Capítulo 15.

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»No hagas cosas buenas que parezcan malas"...

Tal vez ya es demasiado,mucho drama para alguien joven...pero en aquel entonces era muy normal ver a muchos adolescentes con un estilo de cabello largo para pretender tapar sus rostros,muy delgados,vistiendo con pantalones ajustados,playeras negras,de uñas pintadas a color negro y con una extraña manera de querer sustituir sus sentimientos depresivos cortándose con navajaz en partes como: Brazos,piernas,pecho. Muchos de ellos llegaban al suicidio por no sentirse entendidos con nadie y escuchaban canciones deprimentes para continuar llorando y cortando la piel de sus cuerpos,a ellos les llamaban: "EMOS". Si bien Héctor podría ser uno de ellos,era más el coraje que sentía que la tristeza de aquel momento desagradable con Erick,pero el hecho de que lo fueran apartando de su hermano lo hizo sentir que el mundo era una verdadera porquería al ser injustos con quien no lo merecía,se fue sintiendo sólo y noto que no contaba con amistades que valieran la pena,quizás las nuevas personas que él iba conociendo podrían formar parte de su vida y no sólo una etapa... lo que pedía con ansias era ser escuchado y llorar en los brazos de quien lo hiciera sentir seguro. Poco a poco Héctor se fue hundiendo en depresión sin darse cuenta que se volvía en algo muy similar a los "EMOS",sus padres dejaron de intentar entenderlo y comenzaron a tratarlo de manera aún más exigente para fortalecer su carácter pero él se había vuelto una persona triste y tímida después de haber sentido que era el villano de la historia.

-kevin!!! Mira hermano,ven correle!!!

-Chi,ya voy!!

-kevin!!!,ven a acá,no te vuelvas a meter a donde está tu hermano si no quieres que te pegue tus nalgadas eeh. Te estas quieto,aquí sentadito...»decía la madre de Héctor,regañando a kevin«

Una vez más Héctor llamo a su hermano:

-Kevin!!!,ven hermano!! »gritaba Héctor desde su cuarto«

-No Héctor!!! Deja en paz a tu hermano,esta sentado pero déjalo en paz o para que lo quieres?!!!

-es que...Pues le quería enseñar una página de juegos que encontré en la computadora,por si quería jugar. »respondió Héctor con un tono de voz un poco triste y ligeramente tímido«.

-Pues NO!!! Tu deja en paz a tu hermano,no quiero que lo molestes y mejor ponte a hacer algo de provecho en lugar de estar pegado a la computadora.

-Pero...Pues es que.

-Nada,callate ya!!!

-Es que no le quiero hacer nada malo pero sólo quería que jugábamos un rato. »Dijo Héctor con su voz temblando y casi llorando«

-QUE TE CALLES!! »Gritaba su madre,dándole una bofetada en la mejilla derecha« Ya terminaste tu tarea?!! Mejor haz la si no quieres que te suelte otro madraso en el hocico...ahí vas,a chillar otra vez,o sea cuando no estás de conteston y con tus getas,te la pasas chillando...CHILLON,MARICON!!!

Héctor sentía que la sangre corría en sus venas se calentaba,mientras cerraba el puño y apretaba con fuerza la mandíbula,acariciandose su mejilla derecha y mirando fijamente a su madre retandola con una simple expresión en sus ojos,asi como sus lágrimas corrían por sus mejillas...tal vez no era la manera correcta de buscar ayuda pero después de todo: habría que ser fuertes para enfrentarse a los demonios que en él crecían y que todos pudieran ver como "falta de carácter"...

-Que me ves así? Quieres que te suelte otro madraso para que me dejes de ver así?!!!...Chamaco baboso.

Héctor sabía que lo mejor era retirar su mirada aunque eso también pudiera ser señal de que nadie ahí ganaría más que su madre y darle la razón era injusto también,así que sólo se sentó a orilla de su cama...se tocaba su mejilla caliente por aquella bofetada y lloraba con la rabia que pretendía ocultar,ese coraje y esa tristeza acumulados que no le permitían sentirse con la suficiente confianza,pues era lo contrario: sentía que las cosas no eran para nada justas y a comenzó a pensar que a esos "EMOS" a quienes él veía como débiles y estúpidos tal vez era con los que más se sentía identificado...Héctor se levantó de la cama y se dirigió a tomar un baño,reproduciendo una de las canciones que escuchaban aquellos chicos:

Un gran Varon. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora