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Si Yoongi no hubiera ido a esa clase de autocontrol, tal vez hubiera pateado a Jimin hasta matarlo, pero no, debía pensar que alterarse le haría mal al bebé que llevaba dentro.

Esquivó a ambos chicos y salió del departamento apresurado.

—No, Yo-Yonngi no es lo que crees...— Jimin dejó caer a su amigo a una silla cercana y persiguió a su pareja —Lo que dijo no es cierto, él está borracho, luego de la fiesta me llev—

—No, Jimin, obvio no es lo que creo y soy un puto histérico de mierda. Vete al carajo, Park. No me vuelvas a hablar— caminó aún más rápido y tomó el elevador, una anciana estaba en él y saludó a la pareja con una sonrisa, Jimin subió también y se quedó observando a su mayor.

—Yoongi, por favor...— rogó en un susurro mirando al más bajo ignorarle por completo.

—Señora Chan, ¿es un bordado nuevo lo que veo en su bufanda? —

—Oh, ¿Lo notaste? Esta vez usé el método que encontré en yutuve, gracias a que mi estúpida nieta me compró un nuevo celular sin botones, ya era hora que me dé algo aparte de ovillos de lana, esa niña piensa que vivo de tejer... Bueno, en parte si — la mujer presumió su bordado sobre su bufanda.

—Si, es muy hermosa— sonrió Yoongi y al notar que apenas se abrían las puertas salió apresurado sin detenerse a despedirse de la anciana. Jimin tardó en reaccionar y cuando ya estaba en la entrada de su departamento el castaño ya se encontraba subiendo a un taxi.
Jimin suspiró, luego hablaría y aclararía las cosas con Yoongi.

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Alcohol.
Odiaba el alcohol.
Sabía que no debía tomar si estaba embarazado.
Lo sabía muy bien, pero la ira contra su novio fue tan grande que lo había olvidado al parecer.

Odia el alcohol.
Odia el vaso de cerveza que tiene ahora.
Odia que Namjoon se tarde más de 30 minutos luego de decirle que estaba apresurado por volver a su casa.
Y ahora odia más que Namjoon simplemente haya entrado al bar, sentado a su lado y pedido una cerveza.

Ahora miraba a su mejor amigo como si deseara meter su cabeza dentro del gran vaso.

—¿Me puedes decir por qué mierda estás tomando una maldita cerveza y no llevándome a mi casa?— se quejó aún mirando a Namjoon tomar del líquido alcohólico, vió como la nuez de Adán se balanceaba de manera pausada, se detuvo y dejó el vaso sobre la barra, hizo un gesto con la mano, el barman tomó el vaso y le entregó otro lleno.

—Ah... Yoongi, ¿Por qué mierda los pasivos son tan molestos? Obvio tú no, gatito— la mueca de molestia en sus labios dió a entender al de cabellos marrones a que se refería.

—¿Tuviste una pelea con Seok?— tomó de su vaso, déjalo completamente vacío.

—¿Puedes creer que defendió al idiota ese?— las palabras salían con furia —No puedo creer que me haya dicho que últimamente no le he prestado atención y no tengo derecho a ponerme así por esto— tomó de forma apresurada la cerveza y al dejarla sobre la barra ya otra estaba al alcance de su mano —Bueno, tal vez... No recuerdo nuestra última cita...— se rascó la nuca jugando con el vaso en su mano.

—Hey, yo estuve ahí, fue hace una semana— participó Yoongi recibiendo ahora un mojito del barman, ni siquiera lo había pedido pero al parecer el chico tenía pensado que ambos amigos iban a tomar mucho esa noche —Fue divertido, el parque de atracciones fue genial y comimos helado, recuerdo que por accidente tiré el mío a tu playera y tuviste que usar una de los objetos perdidos... Te veías muy elegante con esa musculosa con diseño de tigre — se carcajeó en su forma característica y tomó del largo vaso.

RAÉM  「Namgi」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora