Título: Recuérdame.
Género: Drama / Romance / Drabble.
Temática: Prompt 014 del libro de actividades del Color Club.
Personajes: Risotto Nero x Lectora.—Si me fuera mañana, ¿seguirías recordándome? —preguntó el Capo en un susurro que solo llegó a tus oídos, aquel simple diálogo había sido un puñal incrustado en tu pecho.
Tú solo murmuraste la respuesta que ya te sabías de memoria, pero más que recitarla mecánicamente lo hacías para que el dolor en tu corazón se hiciera tolerable, un poco ligero tal vez, a pesar de que nunca lo conseguías. Como solía decirte un viejo amigo de cabellos lavanda, pensar tanto mata y eso era lo que sucedía contigo cada vez que el albino tocaba ese delicado tema como si nada.
Suspiraste, acariciando la serena faz del varón que dormía plácidamente debajo de ti y que soñaba con dulzura por la casi imperceptible sonrisa que adornaba sus galantes rasgos exóticos para ti, al no ser originaria de esa tierra que te acogía de la misma forma que sus fornidos brazos enrollados en tu cintura. La sábana de seda les cubría el cuerpo desnudo, claro vestigio de la apasionada noche íntima que compartieron hacía escasas horas, los sedosos mechones de Risotto parecían plata líquida escurridos en tus falanges y te provocaba un efímero sentimiento de tristeza no poder vislumbrar esos misteriosos ojos inyectados en sombra que amabas con locura, coronados por iris carmesí.
Era en esos momentos que añorabas a tu amante de una manera tan sobrenatural que te asustaba, deseabas aferrarte al protector abrazo que te envolvía y mantenía segura, siendo capaz de atesorar esa hermosa idea de tener un hogar junto a tu alma gemela. Por eso era como un sueño del que no querías despertar y encontrarte la desagradable sorpresa de que fuese una terrible fantasía vacía. Sin embargo, el cálido tacto, el seductor perfume masculino, la respiración tranquila del contrario y la luz del astro que se colocaba por la ventana te recordaba que todo era cierto; que no vivías en una mentira, que el jefe de la más abominable banda de asesinos de la mafia italiana te profesaba el amor más sincero y maravilloso del mundo entero.
Con eso era más que suficiente para dejar el malestar, invitándole a marcharse por la puerta principal y que solamente reinara esa minuiciosa paz, además de la miel que bebías de los labios del hombre. Dibujaste arabescos invisibles en la mandíbula, delineando los pómulos y peinando las cejas, planteándote la posibilidad de que Nero fuese un ángel que bajó del cielo para hacerte caer en el más cautivador pecado: arriesgar tu vida, entregarte sin medidas y esperarle lo necesario para que pudiera desposarte, sin miedos ni ataduras, un pobre enamorado embelesado por la belleza tostada de tu piel y la rojez de tus mejillas.
Para nadie era un secreto que tu fidelidad y lealtad era inconmensurable, alta como una torre, inamovible cual montaña, madura y sensata. Ningún subordinado cuestionaba tu feroz devoción hacia Risotto, porque significaba ser atravesado por miles de agujas —físicas y psicológicas— para producirle agonía.
—Sostendré tus anhelos, iluminaré tu sendero, cuidaré tu corazón con envidiable recelo —sentenciaste, pintando besos de cereza en las clavículas ajenas— y te amaré aunque la muerte nos intente separar.
Y así como sobrevino tu insomnio, los párpados descendieron para hallarte rodeada de preciosos retoños rojos como los orbes de tu compañero.
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Color Club: Crimson ↳ JJBA
FanfictionEl conjunto de vivencias colorean tu corazón hasta alcanzar una gama determinada, el cual, definirá todos tus pensamientos, sentimientos y preferencias. Para poder comprender el color, debemos entender de dónde proviene. ¿Qué es lo que reside en el...