El profesor Stark era un desgraciado.
Desde que llegó, prácticamente lo tenia para los mandados. Ya sea para ir a buscar el libro de clases en la sala de profesores o para que le trajera un poco de café del casino o para repartir las guías o exámenes.
Era un desgraciado, pero lo notó aun más cuando le entregó la nota de su primera prueba. Sus ojos cafés posándose en él cuando anunció su nombre y la forma firme en que sujetaba su prueba para entregársela. Eso lo hizo estremecer, lo malo es que lo peor no acaba ahí. Sino más bien cuando vio la prueba con sus propios ojos.
Ese cuarenta y siete fue un duro golpe en el estómago.
-Deberías comenzar a estudiar más, joven Rogers.
Nuevamente, el profesor Stark era un desgraciado y no solo con él, sino con todos. No obstante ellos ya estaban acostumbrados a la doctrina del profesor de matemáticas. Y bueno, él también comenzaba a hacerlo.
Sus ojos azules lo miraron con odio una vez que se dio la vuelta para seguir repartiendo pruebas. Sintió la mano de Bucky presionar su hombro y lo escuchó:
-Tranquilo, te acostumbrarás. Excepto Natasha, no sé como lo hace pero siempre saca la nota más alta.
-Podría enseñarte, Steve. No tengo problema en hacerlo.
-No te preocupes, me las arreglaré por mi cuenta-dijo guardando la prueba en su cuaderno- pero gracias de todos modos.
-¿Y yo qué? ¿Por qué no me ofreces ayuda?
Natasha solo rió y se volteo dejándolo hablar solo.
. . .
Lo bueno, es que no todo se resumía en el desagradable profesor de matemáticas. Habían asignaturas que lo hacían olvidar los malos momentos que producían ese alfa. Y uno de ellos eran cuando llegaba su profesora jefe.
-Jóvenes- dijo Virginia atrayendo la atención de todo el alumnado- creo que es momento de elegir a la comitiva del curso. Necesitamos a un presidente, vicepresidente, delegado, secretaria y tesorero. ¿Algún voluntario? Vamos, soy toda oídos.
Bucky levantó la mano inmediatamente. Pepper suspiró con un poco de resignación.
-James llevas siendo presidente de curso desde hace dos años. Dale la oportunidad a otro.
-Pero es que me encanta ser presidente- dijo el castaño con un puchero.
-Me temo que no. ¿Algún otro voluntario?
-¿Y al menos ser vicepresidente?-insistió el alfa.
-Podrías ser secretario tal vez. No es tan malo.
El joven asintió y tomó nuevamente asiento. Rápidamente tocó el hombro de Steve y dijo:
-¿Por qué no te candidateas?
-No creo ser bueno para el rol- dijo Steve mirándolo dudoso.
-Eres la persona más responsable y dedicada que he conocido, Steve. Incluso más que yo. Ademas, no imagino a nadie más para el papel que tú. ¿cierto Nat?
-Creo que por esta vez concuerdo con James-dijo la pelirroja dándose la vuelta- harías un buen trabajo.
-No lo sé.
-Mira, si tú te animas a ser presidente, yo me nomino para ser vicepresidente ¿qué dices? Los tres formaríamos un gran equipo.
Steve lo pensó por un momento, y la verdad es que le emocionaba la idea de ser presidente de curso. Y más aun cuando sus compañeros comenzaban a congeniar con él. Así que sin mas demora, se levantó del asiento y dijo:
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Tus ojos puestos en mi, Rogers.
RomanceSer el chico nuevo en la sala de clases es algo que no le gusta Steve Rogers, y más aun cuando se presenta ante él su nuevo profesor de matemáticas. Nunca hubiera imaginado que ese alfa de ojos cafés, no haría nada mas que sacudir su pequeño mundo.