Ideas de fics que no debo olvidar

Caníbal

Jungkook pov

Ella corre, sus gritos crean música en mis oídos.

- ¡Ayuda!¡Auxilio por favor! ¡Alguien ayúdeme!

Las hojas de los árboles que ella empuja para poder pasar se escuchan suaves, crujen las ramas bajo sus pies. Está oscuro, en cualquier momento tropezará, caerá y por fin será mía, nadie puede escucharla, no puede ver únicamente con la luz de la luna llena.

Aunque se que en cualquier momento la atraparé, corro rápidamente tras ella. Yo no caeré ni chocaré con nada, conozco el bosque como la palma de mi mano. Recorro este lugar cada vez que ellas tratan de escapar de mis manos.

Me desaparezco de su vista, me escondo entre los árboles donde la luz de la luna no da. Ella al no verme se detiene y noto como apenas y puede respirar. Desde aquí escuchó su corazón latir con fuerza. Y su corazón es todo lo que quiero.

- Te atrapé - coloco una de mis manos sobre su cintura huesuda y con la otra estiró su cabello que me da mucho asco y ella grita hermosamente.

- ¡Ahhhhhhhh!

Yoongi pov

- Rápido, entren por allí.

- Yoongi esa es la casa. - me dice mi mano derecha y mi vista se gira hacia una casa grande bastante anticuada. Muy oculta de las otras al final de la colonia, parece que es la única.

Nos estacionamos frente a dicha casa y bajamos con nuestras armas apuntando hacia la misma. Me acerco a la casa y me recargo en la puerta. Escucho el crujir de la madera y una música que desconozco y me alejo un poco para poder dar una patada a esta. La puerta truena y se abre de golpe, choca contra la pared y espero que levante polvo pero eso no sucede. Entramos cautelosamente y como dije antes, es una casa muy anticuada, la luz es tenue y proviene únicamente de un candelabro, las paredes son negras con diseño gótico y hay flores por todos lados. Un enorme cuadro de una mujer sentada en la esquina de una muy sucia habitación con el rostro horrorizado me hela la sangre, es joven y delgada de cabello negro recogido perfectamente, no puedo distinguir ningún color, ni el de sus ojos ni el de su piel,  la imagen está en blanco y negro pero logro vislumbrar en la pared detrás de ella la sombra de un hombre que sostiene un cuchillo, supongo esa es la causa de su terror. Debajo del cuadro hay una chimenea encendida, el piso es de madera café y frente a la chimenea hay una alfombra gris, hay una sala de sofás negros y una mesa de cristal verdoso en medio de estos. Una pantalla plasma está en la pared y debajo está el aparto del cual proviene la melodía de violín.

- ¿Le gusta Nicoló Paganini, agente? -mi vista se gira a la mesa color cafe de madera para 8 personas, en la silla que da frente a la chimenea se encuentra un chico no mayor que yo pero si más alto. Me pregunto como adivinó que soy agente. Come tranquilamente un trozo de carne, y bebe una copa de vino tinto, como si nada pasara, como si no estuviera siendo apuntado por un montón de armas con linternas blancas y puntos rojos de apunte al blanco. Sin mirarme me hace tal pregunta que me deja sorprendido y extrañado, no sólo por la manera en la que toma la situación, si no por que mis esperanzas me indicaban encontrar un hombre mayor, anciano, y con un gusto peculiar debido a la decoración de su hogar, sin embargo me encuentro con la dulce imagen de este chico vestido con un elegante traje negro y cenando cómodamente en su mesa, la cual tiene platos de comida para varias personas sin embargo sólo está el. Una botella de vino, un florero y velas son su única compañía además de sus alimentos. Procedo a querer hablar pero el me mira e interrumpe con su suave y tierna voz. - Caprice 24, mi favorito. - Me dice mientras degusta el trozo de carne que se a metido a la boca manchando ésta con un poco de grasa y con una seja levantada.

- Jeon Jungkook... - comienzo a decir pero de nuevo me interrumpe.

- ¿Puedo saber por que la irrupción? a la hora de mi cena peor aún.