TROIS

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Amélie decidió pasar el día completamente sola, había días en los cuales se sentía deprimida y anhelaba el espacio personal. Por supuesto que su mejor amigo accedió a esto diciéndole que de vez en cuando es bueno pasar el día con uno mismo.

Eran las diez de la noche y ella aún andaba por las calles de París donde solo algunas luces iluminaban las calles. A la chica le daba un poco de temor caminar sola y mientras pasaba eso, se quejaba en susurros. Se abrazó a ella misma debido al frío que tenía y a cada cinco segundos volteaba hacia atrás para verificar que nadie la siguiera. Hasta que se percató del sonido de unos pasos y una sombra detrás de ella, volteó asustada pero no había nadie. Las manos le empezaban a sudar demasiado y decidió por trotar hacia su departamento.

Volvió a ver aquella sombra a unos pasos de su vivienda pero nadie estaba cerca de ella, tal vez era su mente jugando con ella, fue lo que pensó. Amélie entro al edificio y con el corazón en sus manos.

Cuando por fin entro al departamento suspiró aliviada y se prometió a ella misma no volver a salir a esas horas. El sonido de su celular la asustó, tomó el celular en sus manos y notó que era un número desconocido. Pensó en las posibilidades de que en verdad alguien la seguía.

O tal vez estaba paranoica.

Decidió por contestar para después colocarlo en voz alta mientras se quitaba su chaqueta y los tenis deportivos.

—¿Hola?

—¡Hola! Soy Jungkook, el amigo de Nam—Por supuesto que lo era, identificó rápidamente su voz con tan solo pronunciar el "hola".

—Oh, ¿sucede algo?

Empezó a despojarse de toda su ropa, necesitaba estar cómoda y bajar aquellos nervios que se ganó allá fuera.

—En realidad no, solo quería conversar contigo. Me caíste muy bien y me gustaría tener una amistad contigo o hasta algo más—Las últimas palabras las dijo de forma coqueta, algo que le gusto a Amélie.

Pero una vez más interrumpía esos pensamientos, solo por Kim Taehyung. Soltó una risita irónica por eso, ni siquiera estaba asegurado que en verdad tuviera algo con aquel chico.

—Me parece una buena idea, ¿te parece que vayamos por un café?—Solo esperaba no encontrarse a Taehyung. Ese chico solía recorrer todo París y era comprensible siendo extranjero.

—De acuerdo, ¿te parece mañana?—Se imagino a Jeon con una sonrisa detrás de la línea y eso le pareció muy tierno.

—Claro, cinco de la tarde. Por cierto, ¿como conseguiste mi número?

—Namjoon me lo pasó—No sonaba nada seguro pero aún así no le tomó importancia.

—Oh bien, nos vemos mañana. Tengo que descansar, cuídate Jungkook—El chico se despidió, soltó el celular en la mesita que se encontraba a un lado de su cama.

Se dejó caer en la cama ya con ropa nueva y limpia, cerró sus ojos tratando de conciliar el sueño. Estuvo así por cinco minutos y cuando por fin empezaba a quedarse dormida, tocaron su timbre.

Se quejó en voz alta y gritó de frustración para caminar furiosa hacia la puerta ni siquiera tuvo las medidas de seguridad, solo la abrió. Su rostro cambió por completo cuando observó al chico frente a ella.

Kim Taehyung.

El chico la miró con una gran sonrisa, ella le sonrió de vuelto y se pasó las manos por su cabello tratando de arreglarlo.

—¿Estabas dormida?—Hizo una mueca.

—Apunto de hacerlo

—Oh, entonces vengo mañana. Lo si...—Amélie lo interrumpió negando con la cabeza.

—No te preocupes, suelo dormir tarde. Pasa—El chico paso enseguida y ella se quedó en la puerta pensando en su gran mentira.

Taehyung observaba el departamento sorprendido, era precioso. Amélie prendió las luces de su pequeña sala para tomar asiento y tratar de no quedarse dormida frente a su amor.

—Es muy bonito—Miró a la chica, ella asintió. Taehyung la miraba tiernamente, se veía preciosa sin nada de maquillaje y con su pijama.

—Gracias, mis padres me lo obsequiaron—Taehyung camino hacia ella para sentarse a un lado pues quería tenerla más cerca.

Los dos se miraron con con una gran sonrisa en sus rostros, a ella le llamó mucho la atención que él optó por vestirse todo de negro. Cualquier color le quedaba a Taehyung.

Kim tuvo la iniciativa para tomarla del cuello y atraerla hacia sus labios. Fue un beso lento y con cariño que los dos disfrutaban demasiado. Pero Amélie tenía en cuenta que no podía llegar a más, sus pensamientos eran diferentes que los de muchas chicas. Ella solía esperar por lo menos un mes para poder llegar a ese paso.

Si no, les decía adiós.

Aunque a ella le gustará demasiado Taehyung, no podía hacerlo. Pero lo que si hicieron, fue dormir juntos.

 Pero lo que si hicieron, fue dormir juntos

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Je t' Observe | jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora