Parte 1

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Inmensamente jodido, el estaba tan jodido no había otro modo de explicarlo. Cuando salió para esa caza nocturna en ningún momento pudo predecir que terminaría en esa situación, sus caderas dolían y sentía algo cálido contra su espalda, además de la evidente humedad pegajosa en su parte baja.

Con mucho cuidado trato de despegarse de las sábanas dándose cuenta de el brazo que apresaba su cuerpo.

Tomo aire para tranquilizarse y no soltar una sarta de maldiciones contra su compañero de cama.

Removió el brazo de su cintura y se incorporo lentamente a pesar del dolor.

Sin hacer ningún ruido se colocó su ropa, tomo a Sandu y salió de la cabaña en la que estaban

Inocente TravesuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora