De Pointe

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Ya se cumplía un mes desde su boda con Yoongi y no lo dejaba ni que lo besara simplemente Namjoon no sentía que fuera necesario y siempre recordaba las burlas de Jackson que lo hacían molestar más. El vampiro no le exigía nada, pero él tenía sus necesidades, vamos que antes de Namjoon tenía uno que otro deslice con alguna chica o chico lindo pero muy rara la ocasión, haciendo cuentas no tenía sexo desde los años 50. Min no era alguien a quien le preocupara mucho esas cuestiones, pero ahora tenía a su pareja en charola de plata, él simplemente no desistió de su orgullo de macho así que tenía que buscar alternativas.

Una mañana como siempre todos desayunaban juntos pancakes y las conversaciones chocaban entre sí ya que cada quien hablaba de algo diferente, su esposo, muy al contrario, estaba callado mientras comía.

- ¿Cómo te a ido Nam?- era raro que Yoongi hablara con él.

- pues .. normal me la paso encerrado, no hay cosas interesantes que ver o hacer- siguió comiendo la fruta que estaba a lado del pancake.

- ya veo ... ¿Ya entraste a la biblioteca?- eso sí interesó al moreno

-¿Hay biblioteca?

- claro que la hay, está en el ala B - su cara se iluminó con eso.

- no voy mucho por esa zona, ¿En serio puedo entrar?- Yoongi acarició la mano de su esposo

- es toda tuya si así lo quieres- sus mejillas se sonrojaron, debía de admitir que lo trataba muy bien.

Después de terminar su desayuno fue inmediatamente a la biblioteca, por fin tendría algo interesante que hacer.

La biblioteca era fantástica y resultó ser el nuevo lugar favorito de Namjoon tenía libros de toda clase y sobre todo de cultura e historia, si no salía de la casa con este nuevo descubrimiento menos y por consiguiente estaba menos en contacto con la gente. El moreno ahora era muy feliz leyendo todo el día, pero por otro lado, cada vez Yoongi tenia más hambre sexual, la razón; cuando tienes a un burtâ lo normal es tener sexo con él después de casarte o encontrarlo y estos desarrollaban más apetito sexual, Yoongi no había hecho lo primero y se había saltado hasta lo segundo.

Mientras tanto, Namjoon a pesar de estar feliz siendo una rata de biblioteca extrañaba ir a fiestas y estar con chicas, ya el masturbarse no era tan efectivo a lo mejor pensaría aceptar a Yoongi y cogerlo pero algo le decía que era una mala idea.

Casi todas las noches escuchaba los gemidos de Jin o Hoseok, vamos era una casa enorme y con un gran eco, esos dos si que follaban mucho y eso le daba algo de envidia. Jungkook tenía mucha suerte en estar con un chico como Jin ya que se veía a lo lejos que lo adoraba, era alguien fiel, dulce, se dejaba follar cuando quería el menor y tenía una belleza como ninguna. Jimin también era afortunado con tener a Hoseok, el peli rojo no le atraía sexualmente, aún así reconocía que era un sol y al parecer un buen novio. El tuvo algunas novias, pero casi todas eran de cascos ligeros y vida de noche, siempre lo terminan engañando y dejándolo por alguien de más dinero que él, en ocasiones lo ponía triste esa circunstancia pero no podía hacer nada ahora.

Lu puerta de la biblioteca se abrió y con ella entró Jennie

- señor lo busca su esposo- eso seguía sonando extraño- lo espera en su oficina

- gracias Jennie en un momento voy- dejo el libro a un lado y fue a la oficina como se le indico, solo esperaba que no le dijera nada sobre todo lo que ha comprado con la tarjeta ya que además de ese día de la plaza hizo algunas compras por internet, en su defensa eran grandes ofertas.

Tocó la puerta y escuchó la indicación de que pasará

-¿Para qué me querías?- se sentó en la silla enfrente del escritorio

Devil Roulette- YoonamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora