♥Utilizado por Placer♂ (AllxJin)

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Recostado en algún lado del ascensor Jin sufría espasmos por el temor de ser atrapado por su padre, ya tiempo atrás había luchado de escapar de las garras de él, pero parece que todo ese martirio no era suficiente, su progenitor lo quería hacer sufrir, y esta vez iba enserio.

El rubio miraba la pantalla donde aparecían los números de cada piso, el sudor se presentaba. Cuando la pantalla indico el 1° piso las puertas se abrieron. Jin salió disparado del ascensor, observo ambos lados del lugar, no había nadie. El rubio tomo esa oportunidad y corrió en dirección a la salida, sus ojos brillaban, él no creía que iba ser tan fácil escapar de su padre nuevamente. Pues fue una fatal equivocación. 

Empujo las puertas de cristal enfrente de él, el aire fresco lo calmo. SeokJin limpio sus lágrimas con las mangas de su camisa. Tenia que lucir bien, necesitaba ayuda y por ende su presentación era deplorable. Trato de arreglarse y se encamino a la parada de automóviles, escogió uno y se subió.

– Por favor llévame a...

Sin terminar su oración el auto arranco, el rubio dio un brinco en su asiento al sentir dos manos tapar sus ojos y boca. Lo sujetaba con gran fuerza. El rubio se maldijo a sí mismo por no fijarse bien quienes estaban en el auto que subió. Él debía de suponer que su padre le tendría una trampa, SeokJin se removía tratando de quitar la mano de su boca para que pueda gritar. Entre tanto intento inútil Jin pensó [Que estúpido soy, ¡maldición! SeokJin. Ahora como escapare, ¡joder!]. 

– Silencio princesa – acercando su aliento al cuello pálido del rubio hablaba el hombre extraño – pronto llegaras a casa, fue un encargo de tu papi.

Jin a cada momento se removía con fuerza, lo cual no servía para nada, el hombre que lo agarra poseía una fuerza superior a la de él. El camino era largo igual que el tiempo que transcurría. Hasta que en un punto el auto se detuvo, el que iba conduciendo bajo del auto, el otro hombre que agarraba a Jin bajo también del auto.

Jin sentía claramente como amarraban sus manos y el sonido de la cinta metálica siento cortada. De unos cuantos forcejeos más, a SeokJin se le fue colocada la cinta en dirección de la boca, para que así no gritara por ayuda.

– Avanza a tu nueva casa princesita – se expresó en burla uno – llevas fachas de ser puta no creo que te afecte este trato ahora – empujando el cuerpo del rubio siguió hablando.

Se encontraban en un edificio. Las tres personas ingresaron al ascensor, uno de ellos marco el noveno piso, el tiempo de espera fue corto, las tres personas salieron del ascensor, caminaron por el largo pasillo hasta que se detuvieron en una puerta, número 215°.

– Desde ahora vivirás aquí – marcando la clave ingresaron los tres – dejaremos esto aquí – dejando la maleta en un costado del lugar habló.

– Ellos ya vendrán por ti y te desataran – tirando al rubio en el suelo comento el otro. Así ambas personas se retiraron.