Capitulo 2

5 0 0
                                    

Capítulo 2

-Que?

Eso me hizo saber que no lo pensé, sin querer lo dije en voz alta. James tiene cara de preocupación, aburrimiento, cansancio y duda. Como sí tu mejor amigo te dijera que volvió con su ex por milésima vez. Me mira como esperando algo, así que repito lo que dije esta vez para que me escuche bien.

-Dije que ya estoy harta

-si, te escuche; pero Archie, tu sabes que es nuestro trabajo. Para esto nos educaron.

-lo se-

Siempre que dice esa frase vienen a mi mente imágenes de la academia; como entrenan a los chicos para ser silenciosos, rápidos y hábiles. Yo no pedí esto. No tenía opción. Por eso estoy aquí.

-Pero ya no quiero hacerlo.-

James suspira

-Ya hemos hablado de esto, si desertas serás traidora a la corona y te desterrarán, o mandaran matarte; y en caso de la segunda opción, no quiero ser yo el que te despida de este mundo.-

Por eso me agrada James, es un coqueto y un ofrecido... pero aprecia a las personas por lo que son. Sabe lo que es perder a un ser querido y estoy segura que no quiere perder uno más.

Se que me quiere, a su manera, pero lo hace. Incluso me atrevería a decir que me ama, sin embargo se siente de alguna forma, responsable de mi. Comoa si fueramos familia y eso no me agrada.

Entonces vuelve a mi esa idea loca que me ronda la cabeza desde hace varios días.

-no hay traición si no hay corona.

Creí decirlo para mi misma, otra vez. Pero los ojos de James, tan abiertos como platos, me habían dicho que no fue así. Jamás había dicho nada de esto en voz alta y no era mi intención decirlo ahora.

-que has dicho?

Sonaba asustado. Y con justa razón. Una cosa es decir que ya no quiero hacer esto y otra cosa es atentar contra la corona. Es considerado un delito real contradecir, cuestionar o incumplir las decisiones y mandatos del rey. Cualquier señal de estas tiene un castigo. Traten de adivinar cual es. Asesinato, secuestro, atentado o lo que el rey dicte. Y mejor aún, adivinen quien lo ejerce. Exacto, nosotros. Sin embargo estoy tan cansada de esta situación que sigo hablando.

-no hay traición si no hay corona.

Repito con un poco de nerviosismo.

-Archibell-.

Suspira y Se pasa las manos por el cabello, alborotándolo un poco.

-Piensa bien las cosas, no sabes lo que dices.-

James me regaña pero con justa razón.

-Literalmente estas vociferando en contra de nuestro jefe El Rey. Eso es grave y a puesto a que no quieres terminar como nuestro amigo de hoy.-

Señala hacia atrás, al pequeño montículo de tierra que apenas sobrepasa el nivel del suelo.

Cuando pienso en ese pobre hombre de menos de 50 años me da tristesa. Puedo imaginar a su esposa preocupada llamando a la policía, con lágrimas en los ojos y desesperada. Los niños asustados de ver a su madre en ese estado, preguntándose que demonios le ha pasado a su papa. En la familia que llorará por que no llega a casa sin saber que ya nunca lo hará. El señor Levine fue nuestra víctima. Su delito: Cuestionar las decisiones del rey.

Mi compañero logro ponerme a pensar. Definitivamente no quiero ser el señor Levine. Pero tampoco quiero seguir haciendo esto.

No conteste por un rato, había olvidado completamente el cigarrillo en mis dedos, crucé los brazos y casi me quemo el brazo. Me límite a observar el fuego que ardía con menor intensidad cada minuto que pasaba, consumiendo todo cuanto podía. James me despertó del trance en el que me hallaba (irónicamente él fue quien me puso en ese estado) me voltea de frente a él, coloca sus manos en mis brazos y me mira con cara de cansancio y preocupación.

-Archi, conoces perfectamente la ley y me extraña que pienses de esta manera aún conociendo las consecuencias.

-Tu sabes que jamás quise formar parte de esto. No se me dio elección, es natural que me oponga a hacer algo que yo no quiero. Además si el pueblo supiera todo sobre su Rey, te apuesto que ya estaría muy pero muy cerca del infierno o más allá de él.

James me mira con los ojos muy abiertos por tercera vez en el día. Sabe que tengo razón, nuestro Rey no es una persona muy honorable que digamos. A su reinado se le atribuye el 30% de las muertes en Fronville, pero sólo nosotros, su "GRES", lo sabemos. Y aún así, no todos nosotros saben todo.

Cansada de todo este tema miro a James a los ojos, le tomo las manos y hablo tratando de redimir mis anteriores palabras:

-bueno ya déjalo James, es sólo un pensamiento tonto.-

le digo a mi compañero con voz tranquila y baja.

-es que no es un pensamiento tonto Archibell, es un pensamiento peligroso y sabes porque.-

dice entre preocupado y enojado.

-pero está sólo en mi mente, nadie sabe de esto-

trato de excusarme y no hacer esto más grande de lo que ya es.

-yo si lo se-

James se contiene para no gritar esta frase y suelta mi agarre.

-sí, pero eres tu, eres mi compañero y lo mas cercano a un amigo que tengo en la vida. No pasa nada por que confío en ti. Además no puedo guardarte secretos, y lo sabes.-

le digo mientras lo abrazo. Al principio no responde pero luego suspira profundo y me responde el abrazo.

-Archibell, me alegra que no me guardes secretos porque así puedo defenderte con todas mis fuerzas y no importa contra que o quien vaya por defenderte, porque sin importar de que se trate, yo estaré contigo siempre.-

sorpresivamente me toma de los brazos y me aleja de él. Me mira con unos ojos de fuego y agua al mismo tiempo, ¿es eso posible? Pareciera que va a decir algo importante pero no lo dejo y me apresuro a decir:

-muchas gracias por apoyarme en todo. Eres muy especial para mi, pero si te tranquiliza en algo, -le digo mientras quitó sus manos que lastimaban mis brazos -no voy a hacer ni decir nada al respecto.

Mi compañero me mira inquieto así que prosigo con la explicación

-tienes razón, conozco las consecuencias y definitivamente no quiero ser el señor Levine. Es simplemente un pensamiento. Pensar no mata a la gente. No puedes evitar que siga odiando lo que hago. -las palabras fluyen como agua y hablo sin pensar - lo odio desde aquella niña. -puedo notar como el veneno surge por mis labios en esa frase.

Me resulta muy cruel y triste recordar aquel caso que tardo un momento en seguir hablando. Lo bueno que James me conoce bien y sabe que no he terminado. Respiró hondo para terminar lo que estaba diciendo. -no voy a hacer nada, de verdad. Aunque no lo creas también me preocupo por ti y no quiero que te pase algo por una estupidez mía. Soy impulsiva no tonta, no te sugestiones, estaremos bien.-

una vez liberada mi alma puedo abrazarlo en paz y tranquila. Como señal de que ha entendido mis palabras James me abraza también. Pero esta vez es un abrazo de confort, de esos que te transmiten que creen y confían en ti y a la vez te agradecen por hacer todo lo que haces por ellos. Es un abrazo de esos...

-bueno pequeña, vámonos ya, nos deben estar extrañando

-si, está bien-

Nos soltamos al mismo tiempo y caminamos hacia la camioneta, el sube al asiento del conductor y yo a su lado. Nos dirigimos hacia el centro de GRES para cambiar de auto, no podemos llegar con una camioneta si nos fuimos en un auto pequeño. Levantaría sospechas. Vamos a mitad de camino y no hemos cruzado palabra y que bueno por que no quiero hablar ahora.

-te afectó tanto lo de la niña?

Genial, justo cuando pensaba que mi compañero me leía la mente, que estábamos sincronizados y que está noche no podía estar peor; James hace que suceda justo lo contrario.

No conteste a su pregunta, me límite a mirar la carretera.

-Archibell contéstame. En realidad te afectó ....

-si -

Lo interrumpo antes de que termine sin dejar de ver a la ventana.

-me afectó mucho-

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 11, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

ArchibellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora