Amamos sin piedad, es que muchos no tenemos otra forma de amar y yo lo amé así, como se amar.
Di todo por ti, te defendí de todos como si nunca me fueras a fallar, te entregue mi corazón y lo volviste cenizas para después dejarlo caer de tu mano, entre tus dedos. Te di mas de lo que podía dar, te di tanto que ya no queda nada, ni para un nuevo amor, ni para mi.
Y si, puede que muchos crean que no es así, que llegara un nuevo amor y volveré a florecer, en verdad es que es algo tan nulo, tan imposible, siento que no volveré amar, a sentir y dar todo lo que te di, desde que te vi sentí que llegaste con un propósito a mi vida, no estaba equivocada ya que ese propósito era destrozar cada parte que me hacia feliz.
Llore tanto por ti, llore un año entero y llevo otro lamentándome por haberte amado, por haberte dejado entrar a mi vida, por haber dejado todo lo que componía mi ser para remendar el tuyo, pero es que jamas iba a lograr hacerte feliz, completarte. Porque mientras tu mirabas a otro horizonte, yo te veía, te soñaba cada noche, cada instante en el cerraba los ojos pero tu aun con los ojos abiertos soñabas con ella.
¿Es que acaso yo merecía ser la otra?. Jamas lo sabre, siempre tuve el lema de que no me metería en relaciones, que la persona que estaba conmigo solo seria así, conmigo. Pero tu llegaste, tenias a alguien y aun así dejaste que me enamorara, que diera todo por ti para después irte con ella y dejarme sin razón alguna para seguir, para dejarme a la deriva.