Capitulo Único

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Al cerrar los ojos, empiezo a recordar...La voz que me guió en ese momento 


-¡Tsurugi, Tsurugi!- El castaño se reía entrecortadamente, retorciéndose en el suelo intentando huir de las manos del mayor. 

-¡No hasta que retires lo que acabas de decir!

-¡Jamás!-El peliazul sonrió con ternura, ese niño siempre fue así. Siempre es fiel a sus ideales, jamás retira algo que haya dicho convencido en el pasado.

Eso solo era uno de los mil hechos que le encantaban del menor.

Solo era uno de los mil hechos que hacían al castaño culpable de sus sonrisas, de sus dolores de cabeza, del sudor de sus manos, de la falta de aire por los nervios, de sus tembleques, de que el corazón le latiera tan violentamente...

Uno de los mil motivos que tenia para amarle más que a su propia vida.

-¡T-Tsurugi!- Dijo ya con dificultad por reír tanto. Se encontraban en un gran prado, ellos solos, sentados en el mismo mantel y bajo el mismo árbol. Solo el sol y la naturaleza eran testimonios de ese momento lleno de afecto y alegría. 

A los jóvenes les unía un lazo sincero, que se fue cosiendo poco a poco, hasta ser indestructible.

El peliazul dejó de hacerle cosquillas al menor, sin dejar de sonreír. Observó la sonrisa triufante que se dibujo en el adorable rostro del castaño, de su castaño. 

-Tenma...- Se separó un poco, suavizando la voz, como si ese nombre fuera un chicle para sus labios o un dulce para su lengua. Tenma se incorporó, sonrojándose levemente al encontrarse con la mirada llena de amor de su acompañante. 

Tsurugi sacó una pequeña cajita roja de su bolsillo, y su sonrisa se ensanchó.  El corazón del castaño empezó a latirle con fuerza, tanta, que incluso temía que el otro pudiese escucharlo.

El mayor se acercó al otro, y para ambos, el mundo se detuvo. Solo pudieron escuchar el leve "click" que hizo la cajita al abrirse, dejado a relucir un hermoso anillo.

-Tenma...¿Te casarías conmigo?- De los azules ojos del castaño empezaron a caer finas lagrimas, acariciandole las mejillas. Tenma se abrazó a su novio, susurrando leves "sí!" mientras se aferraba más a Tsurugi. Estaba llorando tanto que apenas le salía la voz. Pero, lloraba de la felicidad.

Ya no puedo volver a ese entonces, Ya no puedo volver a casa... Ahora solo veo una gran oscuridad. Al escuchar un suave sonido, sientes que vas a romper en llanto... 


Poco después de aquello, ambos celebraron una gran boda. Y durante su luna de miel, decidieron adoptar un niño.

Y así fue, un tiempo después, un pequeño niño de 3 años corria por su casa, riendo con su voz aguda. Un niño que hizo su hogar un lugar cálido y lleno de amor, aún si así fue siempre.

Decidieron llamarle Tenkyou, juntando sus nombres.

Sin embargo, meses antes de celebrar sus 5 años de casados, Tenma cayó enfermó.

Y con el tiempo solo empeoró.

Ahora Tsurugi se encontraba sentado en una incómoda y cutre silla, en una habitación de hospital. Delante de una cama, acariciando la fría mano del ser que estaba en ella. 

☆KyouTen no Uta-SongFic☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora