¿Cómo decirtelo?

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Era tan noche que las aves dormían y la ciudad descansaba, a esa hora la mayoría debía estar durmiendo y como mínimo lo que esperabas ver sobre el cielo era uno que otro avión pasar.
Así que lo que menos esperarías es ver una chica volar por los aires, y más que volar balancearse por entre los edificios de la bella ciudad de París.
Su traje era rojo por lo que camuflarse en la noche era algo complicado a diferencia de su compañero que a duras penas lograrías divisar a distancia.
Sumándole el echo que toda Francia incluso medios extranjeros la conocían, ella era una heroína que había prometido proteger a París de cualquier mal que les aquejara y a tres años, casi cuatro de esa promesa seguía en pie, firme luchando contra los enviados de Hawk Moth .
Dio una vuelta triple por los aires antes de aterrizar con elegancia sobre uno de los tejados de uno de los edificios más altos de la ciudad.
No era su destino, de echo no tenía un destino fijo, solo deambulaba hasta que algo mejor dicho alguien llamó su atención.
Camino con sigilo hacia él, sus pasos eran livianos como alguien que camina sobre una nube por lo que no era de extrañarse que él se asustara y pusiera alerta al sentir una mano sobre su hombro.
Había puesto su bastón en lo alto listo para su ataque.
Suspiró aliviado y bajo el arma casi al instante.
–Uff Ladybug vaya que me asustaste.
Ella sonrió.
–Vaya conciencia tendrás gatito.
Se sentó a su lado, déjando que sus pies se balancearan.
Movió las piernas como una niña pequeña lo hace sobre una silla alta la cual no permite que sus pies toquen el suelo. Y colocó las palmas de sus manos sobre el suelo que estaba algo frío pero ella casi no lo sintió.
–No esperaba verte por aquí–dijo ella alfin.
–Si, hoy no tocaba patrullar ¿cierto?
–Umm–coloco su dedo en su mentón y se dió unos toquesitos fingiendo pensar–Creo que no.
Él suspiró.
–Así que ¿has decidido dar un vistazo por si había algún problema?
Eso era lo que ella hacía de vez en cuando y él lo sabía, la había visto desde su habitación en su forma civil
–Sabes creo que somos los únicos locos despiertos a esta hora. Incluso Hawk Moth debe estar sobre su cama abrazando su osito de peluche.
Él hizo una mueca similar a una sonrisa.
–Probablemente sueñe que obtiene alfin nuestros Miraculos–comento después de unos segundos de incómodo silencio.
El gatito nunca se paraba a pensar mucho en sus bromas por lo que Ladybug intuyó que algo iba mal.
–Chat...¿por qué aún estás despierto?
–Bueno podría preguntarte lo mismo.
–No podía dormir eso es todo–se encogió de hombros y desvío la mirada.
Ni de broma la voltea a ver.
–¿Y tú?
Suspiró.
–Tampoco podía dormir, pensé que salir un rato me ayudaría a pensar y despejarme un poco.
–¿Pensar en qué?
–Bueno yo...–levanto la mirada y contempló las estrellas–¿Alguna vez te has enamorado de alguien?
La chica con disfraz de catarina se sonrrojo ante tal pregunta.
Claro que lo había echo, claro que lo estaba.
Se había enamorado.
Enamorado de él.
Hacía un tiempo desde que ella había comprendido que lo que sentía por Adrien Agreste no era amor, el amor se construye, se forma poco a poco con pequeñas acciones, con grandes momentos juntos.
Casi no había convivido con Adrien en comparación, en cambio pasaba cada día de su vida al lado del chico frente a ella y a pesar de que eran la misma persona ella no lo sabía.
–Yo...sí, claro que he estado enamorada. Yo ahora lo estoy...Chat...yo...
Él soltó un gruñido lleno de frustración.
–¿Por qué el amor es tan complicado?
Ella levantó una ceja.
–Supongo que eso es lo que lo convierte en algo mágico ¿no?
–Eso creo–dejo de contemplar las estrellas y miro hacia abajo–Pero no lo sé, debería de ser menos difícil.
–No me habías dicho que tenías novia–dijo con cautela, casi en susurro.
–Porque no la tengo–suspiro–Y ese es el problema.
–Ohhh...Sabes casi no hablamos sobre nuestras vidas civiles y eso es debido a los akumas pero ya sabes, creo que esta será una noche tranquila ¿por qué no me cuentas más sobre tu problema?
Alfin el chico se giro para verla a los ojos. Estaba algo sorprendido.
–No lo sé Ladybug, quizás te parezca tonto.
–Nada de lo que me dices parece tonto, ni siquiera tus bromas.
Él sonrió un poco.
–Además, será divertido escuchar como usas esos dotes de seducción que solías emplear conmigo–le dedico una sonrisa que escondía un poco de tristeza.
Marinette no era la única en haberse dado cuenta de que implica estar enamorado de alguien y no solo sentir atracción o admiración.
Adrien admiraba a Ladybug, era una chica fuerte o almenos debía serlo por París pero en realidad ella no compartía mucho sobre sí, era muy cerrada con respecto a su vida ¿y cómo se puede estar enamorado de alguien qué no conoces realmente? Sí, Adrien admiraba a Ladybug pero ya no creía amarla, más por el echo de que creía nunca sería correspondido.
En cambió ella, esa chica que veía a diario y con la que hablaba casi todos los días, compartía toda clase de cosas sobre sí misma desde datos poco relevantes como algo ocurrido en la escuela hasta cosas más importantes como su relación con sus padres. Eso le llevo a enamorarse de ella y olvidar a Ladybug.
–Okey–suspiro–Puede que en mi forma civil yo no sea tan seductor y bueno con las chicas–desvió una poco la mirada–Bueno, les gustó creo pero no es porque yo les insinue algo o coquete con ellas, de echo básicamente nunca he podido coquetear con esta chica.
Ladybug analizó un poco las palabras de su compañero.
–Un Chat Noir sin coquetear, vaya eso sí que no se escucha todos los días. Tratas de jugar conmigo ¿cierto?
Él sonrió y negó con una sonrisa.
–Soy totalmente sincero.
–Increíble. Bueno cuéntame más sobre esta chica.
–No lo sé Ladybug existe una posibilidad de que la conozcas.
–Lo creo poco probable, sonrió. A menos que tengas pésima suerte y resultará ser yo esa chica–dijo en tono bromista–En todo caso creo que sería buena suerte... almenos para ti.
Ambos sonrieron.
–Dudo mucho que puedas ser tú Ladybug. Pero esta bien te contaré un poco de ella, la conocí hace unos años en la escuela, digamos que no fue la mejor primera impresión que pude haber dado.
–¿Por?
–Hubo un malentendido así que digamos al inicio yo no le agradaba mucho que digamos, en realidad creo que me detestaba.
–Si, fue un mal inicio entonces.
–Pero después todo se arregló incluso ahí inicio nuestra amistad. Las primeras veces no hablabamos mucho, sabía que ya me había perdonado pero ella no se prestaba mucho a la conversación a veces siento que me evadía.
–¿Y era así?
–La verdad no lo sé.
–¿Cómo lograste que una chica a la que no le agradabas mucho y te evadia se convirtiera en una amiga? me cuesta creerlo.
–Le pedí disculpas y le expliqué cuanto pude acerca de lo que había pasado yo...no había tenido mucha interacción con chicas así que era difícil pero hice lo mejor que pude. El porque nos hicimos verdaderamente amigos fue más una cuestión de extensión. Mi mejor amigo y la mejor amiga de ella son novios.
–Así que tenían que convivir.
Él asintió dándole la razón.
–Al inicio todos éramos personas por conocerse, después amigos por extensión, ellos se enamoraron y comenzaron a salir y en cuanto a ella, bueno después de casi año y medio de una comunicación que fue evolucionando poco a poco nos volvimos verdaderos amigos.
–Y te enamoraste–dijo en susurró sin poder ocultar aquella decepción.
Siempre se lamentaba por no haberle dado una oportunidad, el gatito se la merecía y ella siempre se la negaba, siempre por Adrien. Hacía tan solo un año cuando ambos cumplieron dieciséis que todo se volvió obvio para ambos respecto a quien querían y los papeles se invirtieron por donde quiera que se le viera.
–Y me enamoré–dijo con una sonrisa de oreja a oreja–Cuando ella dejó de ser tan tímida conmigo me dejó conocerla mejor, pero fue hasta hace un año que me convencí de lo que sentía por ella, trate de negarmelo porque creí que era simple amistad pero este último año hemos hablado casi todas las noches. Y a lo largo de esas pláticas fui conociendo su verdadero yo y me enamoró, cada vez me siento más atraído por ella además de que siempre fue bonita pero con el paso de los años se volvió hermosa. La chica más hermosa de todas.
