Mi respiración era errática, todos mis sentidos alertas y el incesante dolor en mi pierna me dificultaba la simple acción de seguir de pie ahí en medio de la oscuridad sola o eso creía
- Al fin te tengo lindura - esa voz grave se burlaba desde alguna parte en toda esa penumbra
- No tienes por qué seguir con esto - dije aún con la respiración entrecortada
- Jajaja... eres muy buena lindura demasiado que me molesta por eso yo mismo disfrutare destruyéndote con mis propias manos - la figura encapuchada apareció delante mío sujetándome del cuello asiendo presión en este, el aire comenzaba a ser escaso y sentía que mi cabeza palpitaba y mis ojos se saldrían de su lugar por la presión, desde esa posición logre ver perfectamente dos avismos sin fin deleitándose con mi dolor
- Cariño - una voz femenina con tono preocupado me llamaba aun en esa tortura, entonces la oscuridad comenzó a disiparse y el rostro de mi madre preocupado frente a mi apareció
- No - grite alterada saltando de la cama con el corazón a mil
- Cariño cálmate - pidió mi madre y así lo hice respirando y exhalando profundo un par de veces
- Ya estoy bien mamá solo un mal sueño - ella me miro dubitativa, pero asintió con la cabeza - ¿Qué sucede?
- Nada cariño solo venía a despertarte puesto que no bajabas y te encontré teniendo una pesadilla ¿enserio estas bien?
- Si mamá no te preocupes - le sonreí con dulzura
- Ok si tú lo dices por cierto tu padre quiere hablar contigo
- Bien en un momento bajo - ella salió de la habitación y yo procedí a asearme y prepararme extrañamente esta mañana mi cabello decidió cooperar y no necesite de mucho tiempo para arreglarlo, mientras tomaba mis armas la imagen de esos oscuros ojos vino a mi mente estaba cien por ciento segura que quien me ataco en mi sueño era el nigromante de aquella vez tendría que estar alerta de ello de ahora en adelante. Baje las escaleras topándome con mi lindo hermanito sentado en el primer escalón pensativo
- Hey Sami ¿Qué sucede hermanito?
- Nada - respondió triste
- Hey ese nada me sonó a todo vamos dime - lo anime sentándome a su lado
- Es solo que los otros chicos se burlan de mi por no ser tan fuerte algunos dicen que doy pena
- Dime sus nombres yo misma los pondré en su lugar
- Por favor no lo hagas, ellos tienen razón ni siquiera puedo hacer cambiar mis ojos
- Sami - lo abrace - oye sabes una cosa yo tenía 12 cuando logre poder hacer eso
- Sí, pero tú siempre fuiste buena en todo papá siempre lo dice en cambio yo en lo único que soy bueno es en los estudios
- Puede que tengas razón y solo seas un llorón - mi pequeño hermano me miro con asombro y molestia - así es, solo eres un niño mimado y miedoso que en vez de demostrarles a esos tontos quien es el hijo del Alpha Carson solo te escondes y te quejas, escúchame Sami nunca dejes que alguien más te haga sentir inferior - clave mis ojos en los de mi hermano - tú ya eres especial solo por ser tú y no te lo digo como tu hermana si no como la comandante jefe de Mistville y si alguien tiene algún problema con eso con gusto le pateare el trasero, ahora Largo de aquí cabo que se le hace tarde para los entrenamientos - mi pequeño hermano de un salto se levantó y corrió hacia la puerta deteniéndose un segundo y voltear a verme
- Gracias hermana digo comandante - y salió finalmente, camine hasta el despacho de papá y llame a su puerta
- Adelante - respondió desde adentro
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La Razón del Alpha
Hombres LoboAgelique Carson ha vivido la mayor parte de su vida enamorada de Damon Blackmoon desde que era una niña siempre soñó con algún día convertirse en la compañera de Damon, pero con el tiempo la idea fue reconsiderada hasta simplemente ser nada más que...