9. Cobra.

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Sin pensárselo dos veces Markel se quitó la camiseta y los pantalones y se quedó en unos bóxers negros. Estaba completamente loco. No me iba a desvestir para meterme a la piscina. Me miró con cara de porfavor y me dijo:

-Venga, no me seas aburrida.

-No me voy a quitar la ropa delante tuyo-. Me limité a decir.

-¿Qué te pasa? ¿Tienes la regla?

-Eres verdaderamente gilipollas-. Me di la vuelta para irme de aquel lugar pero salió de la piscina y me abrazó por detrás.

-Vengaaa que el agua está calentita.

-¡Markel me estás calando!-. Se rió y me cogió a lo princesa. Pretendía tirarme al agua.-¡Maarkel!

-O te metes tú solita o te tiró al agua, la princesa decide.

-Vale, vale. Pero no me tires al agua-. Mierda, Mía. Dos a cero. Había vuelto a ganar.- ¡No mires eh!

Me quité la camiseta y los pantalones. En un abrir y cerrar de ojos mis mofletes empezaron a coger el mismo color que mi ropa interior roja con dibujitos de Mickey Mouse. Entre coloretes me tiré a la piscina como pude y le salpiqué en la cara. Él respondió agarrándome de la cintura para hacerme una aguadilla. Antes de que lo consiguiese me escapé.

Nuestros cuerpos estaban a centímetros, y nuestras bocas a escasos segundos la una de la otra. Miró mis labios un momento y me volvió a mirar a los ojos con mirada triste. Ahí me decidí. Agarré mi mano a la suya tan rápido como pude, como si estuviese en un gran acantilado; y únicamente mi mano sujetada a un clavo ardiendo me protegía de la mortal caída de metros y metros de dolor. Acerqué mi boca lentamente y poco a poco a la suya. Parecía la preciosa escena de Titanic que todos necesitamos en nuestras vidas. Pero no fue así. Se apartó suavemente, me acarició la cara y me abrazó. No asimilaba lo que acababa de suceder.

"Tierra trágame" pensé varias veces. ¿Me ha hecho una cobra? Sí, eso ha sido. Ya puedes ir despidiendo a tu dignidad Mía.

Mi desastre interior - luciamrtin__Donde viven las historias. Descúbrelo ahora