Los ojos le brillaban al hablar de la chica que estaba enamorado, en cambio Ladybug rodaba los suyos poco interesada en los dotes de aquella chica que estaba robando el amor del gatito.
Chat continuó hablando y hablando sobre aquella chica, diciendo cada una de sus cualidades pero Ladybug dejo de prestar atención después de que le escuchó decir "la chica más hermosa de todas".
Estaba sumida en sus propios pensamientos con la mirada perdida hacia el horizonte, a Chat le tomo unos minutos darse cuenta de que le hablaba a la nada.
–....además de que ella...¿Ladybug?
–¿He?–movió la cabeza un par de veces para despejarse–Lo siento, no escuché lo último–alfin lo miro.
–¿Qué mirabas?–movió la mirada hacia donde creyó estaba la de ella hacía unos segundos–Oh ya–dijo con una sonrisita burlona–Interesante vista ¿no?
Ella no entendía a que se refería, levantó una ceja y se giro un poco para ver lo mismo que el gatito sorprendiendose de encontrarse justo con ese rostro.
–¿¡Qué!? yo no estaba viendo eso.
Esa era la verdad pero el repentino sonrrojo sobre sus mejillas decía justamente lo contrario.
–Relajate my Lady, es un modelo guapo después de todo–dijo en tono bromista.
En esas palabras lo único que le importaba era que después de mucho tiempo le había vuelto a decir "my Lady" pero no podía mantenerse en su ensoñación y decidió restarle importancia a los que él mencionó.
–Bueno todos los modelos son bien parecidos después de todo–y para safarce un poco del asunto añadió–Aunque de todas maneras yo me estaba fijando más en el atuendo.
Ambos se giraron para mirar el enorme anuncio, no era difícil de notar dado que estaba en el edificio de al lado y estaba siendo iluminado por dos lámparas muy grandes.
Ladybug leyó lo inscrito en el anuncio.
–Se un héroe, viste como uno. Colección marca Gabriel inspirada en Chat Noir.
El modelo era ni más ni menos que Adrien Agreste portando una sudadera negra con tonos verdes en los alrededores de las bolsas. Con líneas verdes fosforescentes en los brazos, y un gorro con orejitas de gato.
–Tu propia línea de ropa–le dio un golpecito con el codo–Que honor. Aunque no esperaba que el señor Agreste hiciera algo similar.
–Es por qué no lo hizo–suspiro–Hubo un concurso y esa chica Marinette lo ganó, toda la línea de ropa que se está vendiendo es creación suya. Es asombrosa.
Ladybug levantó una ceja algo divertida.
–Vaya suena como si la conocieras realmente.
Chat se puso algo nervioso.
–Bueno ambos la conocemos.
–Si, ha ayudado en muchas misiones. Aunque creo que te ha ayudado un poco más a tí, antes de que logré llegar al lugar.
–Si, lo sé. Es una chica valiente.
–Pero eso no explica que sepas lo del concurso. Y que ella es la diseñadora.
–Bueno en ese cartel está su nombre.
Ladybug vuelve a leer en voz alta.
–Se un héroe, viste como uno. Colección marca Gabriel inspirada en Chat Noir creada en colaboración con Marinette Dupain...
–Cheng–dicen al unisono.
Ambos sonrieron al ver el cartel a la vez que sus ojos brillaban llenos de orgullo.
–Y lo del concurso lo sé porque ella me lo dijo.
La chica se giro de inmediato para poder verlo a él.
–Me invitó al lanzamiento de la marca, estaban ella y el señor Agreste, yo fuí como invitado de honor por obvias razones.
Ladybug sonrió.
–Una ceremonia importante, te lo mereces Chat. Ahora creo que tienes una admiradora–sonrió–Y lograste inspirarla.
El chico se sonrrojo.
–Estoy seguro de que ella diseñara algo inspirado en ti.
–No lo creó, el negro es más elegante. Aunque talvez se decida por incluir un poco de rojo cuando llegue la primavera y la época exija un poco más de color por lo cual veremos más del estilo Noir. Bueno eso creo, no soy muy experta en eso del diseño.
–Pero almenos eres experta salvando París.
Ella sonrió y negó con la cabeza.
–Solo he tenido un poco de buena suerte.
Ambos rieron.
–Ladybug ¿puedo hacerte una pregunta?–dijo cuando la risa acabo.
–Cla...claro.
–Bueno tú eres una chica...
–Vaya creo que no lo había notado–dijo algo en broma.
–Lo siento, eso no fue lo que quería decir. A lo que quiero llegar es ¿cuál es la forma correcta?
–¿La forma correcta?
–Si, mira conozco a esta chica, somos amigos y estoy tan bien con ella que en verdad temo perderla pero a la vez quiero que seamos algo más...
–¿Algo como mejores amigos?–interrumpió algo preocupada borrando cualquier rastro de esa sonrisa.
–No Ladybug–sonrió–Algo más como novios. Quiero que nuestra relación evolucione y no algún día, quiero hacerlo mañana.
–¿Mañana?–pregunto aún más preocupada.
–Bueno en realidad hoy dado que ya son casi las cuatro de la mañana, por eso quería saber la forma correcta de pedirle que ella sea mi novia. Suponiendo que yo fuera la persona de la que estás enamorada ahora ¿cómo quisieras que yo me declarará?
–Yo...Chat no puedo...cada persona es diferente y aunque ambas somos chicas no somos la misma. Lo que a mí me pueda gustar puede que a ella no y viceversa.
–Lo sé pero almenos me daría una idea tu visión, quiero hacer esto de la mejor forma posible. Quiero que sea perfecto. Además no son muy diferentes, ella es una chica linda pero fuerte y autoritaria cuando la situación lo amerita, ella es delegada de la clase así que cuando tiene que ver por los intereses de los demás se hace verdaderamente cargo, como tú con los akumas.
Ella trago saliva y apretó los labios, no quería suponer, no quería que se le declarará a alguien más y de la forma en que ella desearía lo hubiese echo con ella. Pero lo haría por qué él la necesitaba en esos momentos y no le fallaría.
Suspiró.
–Bien, si fueras el chico que me gusta me agradaría que al llegar al lugar donde lo vas a hacer lo primero que viera es un enorme cartel colocado lo más alto posible que diga ¿aceptarías ser... y se quedará la frase inconclusa, me gustaría que bajo ese cartel estuvieras tú con una sonrisa y llevarás un ramo de tulipanes–sonrió con nostalgia–Son mis flores favoritas, y yo tendría que caminar hasta donde estés por qué habría un caminito echo con pétalos, al llegar frente a ti quisiera que dijeras mi nombre y concluyeras la pregunta con "mi novia"? entonces yo aceptaría sin dudarlo. Esa es la forma correcta para mí.
A Ladybug se le hizo un nudo en el estómago al imaginar por un momento que eso era real, pero sabía que nunca lo sería.
–Vaya, eso suena genial. Muchas gracias–le dedico una sonrisa–No sabía que fueses toda una romántica.
–Bueno, quizás hay una chica torpe y muy enamoradisa bajo la máscara.
–Cuesta creerlo pero se qué es posible. Al igual que yo, quien soy ahora con la máscara es solo la mitad de mí, de mi personalidad.
–Si eso sí. Quien soy ahora y quién soy bajo la máscara forman a la verdadera yo.
Chat lanzó un largo bostezo.
–Vaya, ya es muy noche. Será mejor que ambos nos vayamos a descansar.
Él se levantó.
–Tengo que levantarme temprano si quiero que mis planes salgan a la perfección.
Le extendió una mano la cual acepto y se puso de pie.
–Te veré ante el próximo Akuma–sonrió y se dió la vuelta. Comenzó a caminar algo rápido para tomar impulso.
Ladybug lo contemplo y apretó sus puños cuando reunió el valor.
Chat estaba por extender su bastón cuando ella se decidió.
–¡Chat espera!
Él se giro ante el llamado y la observó confundido.
Ladybug no podía dejar que se fuera dispuesto a entregar su amor a otra chica sin antes saber lo que ella sentía primero.
Corrió hacia él, se levantó de puntitas, tomo sus mejillas y lo beso en los labios. Cerro su ojos, en cambio Chat los abrió como platos ante la sorpresa.
Él había deseado tanto un beso de su Lady, ya habían tenido uno pero ni siquiera podía recordarlo, aunque eso fue antes...mucho antes, ahora amaba a alguien más por lo que no pudo corresponder.
Se alejó de golpe dejando a Ladybug con sorpresa.
–Chat, lo siento pero esque yo...
–No...yo...lo siento.
–Chat me enamoré de tí, me di cuenta de que tú eres quien ha estado para mí siempre.
–Ladybug yo creía lo mismo de tí pero me di cuenta de que no es cierto, además esto no podría funcionar porque ni siquiera sé quién eres, te pedí tantas veces que te revelarlas pero nunca aceptaste y se que tenías razón. Juntos jamás podremos ser una pareja normal, nunca podré tomar tu mano mientras paseamos por los campos Elíseos en el atardecer, nunca podré cenar en casa de tus padres o simplemente ir al cine porque entre nosotros no hay más que la misión de proteger París.
–Pero Chat yo–sus ojos se estaban llenando de lágrimas–Yo te...
–No Ladybug, no puedes amar a alguien que no conoces.
–¿Eso es lo que crees? ¿es mi culpa por buscar proteger París?
–Eso no es lo que yo he querido decir.
–Si lo estás haciendo. Has dicho que es porque no podemos ser una pareja normal–las lágrimas comenzaron a fluir–Porque no me conoces pero puedo cambiar eso.
–¿Qué?–susurro–Ladybug no lo hagas.
Ella apretó los puños pues quería dejar de llorar, quería ser fuerte pero no podía
–¡Puntos fuera!
Chat se giro de inmediato, logro ver un destello de luz enmedio de la noche pero solo eso, y cerró los ojos con fuerza pues ella podría aparecer frente a él.
–Ladybug que me reveles tu identidad no cambiará las cosas, lo siento, lo siento mucho.
Corrió hacia el otro extremo del edificio, abrió los ojos y extendió su bastón alejándose del lugar, alejándose de ella.
Tikki no podía creer lo que estaba pasando.
–Marinette ¿cómo se te ocurrió...
–¡Tikki transformame!
Nuevamente el pequeño kwami fue absorbido desapareciendo para poder ver a si nuevamente a Ladybug.
Ella corrió hacia el abismo y saco su yoyo para poder volver a casa.
Aterrizó sobre su cama y avanzó a través de su habitación. Las luces estaban apagadas pero se lograba ver todo por la luz de la luna que entraba por las ventanas y el tragaluz del techo.
Miro la pared frente a ella, las fotos de Adrien ya no estaban pero en su lugar había un poster de ella como Ladybug y junto a ella estaba su Chat.
Las lágrimas aún eran algo presente en su rostro, los labios le temblaban.
Tomó una revista que estaba al lado de la computadora y la contemplo, en la portada de esta se encontraba ella pero esta vez como Marinette y a su lado estaba Chat Noir promocionando la línea de ropa que ella misma había creado semanas antes.
–Intente acercarme a ti de todas las maneras posibles pero aún así no gane tu amor–entre cerró los ojos, el llanto no cesaba–Si no hubieran sido tan estúpida. Yo te entregué a ella.
Cayó de rodillas y cubrió su rostro con sus manos, las lágrimas corrían como una cascada de dolor mientras sollozaba.
–Puntos fuera–susurro.
El brillo rosado nuevamente la cubrió y su kwami hizo su aparición, miro la escena y consoló cuanto pudo a su portadora.

Mientras tanto en la Mansión Agreste Adrien se encontraba sobre su cama revisando su celular.
–No me contestó–se quejaba–¿Se abra quedado dormida? ¿y si la he fastidiado? le mandé el mensaje a las diez, ella nunca se duerme a esa hora ¿y si ha tenido una cita?
–Chico ¿quieres callarte? he tenido que trabajar horas extra porque has decidido tomar un paseo para ver a tu novia. Todo estaba oscuro en su cuarto, era para que regresaras antes de las once.
–Vamos Plagg, te he compensado bien con todo el queso que me has pedido. Aparte ella no es mi novia...aún–suspiro y sonrió–Mañana todo saldra perfecto empleando la forma correcta.
Se quedó unos segundos pensando en Ladybug, no habría querido dejarla así pero tenía que hacerlo, sentía algo de culpa pero no podía estar con ella.

A la mañana siguiente Marinette tuvo que hacer un enorme esfuerzo por levantarse, deseaba no ir a la escuela había llorado en su cama hasta quedarse dormida pero tenía que ser responsable en su faceta de chica pre adulta de diecisiete.
No desayuno pues era más tarde de lo habitual y eso que ella siempre llegaba tarde, por suerte la escuela estaba demasiado cerca por lo cual se permitió caminar casi arrastrando los pies.
Estaba subiendo el primer escalón cuando Alya apareció de la nada.
–Marinette ¿donde rayos estabas?
–Me quedé dor...
–Bueno eso no importa tenemos que entrar.
–Claro.
Siguió subiendo los escalones con lentitud pero Alya estaba desesperada.
–Niña, vamos es urgente que entres ya–dijo alzando la voz.
Ella levantó una ceja.
–¿Qué caso tiene? ya voy tarde para que apurarme.
Alya lanzó un gruñido, tomó su muñeca y la jaló haciéndole correr.
–Vamos te están esperando.
–¿Quién?–pregunto confundida.
Su amiga ignoró la pregunta y continuó su carrera.
Cuando faltaban pocos escalones logro ver una multitud de gente alrededor de la entrada principal.
Eso ya era extraño pero cuando levantó la mirada se encontró con algo que la dejo impactada.
Un letrero que decía "¿quieres ser..."
No podía ser, era de él. Chat Noir iba en su escuela y lo que era peor estaba por saber su identidad pero aún peor la de esa chica de la que tanto había hablado la noche anterior.
Marinette se detuvo, no podía hacerlo. Alya se giró.
–¿Qué pasa?
–Tengo que irme no me siento bien.
–¿Qué? en un instante te sentirás mejor.
–No, Alya encerio...
La jaló haciendo que subiera el último escalón y tropezara.
Los chicos que estaban ahí se giraron y la miraron, todos sonrieron y la miraron fijamente. Ella sintió todas esas miradas y sintió confución.
–¿Qué está pasando?–le preguntó a su mejor amiga.
–Ya verás–respondió está feliz y la hizo caminar hacia la puerta.
Todos se hicieron a los lados y ella pudo ver un camino echo con pétalos, se quedó mirando el piso fijamente, sabía que Chat...bueno en ese momento no era Chat pero sabía que él estaba frente a ella.
Se giro hacia atrás esperando encontrar a alguna chica hermosa tras de sí pero no había nadie.
–Marinette vamos, mira hacia enfrente–la regaño Alya.
–¿Qué?–susurro.
–¡Qué mires enfrente!–tomo su cabeza con sus manos y la hizo girar.
Frente a ella estaba quien menos esperaba.
–¿Adrien?
Él la miraba con una sonrisa y en sus manos tenía.
–Tulipanes.
Miro a Alya confundida.
–Vamos, te está esperando.
Ella comenzó a caminar con total lentitud mientras trataba de procesar lo que veía, toda la escuela parecía estar ahí y ella moría de los nervios.
Cuando llegó frente al rubio casi sentía que se desmayaba.
–Marinette Dupain Cheng–dijo con con suavidad y sin dejar de lado la sonrisa.
Marinette bajo la mirada hacia la mano del chico y encontró lo que esperaba ver, el anillo.
–¿Quieres ser...–dijeron todos al unisono como si hubiesen ensallado.
–Mi novia?–concluyo Adrien.
Y entonces lo proceso todo como si viera una película a toda velocidad frente a sus ojos.
Hacía un tiempo desde que siempre recibía un mensaje de buenas noches después de una larga plática durante prácticamente toda la noche, sin ponerse mucho a pensar ya conocía a Adrien casi a la perfección y él a ella, después de darse cuenta de que a quien quería era a Chat, perdió el nerviosismo y podía ser ella cuando hablaba con Adrien, no más tartamudeos o cosas sin sentido.
Conocía a Chat Noir después de todo, y lo sabía porque lo tenía frente a si, ahora tenía la otra mitad de la personalidad bajo la máscara.
Todos estaban en silencio seguro pensando que habría un no.
Pero el silencio se rompió cuando ella sonrió y dijo.
–Si quiero.
Todos aplaudieron emocionados y ellos se miraron antes de besarse.
Marinette sabía que aún tenía un asunto que resolver, ella ya sabía todo de Adrien pero él aún no conocia el echo de que estaba besando los labios de su Lady.
No quería arruinar el momento con más pensamientos, así que sin más siguió disfrutando del beso.

Fin.

LadyNoir-la forma correctaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora