Capitulo uno; Miedo.

1.6K 111 34
                                    





¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Solté un grito contra mi almohada, intente retener mi frustración pero sólo logre enojarme aún más. Me levante de mí cama mientras agarraba mi celular y salía de mi habitación dando un portazo, cosa que altero aun más a mi madre. Salí de casa ignorando sus gritos y corrí de ahí.

Estaba cansada de siempre la misma discusión de mierda ¿acaso no podía entender qué el hecho de que su novio esté en la casa viviendo con nosotras me incomoda? Un vago desempleado y machista con eso.

Tal vez ahora caminar hasta lo de una amiga no era tan mala idea ahora. La única que podía visitar y estaba cerca de mi casa era Jimena. Le envié un mensaje. Espero que me diga que si y así juntarnos. Recibí una respuesta en seguida. Camine un par de cuadras pensando como podía ser la mierda que era vivir en mi casa. Llegué a su casa y toque la puerta. Espere un par de minutos hasta que abrió. Una chica algo baja. Cabellera ondulada larga y pelinegra. Una miraba amigable. Sonrió al verme.

—¿Qué paso linda? — Dijo dando un paso al costado dejándome pasar.

Me dejé caer en el sillón y un olor a perfume dulce inundó mis sentidos.

—Lo mismo de siempre— Dije poniendo mis brazos bajo mi cabeza mirando al techo de color crema. La casa de Jime era linda y con una estética de ser simplemente tierna. — necesito despejarme o drogarme cualquiera de las dos me sirve. 

— Por tu suerte...Tengo algo acá si quieres lo armas y lo fumamos — sonreí y  asentí. Entro a su habitación y me senté en el sillón. Trajo todo y empecé por armarlo y al terminarlo se lo pase.

—Préndelo— dije y agarro el encendedor para comenzar a dar una calada. Me lo paso y comencé a sentir el olor que tanto me gustaba. — sabes hace cuanto necesito de esto. No todavía no conseguí para comprar más — le di una calada y el humo empezó a pasar por mí. Me recosté sobre el sillón. Y se lo pasé. Lo estuvimos fumando hasta que se terminó y continuamos fumando tabaco.

— Todavía no entiendo como no te fuiste de tu casa si no eres feliz ahí — dijo ella. Sus ojos estaban achinados y tenía una ligera sonrisa. Jimena era muy bella interiormente y físicamente igual.

— Porque no tengo dinero. Soy estúpida pero no tanto. Además sería inútil. — dije mientras veía mis uñas con desinterés.

Las horas pasaban y nos quedamos mirando un viejo programa de televisión. Mi celular sonó por tercera vez y era un mensaje de mamá, diciendo "Si te importo por favor vuelve a casa" claro que sí, obviamente yo también le importaba. Ya se había vuelto tarde, eran las doce de la noche y me dispuse a volver a casa para dormir.

—Bueno.. me tengo que ir— ella se levantó y asistió. Estire mis piernas un poco. Me acompaño hasta la puerta y salí de la casa nos saludamos.

—cuando llegues avisame— asentí.

Cerro la puerta y comencé a caminar a mi casa. No llegaría temprano si iba por el camino común y me ahorraría tiempo si iba por el bosque ¿Que tan malo podía ser ir por ese lugar? Ya era de noche pero si corría podía no perder tiempo. Ese lugar daba algo de miedo y más porque decían que había un monstruo o una mierda así.  Aún que sabia que toda esa mierda era mentira otra parte de mí pensaba que podía que fuera cierto. 

Camine por el bosque. Bueno no estaba tan mal y no daba tanto miedo. El único sonido que se escuchaba era el crujido de las hojas secas al ser pisadas por mí. Agarre mi celular para alumbrar mi camino. Cada paso que daba, me adentraba más. Mí corazón dejó de latir cuando escuché un grito que provenía del mismo jodido bosque en donde yo estaba. Era una chica lo sabia por la voz. Empezó a pedir ayuda. Suspire y comencé a correr en dirección a la voz.

Cuando los gritos se hicieron más fuertes supe que estaba cerca. Y ahí la ví estaba siendo ahorcada por un tipo. Pero no era solo él. Había dos más. Me escondí detrás de un árbol. ¡Qué hago! Si me hago la héroe me van a matar, apagué la linterna y Cerré los ojos con fuerza hasta que no escuche más nada. ¡MIERDA LA MATARON!. Oí como tiraban algo al piso. ¿La van a violar? Mire un poco por el árbol y no no estaban haciendo eso. Un chico de mascara blanca algo afeminada estaba revisando sus cosas. Era el mismo que estaba ahorcandola. Luego los otros dos se cubrían de diferente manera el rostro. Uno con buso amarillo tenía un estilo de pasamontaña que tenía dibujado una carita triste. Y el otro un par de googles y como un tipo de bozal de metal.

Empezaron a hablar entre ellos. Me escondí detrás del árbol. Debería irme y hablar con la policía de esto. Camine intentando no hacer tanto ruido.

—¿A donde vas? — Esa voz. Empecé a sudar frío y corrí como si no hubiera un mañana. Intentando torpemente no ser atrapada. Sin girar a ver quién era mi perseguidor. La noche no me dejaba ver bien. Llegue hasta la parte de donde empecé a caminar y corrí más sin parar en dirección a mi casa.

De un momento a otro estaba en el suelo con uno de esos tipos arriba mío y con una jodida hacha en mi cuello.

— ¿Pensaste que te ibas a escabullir  de nosotros Rata?— solo pensé en algo que podría hacer ahora. Lo pateo en la entrepierna esperando que le duela. El ríe y escucho pasos acercarse a nosotros. — intenta liberarte no vas a lograr nada— dijo. Lo pateo con toda mi fuerzas en el estómago alejándolo algo. Aprovecho y me levanto los veo. Tengo miedo ¿Qué hago? Me falta poco llegar. Se acercan a mí y me hecho a correr otra vez con mis últimas energías.

Llegué a la calle. Estaba agitada. Mi corazón se saldría de mí en cualquier momento. Gire mi cabeza para ver atrás mío, por suerte ellos no estaban ahí. Camine tratando de recuperar energía. Lo que había pasado era horrible. No sabía quienes eran. Llegué a casa.

Abrí la puerta y entre con rapidez, mi mamá estaba acostada en su recámara asi que subí con rapidez las escaleras y entre al baño cerré la puerta con seguro.  Me saqué toda la ropa y me metí a la ducha. Empecé a bañarme me sentía sucia. Y otra vez mi cabeza repetía cuando ese chico estaba ahorcado a la pobre chica. Me sentía que había cooperado al no hacer nada.

Termine mi baño y salí de la ducha para sacarme y  salí de ahí. Destrabe la puerta,  camine hasta mi habitación con mi ropa sucia en mano y una toalla en el torso y una en el pelo. Abrí la puerta de mi habitación y entré. Deje la ropa en un canasto. Trabe la puerta y me acerque a la ventana y la cerré. Cambie la toalla por mi pijama y me senté en mi cama mientras cepillaba mi pelo corto. Puse a cargar mi celular y lo prendí.

Le envié un mensaje a Jime diciéndole que llegué bien y que me había olvidado de avisarle. Mi mente solo pensaba en lo que acababa de vivir. Era algo horrible. Tal vez si hablaba con la policía, esos pernsamientos abandonaban mí mente, tenía miedo de hablar y que ellos me hicieran algo. Observé el techo con cansancio, mi cuerpo no podía más y sentía partes de este entumecidas. Me tape con los acolchados y apagué todas las luces, menos la lampara a mí lado. Me acosté y cerré mis ojos intentándolo dormir, pero lo único que hacía era recordar ese momento cuando ese tipo la ahorcaba. Abrí el cajón de mi mesa de luz y saque un potecito con pastillas para dormir, tome una y me acoste. Sentí mi cuerpo más pesado, de pronto ya estaba dormida.







Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 12, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Me gusta lo simple. [ Masky ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora