Capitulo 19

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Apenas debían ser las cuatro o las cinco cuando me desperté, sobresaltada por una pesadilla en la que aparecía Tom.
Me llevé una mano a la frente y me aseguré de que Niall seguía a mi lado.
Sí, allí estaba; dormido y respirando como un angelito. Al instante se dibujó una dormida sonrisa en mis facciones y no pude contenerme a pasar mis fríos dedos sobre su mejilla, acariciándolo con sumo cuidado.
-Mmm…-Reí en silencio cuando vi que sus labios se curvaban-Quiero despertarme así cada mañana y luego tomarme un buen tazón de besos de la niña más hermosa del mundo.
-Aw, ¿Esa soy yo?
Abrió los ojos, encontrándose de súbito con los míos.
-¡Claro! ¿Cómo me preguntas eso?-Me tocó la punta de la nariz, graciosamente. Luego ladeó la cabeza a un lado para mirar por la ventana. Todo continuaba oscuro.
-Lo siento. Aún no es de día. No quería despertarte...
-No te preocupes-Me empujó más a él, agarrándome por la cintura para robarme un beso. Le sonreí-¿Y a ti quien te ha despertado?
-…Una pesadilla-Cerré los ojos y dejé mi mano reposando en la mejilla de Niall-En la que aparecía Tom.
-Oh. Ven aquí-Me apretó bien fuerte contra él, haciéndome sentir su calor corporal y su perfume varonil y sensual. Depositó un beso en mi coronilla-No pienses en ese estúpido mal nacido. Piensa en mí.
-Pero estoy asustada, Niall. Es capaz de aparecer por aquí en cualquier momento…
-Oye, no me digas eso que me asustas a mi también. Estamos solos en casa y como aparezca alguien de la nada me da algo.
Reí ante su comentario. Ahí estaba la prueba de que era el único que conseguía sacarme una sonrisa incluso en los peores momentos.
-Niall…
-Dime, hermosa-Me acarició con suma cautela.
-Espera-Me levanté y fui al baño en busca de mi pantalón para sacar algo del bolsillo. Cuando regresé a la cama, Niall estaba incorporado, con los ojos entrecerrados y pelos de loco. Sonreí abiertamente.
-Pareces un osito-Le dijo, volviendo a enredarme en las sabanas junto a él-Quiero…-Le mostré mi puño cerrado. Él me miro confundido-Quiero que lo lleves, Niall-Y abrí la mano, dejando ver el colgante, aquel que le regalé dos años atrás, que yo había perdido, que él había conservado y luego se había arrancado del cuello.
Él me miró, con los ojos ensimismados y llenos de anhelo.
Lo cogió sin mediar palabra y se lo puso. Yo le sonreí levemente. Me cogió las manos entre las suyas.
-¿Dónde está el tuyo?
-Oh, yo…-Me avergonzaba de decírselo, pero tenía que hacerlo. No podía seguir ocultándole cosas a Niall, quería ser totalmente sincera por y para él-…Lo perdí. Lo siento…
-Princesa…-Ahueco mi rostro en su mano-No te preocupes, ¿Vale? Mañana iremos a comprar otro-Me regaló una sonrisa que yo no le devolví.
-No, Niall. Un collar nuevo no significará lo mismo. Fui una estúpida por no tener más cuidado…
-¿Quieres dejar de decir que eres estúpida? No lo eres, eres hermosa. Punto-Me recogió el pelo, dejando que todo cayera por un lado de mi cuello-Mañana pasaremos las veinticuatro horas juntos. Saldremos a dar una vuelta, iremos a comprar y volverás a llevar el collar, ¿Entendido?
Lo miré a los ojos y después sonreí débilmente. Él me contestó acercándose para darme un beso tierno sobre los labios.
-Ahora vuelve a dormirte, y no tengas miedo. Yo estoy aquí, contigo.

*****

Los brillantes rayos del sol se filtraron por las ventanas de la habitación de Niall. Mi cabeza estaba escondida en su cuello, una de mis manos reposando en su pecho y una pierna flexionada sobre una de las suyas. Mi pacifica respiración chocaba contra la piel del chico del que estaba enamorada, causándole una suave y dulce sensación que le hacía desear quedarse de aquella manera para el resto de su vida, pero un móvil interrumpió.
Me quejé, dije algo sin sentido y me apreté más contra Niall. Él se despertó, confundido.
-Cariño…-Murmuró-Espera-Se incorporó de mala manera y estiró el brazo hasta la mesita para coger su teléfono. Miró la pantalla y comprobó que era la alarma. La paró. Suspiró, se pasó una mano por la cara y volvió a tumbarse cuando lo cogí de la camiseta, reclamándolo a mi lado-Era el despertador-Susurró, sonriendo por mi ruda muestra de actitud.
-Abrázame-Le ordené más que pedir, porque aún siquiera había abierto los ojos y solo quería sentir sus brazos a mi alrededor. Escuché su risa.
-¿Eso es lo que quieres? ¿Qué te abrace?
-Sí-Abrí los ojos y levanté un poco la cabeza para encontrarme con sus hermosos ojos azules-¿Qué más podría querer?
-No sé… Quizás un besito de buenos días, un manoseo debajo de las sabanas, un revolcón antes de salir…
-¡Para!-Le golpeé en el pecho, riendo. Él también lo hizo, después se tornó más serio y me acarició, mirándome a los ojos de una manera extrañamente tierna, diferente. Me intimidó y casi me sonrojé.
-Hablo en serio, _____. Quiero decir, no ahora pero, quiero sentirte mía. Necesito sentirme mía. Como hace dos años… ¿Recuerdas?
-Niall… ¿Cómo voy a olvidar aquellos momentos?-Me incorporé un poco para poder mirarlo completa y fijamente a sus ojos-Fuiste el único al que me entregué realmente. Contigo lo compartí todo… Y lo seguiré compartiendo.
Una sincera sonrisa se dibujó en su rostro. Me cogió de la barbilla y acercó mi rostro al suyo para unir nuestros labios en un profundo beso.
-¿Qué hora es?-Le pregunté después.
-Van a ser cerca de las nueve y media. ¿Quieres bajar a desayunar, nos arreglamos y salimos?
Asentí eufóricamente con la cabeza. Ambos reímos, me tiré sobre Niall para abrazarlo y él me estrujó entre sus brazos. Jugamos un rato más en la cama. Niall me dejaba besitos por la cara; frente, mejilla, nariz, labios… Luego los bajó por el cuello y me mordió el lóbulo de la oreja cuando se colocó sobre mí y yo no pude contenerme la risa.
Minutos después, nos encontrábamos en la cocina. Niall untaba mermelada en varias tostadas y yo me encargaba de llenar dos tazas de leche. Sentí frío en las piernas, ya que solo estaba cubierta por la sudadera de Niall. Me alcé de puntillas para guardar el brick de leche en un armario y noté la mirada de Niall detrás de mí, embobado.
-¿Qué?-Pregunté.
Su mirada subió hasta mis ojos. Negó con la cabeza y rió.
-Nada. Déjalo. A veces mi mente se va lejos de aquí…
-Am… Pues regresa. Tenemos que desayunar-Cogí las dos tazas, y acompañada de Niall, quien cargaba dos platos con sus respectivas tostadas, nos sentamos en le mesa y desayunamos como una pareja feliz.

Broken Promise (Niall y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora