Twice One shots

Comida China | Jeongtzu

Entonces Tzuyu estaba ahí, situada frente a un local de comida china, lo gracioso era que estaban en Corea. Tzuyu entró al local con esperanza de que esa comida trajese los recuerdos de su hogar.
Entró con cautela golpeándose con los adornos "chinos", el sonido de una campanita se hizo presente junto con una chica castaña la cuál portaba un rostro cansado. La iluminación del lugar era bastante lugubre, incluso parpadeaba de vez en cuando, además hacía un calor infernal dentro del lugar, aún así, la morena permaneció en el lugar.

Tzuyu analizó la decoración que era algo cliché, globos rojos en todo el local y carteles en chino, la morena rió al leer los carteles, habían sido una completa estafa, pues el cartel tenía escrito "almohadas económicas", seguramente la persona que compro eso no sabía nada de mandarín. La taiwanesa se paró en seco al ver a una linda joven atendiendo, no se percató de lo bonita que era cuando entró.
Tzuyu se quedó quieta leyendo el menú, luego de leer con algo de problema se decidió, "un chow mein, por favor" Tzuyu pidió con pena. La joven del otro lado sólo asintió, metiéndose a lo que parecía la cocina.

Tzuyu se sentó en la mesa más cercana.
Jugueteo con las correas de su mochila morada tratando de entretenerse.

Unos minutos después se escuchó el tintineo de una campana. Tzuyu se levantó y se situó frente el mostrador, pidió un una coca-cola a la linda castaña que atendía. Antes de tomar su comida, Tzuyu observó a la adolescente frente a ella. Era muy bonita: nariz pequeña, ojos medianamente grandes, labios rosados, con un rostro cansado pero bonita al final de cuentas. Tomó la fuerza de buda, y se atrevió a hacer lo que en sus 17 años nunca había hecho, "gracias...b~bonita", lo último se escuchó distorsionado y algo gracioso, aún así la castaña lo entendió. Esa pequeña y mal pronunciada palabra hizo que la castaña sonriera tontamente, cambiando su expresión irritada. Esto había sido una gran paso para Tzuyu, pues con dificultad participaba en clase sin sonrojarse, pero la castaña era una excepción

La segunda vez que la taiwanesa visitó el local. La bonita castaña estudiaba en una de las mesas, su rostro concentrado era verdaderamente precioso, Tzuyu quiso presionar su dedo contra el ceño fruncido de la castaña, pues le parecía lindo y tierno. Esa vez pidió un chow mein, la diferencia aquí fue que se atrevió más y se despidió con "adiós bonita", que en la cabeza de Tzuyu se escuchó genial mientras que la perspectiva de la castaña fue muy diferente, la taiwanesa le recordaba a un anciano tratando de coquetear.

La tercera, el local se encontraba lleno. La castaña corría de aquí a allá intentado entregar todas las ordenes. Tzuyu pidió su chow mein. Durante su estadía en el ajetreado lugar sólo se dedicó a ver a la joven correr de aquí para allá. Antes de irse dejó su propina y un pequeño chocolate con una dedicatoria, "Aún cansada te ves preciosa", y se fue.

La cuarta definitivamente fue diferente.

Tzuyu no vestía uniforme, esta vez no tenía clases por lo que llegó más temprano de lo normal. Aún no oscurecía cuando llegó al lugar de comida China. Entró al lugar el cual se mantenía en silencio, movió por si misma la campanita repetidas veces hasta que salió un hombre pelinegro "aún no abrimos, puede sentarse y esperar", recomendó el hombre regresando al interior de la cocina.
Luego de unos minutos la linda castaña apareció haciendo sonar la campanita; aún vestía uniforme, tenía su cabello sostenido en una coleta alta, algunos cabellos se pegaban a su frente debido al sudor, al parecer había corrido. La castaña realizó una reverencia y corrió al interior de la cocina.
Pasó poco tiempo para que la joven apareciera de nuevo, al parecer se había arreglado un poco, traía puestos unos pequeños pendientes que colgaban de sus orejas y un poco de labial cubría sus cerezos.
Tzuyu se levantó instantáneamente y se acerco.

- quiero dos chow mein-Tzuyu pidió está vez sin pena, hoy sería el día en que le invitaría algo de comer.
Regresó a su lugar, sacó de su mochila una flor envuelta en papel, la había comprado antes de llegar al local. Suspiró profundamente, la inseguridad le decía que su obsequio era estúpidamente sencillo y barato, la castaña no era sencilla ni mucho menos barata como para recibir algo así, pero vamos, Tzuyu camina por 10 minutos para no pagar por el transporte; simplemente no se podía permitir algo más costoso.
Finalmente la coreana se situó frente a ella entregándole el tazón. Antes de que la joven se fuera Tzuyu rodeó su muñeca con su palma y le entrego la pequeña flor- algo marchita por el tiempo que pasó en su mochila.
La castaña parpadeó intentando comprender lo que sucedía, con timidez tomó lo que le ofrecía la morena. Instintivamente mojo sus cerezos, por último subió su mirada buscando en el proceso el par avellana que poseía la ahora no tan tímida morena, encontradose así con el nerviosismo que proyectaban los ojos de Tzuyu.
Carraspeó y finalmente se atrevió a hablar
-¿qué es lo que quieres? Tu cabello es lindo y largo, tienes piernas largas, un rostro proporcionado. Podrías tener a quién quieras pero estás aquí, intentado coquetear con una chica con ojeras, cabello desalineado y que todo el tiempo tiene el mismo peinado. Si lo que quieres es bromear es mejor que te detengas, no tengo tiempo para esto.
-yo...-la morena finalmente soltó la muñeca de la mayor. Tomó el pequeño tazón moviendolo hacía la castaña-quiero invitarte a cenar, consideralo una cita.
-bueno, no sé que decir... Nunca me habían invitado a salir cuando estoy usando un mandil mientras que estoy cubierta de salsa agridulce.-la castaña mencionó risueña mientras veía a la más alta.

Tzuyu no estaba en Taiwan, pero definitivamente se sentía en casa al ver los ojos obscuros de la joven coreana.

Mil años después. Una disculpa, estaba ocupada creando historias que tal vez nunca publique, pero bueno, hoy les traje este one shot Jeongtzu.

Mi primer ship de twice fue el Jeongtzu, sí, yo me pregunté.

Bueno ahora sí ya me voy, bye besos en sus colas