Advertencia: si tienes miedo recomiendo que dejes de leer esta parte, es por el bien tuyo no quiero traumar a nadie, pero si quieres adelante, que disfrutes las historias lector@.
Amatista pov.
-pongo la linterna debajo de mi cara- Hace tiempo había una madre con sus dos hijas gemelas, como cualquier día les preparó el almuerzo y salieron a la calle apresuradas. Como cada día, llevaba a sus hijas gemelas al colegio. Caminaban tarareando una canción y cogidas de la mano cuando el teléfono sonó desde su bolso. Era del trabajo. Respondió rápidamente y su interlocutor le pidió que acudiera de inmediato a la oficina. Había ocurrido algo grave, así que decidió que las niñas continuaran solas; conocían bien el camino. Las besó en la frente y emprendió la ruta de vuelta. Solo dio veinte pasos. A sus espaldas, el ruido de un fuerte golpe seguido de un frenazo hizo que volteara la cabeza con una expresión de horror en el rostro. Los cuerpos de las dos pequeñas yacían inertes bajo un camión. Todavía estaban cogidas de la mano.
La mujer se sumió en una profunda depresión de la que consiguió salir con un nuevo embarazo. Por ironía del destino, en su vientre estaban cobrando vida dos niñas gemelas. Cuando dio a luz, el asombroso parecido con sus hijas fallecidas sorprendió a más de un vecino. A medida que las pequeñas crecían, la madre se volvió más y más protectora. Le aterrorizaba la idea de que pudiera perderlas. Un día, de camino al colegio, las hermanas se adelantaron y corrían ante la atenta mirada de la mujer. En cuanto pusieron un pie en el asfalto, una férrea mano las detuvo con brusquedad. Entre sollozos desconsolados, su madre les rogó que no cruzaran nunca sin su permiso. “No pensábamos en hacerlo. Ya nos atropellaron una vez, mamá. No volverá a ocurrir”.
Desde entonces, algunos viajeros aseguran que al pasar por ese tramo unas interferencias se cuelan en la radio y se oye una misteriosa melodía: el tarareo de unas niñas -apagó la linterna y se la entregó a peridot- ¿les gustó?
Miro a todos y al parecer es asustó menos a garnet y a lápis, me da risa la cara de Steven que esta aferrado al cuerpo de Connie.
-Me toca -dice lápis muestras agarra la linterna.
Lápis Lazuli pov.
-Pongo la linterna debajo de mi cara- La noche se tornaba sombría; la escasa iluminación de las calles era absorbida por la oscuridad, llenando todo de penumbras, que solo se acompañan por el sonido de la lluvia golpeando el asfalto. Las personas se habían guardado en sus casas, solo quedaron aquellos que caminaban por necesidad.
Entre ellos Romina, una chica de humilde procedencia, que no ajustó ese día para el transporte que la llevara de la universidad a su casa. Era algo común para ella, muchas veces había recorrido ese camino en las mismas condiciones, pero eso no evitaba que se le crisparan un poco los nervios.
A pesar de que el frio obligaba a todos a esconder su rostro bajo sombreros, bufandas o abrigos, causando cierta desconfianza al cruzarse unos con otros, Romina estaba consciente de que lucía igual de sospechosa que ellos, y se movía con cautela para no causarle un susto a alguien.
A pocas calles de su casa, sintió alivio, ya estaba en sus terrenos y eso le daba seguridad, sin embargo, al doblar la esquina, distinguió a una oscura silueta caminando por la misma acera y en dirección a ella. Conforme ambos avanzaban, le inquietaba un poco no poder distinguir sus ropas, ni el sonido de sus pisadas, era tan solo una sombra que hacia tintinear las luces por donde pasaba.
Con un poco de precaución Romina se fue a la otra acera, apurando el paso, volteando para todos lados, y la sombra no estaba más… no estaba más en la lejanía, se había posado frente a ella, sujetándola fuerte del cuello. Robándole la vida y arrastrándola a lo más profundo del sufrimiento eterno.
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El Campamento Universe
AdventureSteven y las demás gemas deciden irse de campamento, ovio cualquier héroe tomaría un descanso después de sus fuertes combates contra villanos. Pero esta vez las gemas deciden ir al bosque a acampar e invitan a sus amigos para que así sea más diverti...