Sin soltar la fotografía miré al techo. Estaba ausente. Mi cuerpo estaba dentro del departamento, pero mi consciencia sigue en ese frío techo. Viendo las estrellas falsas de la ciudad a través de las ventanas de sus edificios, así como mi cuarto. Mi cuarto también hace una estrella para alguien que mira fuera. Me pregunto qué tan brillante es en comparación de las demás. ¿Habrá quien le llame la atención y se pregunte por lo que hay dentro? ¿De qué están hechas las estrellas?
Regreso al fin a mi realidad. Volteo la fotografía y veo a dos personas cuyos rostros han sido destruidos por un marcador permanente. Ambos sujetos quedarán en el anonimato. El de la izquierda está rapado, mientras que el de la izquierda tiene un largo cabello negro que no se ve dónde termina dentro de este marco. ¿Es suficiente para asumir que es un hombre y una mujer? Mi instinto me dice que sí. Que con la clavícula basta.
No hay gran cosa que ver. Los garabatos son violentos pero decididos. No fueron hechos al azar. Fueron hechos a consciencia y con la precisión de alguien que está completamente en calma. Sin saber su propósito aceptaré sus resultados y no indagaré en ella, pero con esto ahora me da curiosidad qué tiene el periódico. ¿Por qué guardar una fotografía y en un periódico? Lo tomé de la mesa y ojeé las primeras páginas. No estaba completo. Apenas le quedaban unas 6 páginas de noticias y nada más. El titular era un tiroteo ocurrido en un restaurante.
"4 personas han muerto y otras 6 han resultado heridas después de que un peatón abriera fuego indiscriminadamente a una cafetería en el centro de la ciudad. El incidente se produjo cerca de las 10:00 hora local el sábado 3 de agosto del presente año. Testigos vieron al peatón, identificado en la escena como Fernando [XXXXXX], detenerse frente a la cafetería e inmediatamente después sacar un arma de fuego y empezar a disparar al interior del local."
El resto del artículo describía la intervención de la policía, que terminó en la muerte del hombre en cuestión. Un investigador acudió a su domicilio y por los vecinos se enteraron de que vivía con su novia, pero no lograron localizarla ni a ella ni a ningún familiar, así que el caso se había quedado ahí. No se incluía ninguna fotografía. Revisé el periódico para cerciorarme de la fecha. 4 de agosto, era de un día después.
Saqué mi teléfono. Era mi turno para fastidiarlo.
- ¿Dime?
- ¿De qué están hechas las estrellas?
- De hidrógeno y helio, principalmente.
- ¿Sabes cuánto tiempo le queda de vida al sol?
- No tengo idea. Como 5 o 6 billones de años, tal vez.
- ¿Qué pasa después de eso?
- Si no ha explotado entonces ya debería ser un gigante rojo listo para destruir la tierra.
- ¿Es más probable que crezca a que explote? ¿O que crezca todo eso antes de explotar?
- Bueno, para ese momento bien podría convertirse en una enana blanca o en un agujero negro. ¡Quién sabe!
- ¿Enana blanca? ¿Así se llama un cuerpo celeste?
- Sí.
- Vale. Gracias
Nada más escuchar que le agradecí, me colgó. Pero no pasaron más de 30 segundos cuando me volvió a llamar.
- Espera, lo acabo de revisar. Sí. Se volverá una enana blanca.
18 de septiembre, 6:35 AM
Moriré antes de que el sol se encoja.
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Conversaciones sobre la muerte
Ficção GeralRelatos seriados sobre dos personas que discuten sobre la muerte en distintas formas.