𝙈𝙮 𝙨𝙬𝙚𝙚𝙩 𝙥𝙧𝙤𝙨𝙩𝙞𝙩𝙪𝙩𝙚; |𝙨𝙘𝙮 + 𝙢𝙢𝙣| [G!P]

#02

ChaeYoung's POV

El día pasó como los demás; sin objetivos, sin ánimo, sin distracciones.

Cuidé de los negocios como me cabía cuidar, dando órdenes y firmando papeles.

En el momento en que el reloj marcó las ocho de la noche, salí de la empresa, dejando incluso algunos papeles inconclusos.

Dejé mi Porsche Cayenne estacionado y fui directo a Red Velvet, donde una noche interesante me esperaba.

—Tenía miedo de que desaparecieras por seis semanas... —JooHyun vino a recibirme tan pronto como entré al lugar.

Como la noche anterior, la iluminación rosa débil y la decoración de madera daban al ambiente el misterio y calor que buscaba.

—Tengo que quitar el perjuicio que les di durante ese tiempo, ¿no? —Sonreí, tomando mi vaso de whisky, que acababa de pedir en el bar.

—No iba a exigir nada, pero si tu conciencia dice que hagas eso... —Ella retribuyó la sonrisa— Entonces, ¿a quién quieres hoy?

—Estaba pensando en la chica de ayer. Mina. ¿Está libre? —Miré alrededor en su búsqueda.

—Voy a buscarla para ti, querida.

Me quedé en el bar, observando nuevamente a los hombres, y algunas mujeres, con prostitutas en sus regazos.

Sentía un poco de vergüenza por formar parte de eso, por actuar también de esa forma, pero yo ya había intentado ser correcta alguna vez.

Obviamente antes de que ella rompiera mi corazón.

—¿ChaeYoung?

Me giré y vi a Mina, vistiendo una blusa larga de cuello alto rojo, un pantalón negro y zapatos bajos.

—Buenas noches, Mina —Estaba muy bonita hoy.

Sus cabellos castaños estaban presos de una manera despreocupada en la nuca, no en una cola de caballo, sino en un chongo que dejaba suelto varios mechones rebeldes, que se moldeaban a sus hombros.

Era casi un desordenado intencional.

—Buenas noches. JooHyun me dijo que querías hablar conmigo.

—Ah, sí... Aunque "hablar" no es el término apropiado. —Sonreí, mirándola, pero como ella permaneció en silencio, continué— De todos modos, debo preguntar si estás libre ahora.

—¿En este momento? Eh... sí. Estoy libre. —Mina vaciló, mirando hacia los lados— ¿Pero JooHyun no te contó? Hay una nueva chica aquí. Llegó hoy.

—¿Sí? —Miré alrededor, con poco interés.

—Me pareció que debía avisarte, ya que te gusta... —Carraspeó al final, limpiando su garganta, como si fuera a decir algo inapropiado— "descubrir" a las mujeres.

—Gracias por avisarme. Voy a tomar nota de la nueva chica tan pronto como esté de salida. Estoy segura de que JooHyun tendrá el placer de presentarnos. Pero hoy te quiero. Todavía no me siento una buena conocedora de tu cuerpo.

—Ah... —Ella se limitó a decir, bajando la cabeza.

—Entonces, ¿me das el placer de tu compañía por los próximos treinta minutos?

—Está bien. Voy a mi cuarto. Te estaré esperando allí. Sube en diez minutos.

—Diez minutos... —Asentí.

Diez largos minutos después, entré a su habitación y la encontré exactamente como la noche anterior, con la diferencia de que esta vez, vestía una bata negra.