Neón | SaMo

1.3K 84 18
                                    

Sana estaba tan emocionada, iría a visitar a su primo y a la ciudad, ¡A la ciudad!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sana estaba tan emocionada, iría a visitar a su primo y a la ciudad, ¡A la ciudad!

No lo había visto desdé qué su abuelo lo corrió al enterarse de su orientación sexual y eso pasó hace meses.
Yuta recuperó la comunicación con su tan querida prima por lo que decidió invitar a Sana a su departamento de soltero en la ciudad de tokyo.

Sana trataba de bajar su pequeña y vieja valija del tren, que aunque era pequeña era bastante pesada, pues no solo tenía ropa sino que también cargaba con los sueños y esperanzas de la jovencita. Después de tanto por fin había llegado al monstruo de tokio.
Ahora sólo quedaba esperar a Yuta, sacó su teléfono para avisarle que ya había llegado.
Luego de un par de minutos, Sana divisó a Yuta. Él mencionado agitó su mano y una enorme sonrisa apareció en el rostro del rubio.
Sana se abalanzó sobre Yuta y lo encerró en un cálido abrazo.
—dios, cuanto has crecido.—Yuta revolvió el cabello de Sana.

_______

Yuta abrió la puerta de su pequeño departamento.
—lo lamento Sana-banana, es pequeño pero es lo que me puedo permitir. No tienes idea de lo caro que es el alquiler aquí, con lo que pago podría comprar una mansión en nuestro pueblo.
Yuta no tenía ni que decírselo, pues lo primero que notó al entrar al departamento era lo pequeño que era, pero tenía un ventanal que mostraba un hermoso paisaje de la ciudad dando sus últimos minutos de atardecer y lo más importante, había paz y tranquilidad lo que Sana apenas y conocía.

—ven, por aquí dormirás.
Yuta caminó hacía la única habitación del pequeño departamento.
Sana observó la habitación que probablemente le pertenecía a Yuta, solo había un colchón individual y un closet que abarcaba casi toda la habitación, al lado de su colchoneta había cobijas amontonadas simulando una colchoneta.
Yuta llamo la atención de la pelinegra cuando dejó caer su valija en su colchoneta.—tú dormirás aquí—Yuta señaló la colchoneta—y yo ahí—esta vez señaló la colchoneta improvisada.

Sana solo rió, sabía que su primo no era tan mal anfitrión para dejarla dormir en la colchoneta.

—bien, ahora que sabes donde dormirás necesito que me hagas un favor.

[...]

Y ahí estaba Sana, tiñendo el cabello de Yuta de un color nada llamativo, sólo era un simple tono rojizo. Podía pasar desapercibido entre las cabelleras obscuras del japonés promedio.
—listo, he terminado.
Sana se quitó los guantes de látex y los dejó en la bolsa de basura.
—bien. Ve a alistarte que saldremos.
Yuta se levantó de su silla de plástico.
—iré a ducharme —Y sin más, Yuta desapareció dentro del cuarto de baño.

Sana permaneció en completo silencio por unos momentos, había muchas preguntas en su cabeza: ¿Qué se pondría?, ¿Se veía demasiado pueblerina?, ¿A dónde la llevaría Yuta a esas horas?
_______

Sana y Yuta caminaban por las calles del nocturno tokyo. A Sana le parecía que los anuncios de neón eran preciosos.
Los callejones se iluminaban de un rosa neón, era precioso.
—¿has estado en un club nocturno?—Yuta preguntó girando hacía la derecha
Sana sólo negó, observó el gran anuncio de neón que estaba frente a sus narices 'el closet', Sana río por el nombre del club nocturno. Estaba segura que se trataba de un bar gay.

Twice One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora