❛ la moral de lo antiguo ❜ stray kids

002: misterios mañaneros

13/DIC/1878

"Prosperar" es un término que últimamente no se aplica mucho por acá luego de tanta catástrofe. Incluso cuando te fuiste y Zephyrus apenas salía adelante después de años en la miseria tampoco lo usé, sino me incliné más por "la suerte". Hoy en día, es probable que haya estado equivocado, ya que justo como pasó antes... Volví a lograrlo una segunda vez. De no ser por Seungmin y Jisung, los empleados nuevos de los que suelo hablarte, creo que Zephyrus seguiría en las ruinas.

Las cosas van mejor hoy en día, aunque todavía no reabro la tienda. La mayoría de los artículos dañados están empezando a ser remplazados, haciendo que Zephyrus sea irreconocible. Desde los estantes, las bombillas, tus pinturas de decoración, y eso. Hasta el papel tapiz de la entrada y el color de los muebles y las paredes. Claramente el dinero robado no volvió... Menos el que gasté en todas esas reparaciones, así que me vi obligado a trabajar de nuevo en la biblioteca. Pero la señorita Seola dijo que ya me extrañaba, así que me sentí bienvenido y no con el rabo entre las piernas.

Ahora, ¡no creerás lo que estoy a punto de decirte! Verás, hace unos días Seungmin me invitó a su casa a comer, diciendo que toda su familia y Jisung estarían presentes, por lo que no debería siquiera atreverme a faltar. "Tómelo como un descanso después de tanto trabajo" me dijo, terminando de convencerme. Entonces, así fue como asistí a la famosa merienda, en donde luego de comer el postre, me sorprendieron con unos "sobres de regalo"... El regalo era dinero. Resulta que ambos también han estado trabajando de medio tiempo para ayudarme con los gastos. Yo les prometí recompensarles todo su apoyo con un aumento y una gran cena. Espero no te moleste lo del aumento...

Todo esto pasó alrededor de tres o cuatro meses si mal recuerdo, este siendo demasiado tiempo considerando la última vez que te escribí. Estoy tan agradecido de poder mejorar en el negocio familiar, espero y papá esté muy orgulloso de mí.

Te extraño. Espero algún día tengas el tiempo de responderme al menos una de las miles cartas que he enviado. Sé que siempre lo digo, pero... ¿Cómo te trata la vida en Francia? Te amo, mamá. Espero regreses pronto.

Atentamente:
Seo Changbin, tu único hijo.

── Y... Punto final. ──murmuró con una ligera mueca, poniendo con cuidado la pluma en la mesa y alzando el papel en el aire para secar la tinta con resoplidos. Al finalizar, metió el papel en el sobre de siempre y lo cerró con el sello postal.

Aferrándose a la esperanza de que esta vez respondiera, tomó un respiro alentador, la carta y su abrigo, preparándose para salir al centro del pueblo y entregar la enésima carta que le enviaría a su madre. Gracias a los nuevos inconvenientes ha estado muy ocupado y le fue imposible escribirle tan seguido como antes, por lo que ahora por alguna razón se sentía nervioso, se sentía como la primera vez. Esa vez en la que su inspiración nació por si sola hasta el día siguiente, expresándole el momento difícil por el que estaba pasando en una pequeña postal. Pero Changbin se quedó con la duda de cómo es que le iba desde entonces... Hace ya siete años.

La extrañaba mucho, era horrible quedarse completamente sólo por tanto tiempo siendo tan huraño, así que no vio el problema en volver a escribirle. Y aunque desde la primera carta no tuvo réplicas, decidió que no pararía hasta que ella al menos tuviera el tiempo de mandarle siquiera un "hola hijo, estoy bien". De igual manera le servía para expresarse, el tener a su madre como receptora en mente se volvía en el incentivo que le ayudaba a seguir, sus sentimientos al ser el tema principal siendo el consuelo que recibía de esto, ayudándole a olvidar que en realidad sólo era él hablándole a la nada.