Necesito ayuda

Capitulo 10

Narra Audrey.

No me sentia bien, me habian dado la noticia hace poco y la sensación de abandono vino a mi inmediatamente.

Se estaba deshaciendo de mi, y el no era el primero en hacerlo. Primero mi papá, luego mi mamá, mis hermanos y ahora él.

El que crei el amor de mi vida, el que pense que seria la persona que me esperaria al final del altar vestido de negro y me agarraria la mano mientras daba a luz a nuestro hijo.

Pero no, no fue asi.

De todos modos no lo culpo, a mi tampoco me gustaba estar conmigo misma.

Cuando Aaron me conto de la decisión que habia tomado reaccione muy mal y me tire sobre él. Queria hacerle daño y demostrarle que me dolia lo que me estaba haciendo. Lo rasguñe en la cara y tuvo que venir un medico para sedarme.

Cuando desperte todo fue angustia. Angustia por que siempre supe muy dentro de mi que este día llegaria, solo que trate de negarlo y pensar que esta vez iba a ser diferente. Trate con todas mis fuerzas de ser normal y mantener mis emociones lo mas calmadas posible, pero falle.

Quitarme la vida con pastillas no fue lo que tenia pensado para un viernes a la noche, pero fue lo unico que se me ocurrio para que no me deje. Despues lo unico que me acuerod es que desperte en una habitación toda pintada de blanca con una aguja en mi brazo.

Cuando me calme Aarón volvio para hablar conmigo, me dijo que no me abandonaria que solo estaba haciendo lo que era mejor para mi y que él siempre estaria conmigo durante todo el tratamiento. Pero eso no era verdad, una vez encerrada en una habitación blanca con parades acolchonadas, él se olvidaria de mi. Capaz iba a visitarme las primeras semanas pero luego dejaria de venir, para finalmente olvidarse que existo o que alguna vez fui parte de su vida, y lo mas triste de todo, poner fin a nuestra historia. Poner fin a una etapa de mi vida con una persona que quise con cada parte de mi ser y aun asi no fue suficiente.

Una vez encerrada en el psiquiatrico Deva, era el fin de una historia.

Te amo le dije antes de que se vaya, y aun asi no me respondio.

-Buenos dias señorita Lyn- dije una voz y me saco de mis pensamientos, el cual le agradecia. ¿Como se encuentra?- pregunto mientras anotaba algo en unos papeles.

No fue hasta que alzo la vista que pude verlo mejor. Era hermoso, alto, morocho de ojos tan oscuros que parecian un tunel sin fin, y una sonrisa tan sincera y reluciente. No parecia muy grande, tendria mas o menos mi edad capaz unos años mas.

Lo que mas me llamo la atención fue su tatuaje en el cuello de un aguila y su pequeño piercing en la ceja izquierda. Pense que el personal medico tendria que lucir de una manera mas formal, no era normal ver un medico tan lindo joven y con aire despreocupado.

-Puedes tutaerme si quieres, me siento vieja si me tratas de usted, me llamo Audrey- dije y le saque una sonrisa.

En este momento me sentia mal, es estaba ahi tan impecable y yo estaba con una bata blanca, sin una gota de maquillaje y con el pelo todo despeinado.

Que horror.

-De acuerdo Audrey, yo voy a ser tu medico hasta la semana que viene que salgas de aqui.

-Salga de aqui y me encierren en otro hospital- lo interrumpi.

-Ya hablaremos de eso en el trascurso de la semana, por ahora tendremos que hacer un par de revisiones medicas. Pero para eso necesito que comas, me dijo tu enfermeda que no quisiste comer.

-No tengo hambre, aparte no tenianointa de ser comestible.

-Mira, necesito que comas, estas bajo muchos medicamentos y si no tienes nada en el estomago te puede hacer mal- me dijo mientras cambiaba la bolsa del suero, al tenerlo tan cerca pude oler su perfume.

Mmm, rico.

Pero no solo eso, al levantar lo brazos su remera se subio un poco revelando un tatuaje en lo mas bajo de su cintura de lo que parecia ser un escorpion, no lo se solo pude ver la cola del animal. Me gustaria verlo todo.

¿Tendria mas tatuajes?

-¿ Sabes donde esta el hombre que me trajo hasta aqui?- pregunte para terminar con mis pensamientos no tan inocentes

-Fue a prepararte un bolso con tu ropa- ya me habia dejado, pense.- para que te puedas cambiar y estar mas comoda. Pero se quedo la mujer que vino mas tarde.¿Es familiar tuyo?se parecen mucho- dijo y me senti ofendida.

No podia creer como tenia la cara para estar aqui en un momento tan delicado. Pero claro seguro lo estaba disfrutando, es mas seguro la idea habria sido de ella, una manera facil y rapida de sacarme del mapa.

-Si, si la conozco. Es una amiga, nos conlcemos hace años, somos como hermanas compartimos casi todo.

-Parecia realmente preocupada, debe estar muy mal. Si quieres le digo que ingrese a verte.

No- lo corto y me miro raro ante mi negación rotunda- no quiero que me vea asi, no estoy en mi mejor momento, puedo estar mejor- dije y le guiñe un ojo descaradamente.

-Eres muy graciosa Audrey.- linda forma de cortarme el rostro.

-¿Trabajas hace mucho aqui?- yo tenia la cualidad de hablar y hacer muchas preguntas, cosa que a muchos les molestaba.

-No, me transfirieron hace un año.

- ¿Conoces mucha gente aqui?

-Pocos- dijo cortante, por lo que deje de preguntar.

-Disulpa si te molesto con tantas preguntas, a mi novio tampoco le gistaba que sea tan entrometida.

-No me molestas, me encantan las personas con las cuales se puede hablar, perdón si te hice sentir mal no fue mi intensión.

-Descuida, no fue asi- le respondi.

-¿Y tienes novia?

Vaya que podia perder la verguenza a veces.

-Algo asi.

Auch

-¿Como es algo asi? -volvi a preguntar.

-Nos conocemos hace años, 4 años para ser exactos. Cuando la vi me enamore al instante y no me separe de ella nunca mas.

-Que romantico, me encanta.

-De todos modos dejemos de hablar de mi, te dare para que tomes un medicamento que te permitira dormir mejor, pero cuando despiertes necesito que comas.

-De acuerdo- dije y me tome la pastilla que me entrego- puedes traerme la comida tu mañana?

-Me encantaria- dijo.

Antes de que se vaya volvi a preguntar.

-No me dijiste como te llamabas.

-Cierto.

Pero antes de que me responda cai en un sueño profundo.

No recuerdo mucho, solo se que hacia mucho no dormia tan bien. Esa noche soñe como seria mi vida sin mi enfermedad, con una vida normal como la de cualquier otra persona.

Estaba feliz, me sentia feliz.

Hubiera deseado no despertar nunca.