Deje mi ropa en la arena, y caminé despacio viendo el mar moviéndose.
-La marea esta subiendo mucho, además se viene una gran tormenta- gritaba el salvavidas-les pedimos que se retiren a las cabañas.
-Camila un planchadito y nos vamos- me grito alguien que no distinguí porque retumbo un trueno.
Cuando vi que uno de los salvavidas se me acercaba salí a correr y me tire de plancha. Empecé a mover mis manos para poder nadar más al fondo pero no me di cuenta que fui muy lejos. Me enganche con algo el pie y no podía volver, el aire se me estaba acabando, intente soltarme pero nada me ayudaba, de la desesperación por salir a flote choque mi cabeza contra una piedra, y en eso vi mi vida pasar muy rápido, mi familia, mis amigos, mi carrera, hasta que dos hombres musculosos se me acercaron, uno de ellos me agarro de la cintura y el otro intentaba zafar mi pie de donde lo tenía.
-No cierres los ojos quédate con nosotros- me dijo el más joven cuando me sacaron del agua-tiene sangre en la cabeza, llamen una ambulancia
Pero mis ojos me pesaban muchísimo, los cerré, logre escuchar muchos murmullos pero no distinguía de donde venían o quienes eran. Caí en un profundo sueño.El telón se cerraba, las luces se apagaban, las personas me gritaban cosas y se iban, el lugar se vació, de miles de personas solo una se quedo, no pude ver quién era porque tenía una gorra y tenía su vista en el suelo, pero estaba sentada en una de las butacas con una sonrisa en el rostro.
-¿Quién eres?- grité llorando
-La Luna callo ¿no?- pregunto, por su tono era una niña.
-La luna siempre cae, pero al día siguiente se vuelve a levantar ¿verdad?
-Llevas más de un mes tirada, las personas piensan que ya no hay luna en las noches...nadie cree en vos... Yo siempre lo hice, pero me fui temprano, para que aprendas a que un día lo puedes tener todo y al siguiente perderlo- levanto su rostro y era ella, la única que desde el principio creyó en mi y no me abandonó.
-¿Paz?-pregunte y salí corriendo y la abracé.
-La luna necesita volver a brillar y estar más arriba de todo, pero iniciando desde el fondo.
-Si no despierta en una semana la desconectaremos- escuche una voz más lejos de mi.
-Nooo por favor, no nos pueden hacer esto, es nuestra niñita doctor- grito otra voz un poco más lejos que la anterior. Mi mano se empezó a mojar y escuche sollozos muy serca de mi oído.
-Vos podes princesa, desperta, yo creo en vos- esas palabras retumbaron en toda mi cabeza y conocía muy bien esa voz. Le quería decir que estaba bien, que no me pasaba nada y que estaba despierta, pero mi cuerpo no me respondía, me quede estática, lágrimas y mas lágrimas caían por mis mejillas, mi corazón latía a más no poder, todo el cuerpo se me tensó cuando deje de sentir ese tacto que me daba calor y sentí un peso sobre mi cuerpo, me llenaba de tranquilidad sentir esto, pero quería despertar y hablar con las personas a mi alrededor.
-Aun no es tu tiempo- volvió a hablar Paz-ellos te necesitan. Te amo- dijo volviendo a abrazarme y dejo un beso en mi mejilla como solía hacer cuando era más chica y se fue. Intente seguirla pero mis pies estaban pegados al piso, intente gritar pero no me salía nada, cada vez veía una silueta más y más pequeña, y luego volví a ver oscuridad absoluta.Sentí la misma sensación que al principio, sentí una opresión en el pecho, el aire se me acababa y sentí esa sensación de tragar agua por la nariz y la boca.
Me desperté.
En una sala blanca de hospital, al sentarme en la camilla de golpe escupí el agua que sentí que trague, y todo me daba vueltas, dolor de cabeza me golpeo inmediatamente por lo que me volví a acostar pero tosiendo porque al escupir el agua me lastimó la garganta.
Un muchacho era el único que estaba en la habitación, el cuál salió corriendo de la habitación. A los minutos apareció agitado con un chico de unos 25 años y detrás de él un hombre de maso menos 30 años aproximadamente.
-buenos días, ¿Cómo se siente señorita?- preguntó el joven alumbrándome a los ojos con una de las linternitas que tienen los doctores-¿Cómo se siente? - volvió a hablar pero de mi boca no salía ni una palabra, solo mire la habitación con los ojos llorosos, el muchacho que había salido corriendo anteriormente se me acerco para abrazarme pero yo asustada me aleje de el, sorprendido por mi gesto derramo una lagrima
-Esta en estado de shock-comento el doctor- y también puede ser que tenga contusiones en el cerebro, por lo que llegue a tener amnesia temporal
-como?-pregunta asombrado el joven, yo solo me mantengo en tener mi mirada fija en la pared
-debemos hacerle estudios, es inútil tratar de hablar con ella ahora, no va a reaccionar, avisa a las enfermeras para iniciar con sus estudios-el doctor asiente-y tu jovencito-dice refiriéndose al muchacho en la habitación-avísale a sus familiares.
-de acuerdo-asiente cabizbajo, me mira por ultima vez y sale de la habitación por segunda vez.
observo de reojo al doctor joven que se quedo en la habitación revisando la gotera de solución que están pasando por mis venas.el al darse cuenta que lo observo me regala una sonrisa
-te vas a poner bien muy pronto, eso no lo dudes-asegura poniendo un medicamento.
-¿donde estoy?-logro decir por lo bajo. el nota mi gesto de dolor asique se acerca a un vaso con agua que hay al costado de mi cama
-toma, esto te hará bien, calmara el ardor en tu garganta-yo sin reprochar tomo del vaso y cuando termino respiro aliviada.-por cierto-dice volviendo a dejar el vaso en su lugar-estamos en el hospital de la costa
-la costa?-digo confundida- pero como acabe aquí?-el me mira y luego mira el pasillo, como no hay nadie decide sentarse en la silla que esta a mi costado
-no puedo darte mucha información porque te puede hacer mal, pero lo que puedo decirte es que estas aquí porque sufriste un accidente en el mar, tu pie se engancho con algo y te golpeaste la cabeza intentando liberarte, los salvavidas te rescataron y estas aquí.
-¿que? ¿por que no recuerdo eso?-no puedo creer que me haya pasado todo eso y no lo recuerde, de hecho no recuerdo porque fui a la playa, ni en que año estamos
-ya sabremos el por que, ahora, antes de que te comience a doler la cabeza tienes que descansar, mas tarde llegaran tus padres, y cuando estés mejor descubriremos porque olvidaste todo.
-esta bien-digo soltando un suspiro-gracias-digo avergonzada, es tan guapo
-de nada, para servirte-con una sonrisa de despedida sale de la habitación, dejándome entrar en un sueño profundo.
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Amnesia
SpiritualUn trágico accidente me cerro muchas puertas, pero abrió otras. Muchos podrían decir que fue mi final, pero cada final es el inicio de una nueva historia. perder la memoria no era algo planeado, ni mucho menos lo deseaba, y la frustración de no cono...