-¿Señorita abril ya está despierta?.-la doncella tocó suavemente la puerta para no asustar a la joven que se encontraba dormida bajo esas tibias cobijas de seda que la tapaban hasta la cintura.
la mujer abrió lentamente los ojos hasta que se topó con unos unos cafés asustadizos que la miraban con admiración.
-Buenos días señorita abril, es hora de su desayuno con el príncipe Lukas.-abril la miró con desgana estaba relativamente cansada por leer y escribir informes anoche que prácticamente se olvidó del príncipe con el ego hasta las nubes.
Ella trabaja con su padre para que no se lleve todo el trabajo, el cuidar un reino no es fácil, y mas si ella tomaría el mando después.
-Lucy, prepara un baño de tina con las flores azules.- Lucy asintió y fue a prepararle su baño.
Después de cinco minutos abril decidió levantarse, puso sus pies en el frío suelo de mármol de su habitación, su cuerpo desnudo era lo que resaltaba en ese lugar, las curvas de su cuerpo y su cremosa piel blanca eran un mar inexplorado, en ese instante llegó una apurada Lucy con toallas en sus manos y una bata para su joven señora.
La ropa que eligió Lucy para su señorita era espectacular, un vestido largo de tela delgada del mismo color de su hermoso cabello blanco, descalza caminaba por su palacio con el mentón en alto como la digna princesa que es, eran las diez de la mañana y estuvo haciendo esperar al príncipe por dos largas horas, se preparó mentalmente para estar desayunando con el príncipe que por más simpático se comportará frente a ella más le desagrada su ego y su presencia tan altanera.
caminó lentamente hasta llegar al gran salón donde unos guardias se inclinaron en modo de saludo y abrieron las grandes puertas para ella, observó a su padre y a su nueva esposa junto con el príncipe tomando una taza de té.
caminó bajo la dura mirada de su padre, pero a ella no le importo en absoluto no tenía ni una pizca de vergüenza, así que llegó a la mesa dorada, decorada con hermosas tazas de té, se sentó al lado del príncipe que la miraba de pies a cabeza.
-Buenos días.- saludó con cortesía abril, pero con el tono de burla que la caracteriza, todos menos su padre la saludaron, aún no entendía cómo su padre se enojaba por pequeñeces, durante la mañana hablaron de trivialidades y ocurrencias que salían de la boca del príncipe Lukas, era tan aburrido para ella que decidió salir de una vez.
-Estaba delicioso, nos vemos en otro momento.- dijo una fría abril levantándose de su lugar pero una rápida mano toma la suya deteniéndola, Lukas la miro y miro al padre de abril, este asintió con una sonrisa en el rostro.
-Princesa abril, seria tan amable de hacerme el favor de hablar conmigo en el jardín de los espinos.- ella solo suspiro con aburrimiento, ya sabia lo que venia ese "querer hablar con ella" pero aun así no entendía cuál es la desesperación por tomarla como esposa.
-De acuerdo, pero después de hablar quiero que me deje tranquila.- Lukas se tensó a su lado y ella sonrió triunfante de dejarle en claro otra vez que no quería saber de él.
En silencio los dos de encaminaron por el largo pasillo que atravesaba y conectaba el castillo con el jardín, cuando llegaron, se miraron frente a frente en la gran pileta donde diferentes aves tomaban agua, sin más que hacer el príncipe se arrodilló ante ella y tomo su mano, le dio un frío beso y la miró con esos ojos verdes que parecían dos esmeraldas, lo que mas tenia abril era la paciencia pero en algunos momentos se llegaba a cansar de cuál problemática es la situación, pero una vez más decidió que se lo tomaría con calma, lo que el príncipe estaría apunto de decirle ella ya lo sabia
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Mi alma es tuya
FantasyCuando dos personas se aman no tienen límites, eso es lo que ellos creían pero las cosas del destino no son para nada fáciles, sus clanes son enemigos, quizás ¿habrá una oportunidad para su amor? aun así ella le pertenece y lo dará todo, porque mi...