RAÉM 「Namgi」

005

— ¡Yoongi! ¡¿Qué pas?! —

Y ahí estaba, vomitando en los baños de la discoteca donde nos habíamos reunido con unos amigos cercanos.

Terminé de vaciar mi estómago y limpié con la palma de mi mano el rastro de vómito de mis labios.

—¿te sientes mejor?— la voz preocupada de Jimin me hizo voltear a ver su rostro.

—Si... Creo que bebí demasiado— sonreí para calmarlo y me paré, pues me había tirado a abrazar el inodoro para mejor comodidad, caminé al lavado tomando un poco de agua para enjuagar mi boca.

—Yoongi, tomaste un batido de frutas de bosque sin alcohol— me pasó una toalla de papel y la tomé con gusto.

—Pues tal vez lo que comí en la tarde no estaba en buen estado— deseché la toalla usada.

—¿dudas de mis artes culinarias?— levantó una ceja por la duda.

—Entonces fue el trago, problema solucionado, vamos a casa— salí del baño y visualicé a mi mejor amigo y a su novio en la barra, me acerqué a ellos con Jimin a mi tras.

—¿Te encuentras bien?— se levantó de donde estaba con una mirada preocupada.

—Comí algo que me cayó mal, eso es todo—

—Es un terco, no lo harás creer lo contrario— dijo Jimin pagando los tragos que habían consumido nuestros amigos y los que iban a consumir, él había prometido pagar todo, ya que le habían dado su primer sueldo en la academia de danza.

—Lo sé, pero tal vez piense lo de ir a hacerse un chequeo médico, ha tenido mucha fatiga últimamente, más de la normal y no estás comiendo bien — tomó mi abrigo de un asiento y me lo tendió.

—Tal vez tengas razón— tomé mi abrigo y me despedí con un abrazo de mi amigo y otro igual con su pareja, busqué con la mirada a los demás invitados, se encontraban en una esquina conversando muy apegados entre ellos, ni me molesté en despedirme y me adelanté a salir del local.

—Adiós chicos, Namjoon, deberías ir a buscar a tu hermano, no creo que quieras ser tío tan jóven— escuché decir a Jimin antes de cerrar la puerta al salir y ser recibidos por una leve nevada.

Jimin me ayudó a subir al auto y en silencio nos dirigimos al nuevo departamento donde comenzamos a vivir hace unas semanas, nuestra casa, solo para nosotros dos y el condenado gato de aproximadamente un año de edad que había encontrado Jimin hace tres días.

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—¿Crees que a Woo le guste este tipo de ropa?— Jimin me mostró por quinta vez la foto de un gato en traje de dragón, debo admitir que es tierno.

—Amor, te cambio la pregunta ¿Woo se ve como el tipo de gato que usará este tipo de ropa?— le sonreí, mi novio estaba gastando en el gato a lo pendejo, hace unos días le compró una cama de lujo y el esponjoso animal duerme sobre una silla de la cocina, también tiene muchos juguetes de lana o goma pero se entretiene con morder las patas de la mesa de madera de la sala de estar.

—Es cierto... Bebé, tienes razón... Esto no representa todo el swag de mi nena, buscaré algo de su estilo—

Seguiría convenciendo a mi novio que era inútil comprarle cosas al gato si ni las iba a usar, pero una enfermera se acercó a nosotros.

—¿Señor Yoongi?—

Asentí.

—El doctor está que los espera— nos señalo con una mirada la sala a donde teníamos que ir y siguió su camino.