♡ → Capítulo primero

749 61 4
                                    


Quería recalcar antes de empezar que no me manejo muy bien dentro del fandom de Monsta X, di lo mejor de mí al escribir este fanfic que comenzó como una simple petición hasta que finalmente me decidí a subirlo. Espero la historia sea de su agrado, disfruten la lectura. 

¡Arriba el Showki!

.

.

.

-Qué harías tú sin mí, Nunu.

-Es 'Hyung' para ti.

-Sí, sí. Cómo sea. Oye, ¿es que acaso uno tiene que pararse para ordenar aquí? Estamos en el centro de la ciudad y la atención es una...

-ChangKyun, cálmate.

Una vez hubo recuperado la compostura y tras escuchar el suspiro exasperado de su asistente, pudo entonces levantarse de la mesa que ocupaba en aquél lujoso y atrincherado café de la ciudad.

Fue su turno de suspirar cuando finalmente racionó el porqué de aquella tardanza. A juzgar por los rápidos movimientos del barista tras la barra y de la única persona que no paraba de cantarle las órdenes, suponía que estaba siendo un día rudo para los jóvenes que trabajan allí y que la clientela (cómo Changkyun) no aligeraba el ambiente. Prefirió llamar la atención del barista que a juzgar por su compañero de trabajo se veía más compuesto, y tras un par de intentos finalmente logró hacer que el chico pelirojo voltease.

-Señor, le suplico nos disculpe. Estamos cortos de personal, indíqueme en qué mesa se ubica y le atenderé con prontitud.

Aquellas palabras salieron inmaculadas de los labios del joven, tan bonitas como su sonrisa y para colmo, no parecía ni inmutarse al estrés aunque mientras hablase terminaba de acomodar tres pedidos delicadamente sobre una bandeja de madera.

Decir que aquél joven era hermoso hubiese sido blasfemia. El pelirojo era precioso.

Tan ensimismado había quedado en su asombro que cuando el joven volvió a hablarle frunció el ceño tras salir de su estupor.

-La mesa... frente a la ventana.

Murmuró algo incómodo comprobando de reojo que fuese exactamente esa la mesa donde anteriormente había dejado a un malhumorado Changkyun.

-Mesa número siete. Le atenderé enseguida, señor.

Y con la misma gracia de antes vio al otro alejarse.

Le costó un par de segundos recobrar la movilidad total de su cuerpo, pasmado por lo vivido sacudió su cabeza con ligereza y volvió sobre sus pasos hasta la mesa, donde ahora les acompañaba su socio de negocios Hyungwon.

-Hyung, ¿por qué tardaste tanto? ¿Ya tienen nuestras órdenes? Ugh, de todos los días que podía haber cerrado nuestro café tenía que ser precisamente este, ¿verdad?

-Changkyun, lo estás haciendo de nuevo, cálmate.

Habló Hyungwon quien cargaba su semblante estoico de siempre.

-Están cortos de personal, dijeron que ya vendrían a tomar nuestra orden.

-Hyungwon, ¿ya lograste convencer a Minhyuk de invertir con nosotros?

-Lastimosamente... No. Pero estoy resolviendo.

-¿Resolviendo? Eso no suena bien, siempre que dices cosas así terminas o terminamos metidos en un lío.-

Protestó el menor de todos mientras tecleaba con rudeza sobre su laptop.

-¡Hey! No siempre terminamos en un lío. Yo cuido el nombre de la empresa tanto como tú.

-Sí, por supuesto y por ello te acostaste con...

-Bienvenidos a 'Monbebe Café', les suplico disculpen la tardanza. ¿Qué les puedo ofrecer esta mañana, señores? Somos conocidos por nuestras infusiones naturales.

Los pesados argumentos y agresiones verbales eran costumbre, sonido blanco a sus oídos, pero la voz angelical de aquel barista era como el primer trueno que avecinaba la tormenta; qué curioso que ese joven arrasar con su atención. Le iban a disculpar y, no es que fuese en contra de aquellos que decían habían personas con rayos de luz atrapados en sus ojos, pero era absurdo como el pelirojo, en efecto, los tenía no solo en los ojos sino en todo su rostro. Haciendo gala de su preciosa sonrisa, esa expresión tan pulcra... Cómo podía verse tan compuesto en un trabajo como ese.

-¡Por fin! Sí, este... Yo quiero un café negro y... Un muffin de arándanos.

-Quiero un con leche y lo mismo que dijo él.

...

-¿Hyung?

Cómo era posible verse así de etéreo al escribir en un simple talonario de papel. Ese color rojo en sus cabellos lucía tan natural y...

-¡Hyunwoo Hyung!

-¿Eh?

-Te están preguntando qué vas a ordenar.

-Ah, sí... Mencionaste antes que... Las...

-Las infusiones, somos famosos por nuestras infusiones, señor.

-Sí. Una de esas, la que sea.

-Por supuesto. Muchas gracias por su espera, volveré en unos minutos con su orden. Con permiso.

No supo si el movimiento de sus ojos (o de su cabeza) al seguir al joven fue discreto, tampoco le importó demasiado y mucho menos a sus compañeros que seguían ensimismados en la conversación de negocios. La verdad es que aquellas reuniones eran una excusa para salir del encierro de la oficina, la rutina y la monotonía no alimentan a la mente cansada, y eso lo sabía por experiencia, entonces sí, no era un delito salir a tomarse un café entre colegas.

Además, gracias al cargo de jefe en su propia compañía era bienvenido a darse sus propios gustos. Resolvió entonces volver allí para la próxima reunión, al carajo las protestas de Changkyun y el otro lugar que solían frecuentar. Aparentemente tenía un muy buen motivo por el cual regresar allí. 

.

.

.

Gracias por leer, nos vemos en el próximo capítulo. 

♪(┌・。・)┌

♡ →│ (Kiki) Do u love me? │← ShowKiWhere stories live. Discover now