Una cita con Ramón rockero (En edición)

Una cita con Ramón rockero (Parte 2)

Capítulo 2.

—¡Wow, Ramón! —Las lamidas tomaron por sorpresa a Poppy, quien por pura inercia apartó al troll de su espacio personal, poniendo una mano en la mejilla del contrario, casi de inmediato, sintió culpa por haberlo rechazado, pero es que no esperaba ser recibida así por su novio quien siempre la abrazaba y besaba con delicadeza y no como un lobo hambriento, esperó un gruñido enojado por parte del troll azul, muy por el contrario, Ramón tomó la mano de la reina troll y la frotó con delicadeza contra su rostro y oliéndola a profundidad, para luego depositar un gentil beso en el dorso de la mano, traicionada por sus emociones, sonrió encantada con aquel gesto tan caballeroso— ¡Uy Ramón! No sé qué tienes pero creo que me gusta —Poppy sonreía con ternura, las maneras galantes de Ramón acabaron tomando un poco de brusquedad, agarró su muñeca y repartió un camino de besos por su brazo con mucha desesperación hasta llegar a su boca y plantarle un salvaje y profundo beso francés, ¿Desde cuándo era el tan asertivo? En toda una vida de conocerlo, era ella quien tomaba la iniciativa, intentó apartarlo en vano pues quería una explicación antes, por mucho que le gustara un Ramón atrevido, debía admitir que algo andaba mal, esto no era normal en él, Ramón la arrastró hasta acorralarla contra la pared mientras la tomaba de las muñecas para que dejara de intentar escapar, la besó de forma tan salvaje que poco a poco la joven reina cedió hasta derretirse, se sentía tan extasiada que perdió la noción de la realidad, dejó que el introdujera su lengua y la moviera tanto como le plazca mientras sus manos curiosas la recorrían entera haciéndola estremecer, después de que a ambos se le acabara su ración de oxígeno y los labios les ardieran, se apartaron y miraron el uno al otro, Poppy pudo ver en los ojos del contrario una pasión desbordante, casi animal, por unos momentos pudo jurar que estaba frente a una bestia hambrienta la cual no sabía si iba a tomarla o a devorarla, fue honesta al admitir que tuvo un poco de miedo.

—¿Porqué eres tan perfecta? —El troll azul apenas si pudo articular palabras, pero lo hizo en un tono tan sensual que hizo desvanecer el miedo y provocó en Poppy corrientes que recorrieron su espalda, haciéndola sonreír como nunca lo había hecho.

—Awww Ramón que dulce fue eso, nunca te comportas así —sonrió aun atontada por aquel momento salvaje, su cordura y raciocinio regresaron de pronto, era verdad, el usualmente no se comportaba de aquella manera tan atrevida, ¿Dónde se había marchado su tímido y adorable gruñón?—, es cierto, tú no eres así ¿¡Qué rayos te ha ocurrido!?

Poppy apartó a Ramón mientras buscaba un teléfono por la zona, de las pocas personas que tenían tecnología en la villa Ramón era una de ellas, llamó directo al celular de la reina Esencia, el timbre del teléfono sonó por unos segundos que se sintieron como horas para la reina rosa.

— ¿Poppy? —Al otro lado de la línea la reina funk contestó.

— ¿Pondrían ser tan amables de explicarme que rayos está pasando aquí y porqué Ramón es un zombi rock de nuevo? —Poppy quería explicaciones de lo que le había sucedido a su novio, las exigía.

—Oh, linda, es que nosotros...—Al otro lado de la línea se escuchó como el teléfono era arrebatado.

—Vea mija, no pregunte y solo aproveche en bug, ya tu sabe mi reina —Tresillo habló al otro lado de la línea, nuevamente el teléfono fue arrebatado por otra persona.

— ¡Largo de aquí degenerado! Ugh... ¿Poppy? Soy Barb, iremos al grano, vimos como tu noviecito y tu tenían problemas, tu no escuchabas y él es muy tímido, así que no saldrán hasta que hayan hablado —Barb no se fue con rodeos, dejó las cosas claras para Poppy que no pareció tomárselo muy bien.

— ¿Hablar? ¿¡HABLAR!? ¡PERO SI APENAS SI DICE...! ¡AAAAH! —Poppy fue sorprendida por Ramón quien la abrazó por la espalda sin previo aviso, la besó repetidas veces en la mejilla y dieron vueltas hasta quedar enredados por el cable del teléfono.