Epic »Bella

1.

―Número desconocido. ―Digo bajito mientras miro mi celular. Miro a Honey y enarco una ceja sonriendo. ― ¿Quién crees que sea?

―No se me ocurre nadie, tal vez Ray haciendo bromas.

― ¿Apostamos? ―Sonrío. Ella no dice nada, porque sabe que tengo razón. ― ¿Alguien más quiere apostar? ―Ninguna dice nada, sólo me observan expectantes. ―Bien. ―Levanto ambas cejas y contesto el teléfono. ― ¿Hola?

―Hola. ―Escucho una voz que reconozco al otro lado de la línea. Sonrío amplio.

―Déjame adivinar, ¿Justin? ―Miro a las chicas.

―Aún no sé cómo sabes mi nombre, pero bien, sí.

―No lo sé, conozco a mis enemigos. ―Me encojo de hombros. Susurro "Se los dije" a las chicas. ― ¿A qué se debe tu llamada?

―La verdad no lo sé. ―Curvo mis labios hacia abajo en una mueca.

―Pudiste haber inventado algo.

―No me gusta mentir. ―Mi sonrisa se hace más amplia.

― ¿Estás haciendo algo hoy por la noche? ―Miro al frente y miro un montón de ojos desaprobando, pero yo les dedico una sonrisa.

―No lo creo.

―Bien, nos vemos. ―Digo, escuchando quejidos.

― ¿Dónde?

―No lo sé... ―Aparto el teléfono y lo cubro con mi mano. ― ¿A dónde?

―A un centro comercial. ―Dice Wendy. Juzgo su respuesta pero sin embargo es un buen lugar.

―Al centro comercial. ―Propongo con duda.

―Bien, nos vemos. ―Dice y cuelga.

―Tengo una cita.

―Eso no tiene sentido, te quiere hacer algo.

―No te hagas esperanzas, Reina, cuando vea que tu sonrisa es más ancha que tu agujero del culo... ―Suelto una carcajada.

― ¿Saben por qué les molesta que sonría tanto? Porque ningún hombre me ha tumbado un diente jamás.

―No, mierda. Es qué es espeluznante.

―Para mí es linda. ―Me encojo de hombros y me reclino en la silla.

―Oye, ¿qué es lo que vas a hacer con ese tipo de todas maneras? No se han visto ni dos veces y ya estás actuando cómo babosa. ―Me dice Carla. Sonrío. No es a propósito, cada vez que lo hago sale del alma.

―Fue amor a primera vista.

―A veces me pones muy nerviosa, carajo. Por favor no hables cómo lunática, mierda. ―Comenta Robyn.

― ¿Quién se enamoraría de ti a primera vista? Te ves cómo mi mierda. ―Escucho la voz de mi mamá. Las chicas se quedan quietas, nunca saben cómo reaccionar cuando mi mamá entra porque tampoco saben cómo lo haré yo. Suelto una risa.

―Todos tus hombres, desde el primero al último. ―Digo con gracia. ―Buenos días, mami, ¿cómo te levantaste hoy?

―Bien hasta que escuché tu asquerosa voz.

Me reclino en la silla con la mirada perdida. ―Voy a a traer a alguien hoy. Y vamos a hacer ruido. ―En mi cara se forma una sonrisa, me succiono el labio.

―Yo no quiero cuestionarte pero…

―Entonces no lo hagas. ―Respondo tajante.

―Cómo sea… Sólo ten cuidado.