𝙈𝙮 𝙨𝙬𝙚𝙚𝙩 𝙥𝙧𝙤𝙨𝙩𝙞𝙩𝙪𝙩𝙚; |𝙨𝙘𝙮 + 𝙢𝙢𝙣| [G!P]

#03

Mina's POV.

Me desperté a la mañana siguiente con un sueño fresco en la memoria; ChaeYoung. Sábanas. Sexo. Orgasmo. Dinero.

—Bien... Mi propia conciencia contra mí.

Me levanté de mal humor.

Tomé un baño, pasé mi crema para hematomas y fui a tomar el desayuno.

Hablé un rato con las chicas, pero ya estaba de nuevo en mi habitación, encerrada, pero leyendo.

Me sentía protegía allí.

Era mi castillo particular; mi escondite.

Aunque me gustaba la compañía y la conversación de las chicas y de JooHyun, siempre pasaba la mayor parte de mi tiempo sola en la habitación.

Algunos me encontraban asocial, pero no me importaba.

En aquel día, más que nunca, necesitaba leer.

Siempre me habían gustado los libros porque siempre me llevaba a una realidad alternativa.

Una ficción donde podía vagar con mis pensamientos hasta el límite de la imaginación.

Muchas veces me encontraba imaginando mi propio rostro en los personajes. Y sí, siempre me encontraba patética por eso.

Pero ese día, no podía concentrarme en las historias.

¿Vendrá esta noche?

Mañana hablamos había dicho...

¿Me elegiría otra vez?

Podría elegir a la chica nueva...

Me hizo venirme... ¿Cómo lo hizo?

¡Maldita!

De esa forma, el día pasó.

La mitad del tiempo me concentraba en la historia en mis manos, pero la otra mitad estaba siempre ocupada por los recuerdos de ChaeYoung, de la noche anterior y la duda sobre lo que sería hoy.

A las nueve baje al salón, para lo que sería una noche de trabajo.

Pero aquella noche, no sería como las otras.

Sería peor. Mucho peor.

Me giré y vi a un chico guapo, cerca de los veinticuatro años, acercándose a mi.

—Hola. ¿Cuál es tu nombre? —Preguntó gentil.

—Mina. Mucho gusto. —Era mentira. No sentía gusto alguno en conocerlo, porque sabía lo que él quería conmigo.

—Lindo nombre. Yo soy NamJoon.

—Gracias, NamJoon...

—Tengo que decirte que eres hermosa. Me siento hasta sorprendido que nadie en este lugar te haya escogido aún... —Sonreír, una sonrisa desanimada y falsa— Entonces, ya que estás libre, podríamos divertirnos un poco. ¿Qué opinas? —Él habló, colocando un mechón de cabello detrás de mi oreja.

Sonreí igual que antes.

—Claro, NamJoon. Voy a subir a mi cuarto, es el tercero del corredor. Dame cinco minutos y sube. Voy a estar esperando.

—Allí estaré... —Y sonrió, pero en sus ojos había malicia.

Cinco minutos después, vi la puerta abriéndose.

NamJoon entró en la habitación y cerró la puerta.

—Estoy con mucha, mucha hambre, Mina. Vas a tener trabajo esta noche. Ya hablé con JooHyun, pagaré lo necesario... —Y diciendo aquello, él sacó un cheque de su billetera— Tú y yo esta noche, preciosa.