación de todas, pude recorrer por las orillas de ese hermoso lago, al cual mi madre me llevó ese mismo día, y sentí paz.

El tiempo pasó extremadamente rápido, y cuando menos pensé ya el helado se había acabado, mi madre también había acabado de comerse su helado. Ella como siempre con una hermosa sonrisa resaltando en su rostro, se pone en pie camina lentamente a la caja registradora y paga los dos helados que ella y yo nos comimos...

De nuevo nos dirigíamos al lugar donde estaba el auto de mamá, he íbamos hablando de lo que había pasado en el transcurso de ese día, de ese precioso detalle que habían tenido mis dos seres mas amados, mis queridos Padres,en la mañana de llevarme ese delicioso pastel de chocolate, y de regalarme ese delicioso y delicado helado con mi sabor preferido.

Llegamos al auto y mi madre me dió un abrazo y su beso en la frente que nunca falta...

Íbamos de camino a casa, estábamos tan distraídas las dos hablando de tantas cosas que se nos paso por alto que habíamos olvidado algo muy importante en la heladería...

Llegamos muy pronto a casa, se nos había echo un poco tarde y estaba atardeciendo muy rápido, nos quedamos mucho tiempo en la heladería, tal vez fue por eso que se nos olvidaron una de las bolsas que contenían los vegetales para la cena especial que teníamos planeada de ésta noche...

Cuando llegamos a casa papá estaba en la sala principal esperándonos con una enorme sorpresa, mientras yo salía del auto él se percató de nuestro regreso y subió lo mas rápido que pudo al segundo piso de nuestra casa, ingresa a mi habitación y se asegura de que todo estuviera preparado, le da una última mirada al enorme peluche que descansa sobre mi cama y apaga las luces, esperando con una sonrisa a mi llegada.

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