Cuz I can.

café ☕

—¿a dónde van?—preguntó Taeyong desde la sala.

Tanto Doyoung como Johnny estaban preparados para salir, el más pequeño suspiró, como si lo estuviera obligando—Johnny quiere ir a tomar un café.

—oh, ya veo, suerte—murmuró el líder viéndolos salir.

"¿Estaban saliendo?" Se preguntó curioso, siempre estaba yendo a citas, Doyoung lo hacía ver como que era una obligación pero bien que cada vez que Johnny lo llamaba iba corriendo detrás suyo.

—voy a tomar un té—murmuró Doyoung con las manos en su chaqueta negra.

—un hombre con esa chaqueta debería tomar un café muy negro—se burló Johnny, empujándolo suavemente.

Doyoung le sacó la lengua y lo miró—ni siquiera te abrigaste ¿y si coges un resfriado? Un hombre con ese suéter debería tomar un caramelo macchiato—tomó la oportunidad de burlarse como quien toma el primer turno para irse más rápido.

—un hombre con esa boca debería hacerme una mamada—dijo travieso Johnny, abriéndole la puerta de la cafetería.

El rostro de Doyoung se tiñó completamente de rojo y no pudo contestarle nada a su novio porque una empleada ya los estaba recibiendo.

—esto no se va a quedar así—le gruñó por lo bajo, tomando asiento de brazos cruzados y con el ceño fruncido.

Johnny lo ignoró con una sonrisa burlona, miraba la carta buscando qué pedir y Doyoung hizo un pucherito hasta que sintió algo en su pierna, abrió los ojos como búho y miró en dirección a la barra donde estaban los empleados.

Habían elegido una mesa apartada, como de costumbre para no ser reconocidos.

Pero no esperaba que Johnny fuera tan audaz, sintió como su corazón se aceleraba y un remolino de adrenalina crecía en su vientre a medida que el pie de Johnny se deslizaba por su pierna.

—Johnny—advirtió.

Su novio levantó la mirada y se acomodó con los brazos sobre la mesa, subiendo aún más su pie por la pierna de Doyoung—¿qué?

Cuando el pie de Johnny llegó a su ingle, Doyoung ya tenía las mejillas rojísimas y sus adorables ojitos negros cristalizados de vergüenza y placer—detente—dijo a penas audible, mirando completamente tímido a su novio.

Johnny lamió sus labios y quitó su pierna, al minuto un mozo estaba anotando sus pedidos. Doyoung quería volverse pequeñito y esconderse en algún rincón, tenía una erección en una cafetería a la que solían ir seguidos ¡quería morirse de pena! Y su tonto novio estaba allí como si nada, riendo de algo en su celular.

Frunció sus labios y decidió vengarse pero a diferente de Johnny, él no era muy perspicaz y cuidadoso, se levantó bajando rápidamente su hoddie para ocultar su entre pierna y se acercó a Johnny que lo quedó mirando con curiosidad.

Si sus cálculos eran correctos, nadie estaba a menos de tres metros y nadie debería estar mirándolos así que Doyoung se puso junto a su novio y fingió que iba a decirle algo al oído mientras metía su mano entre las piernas de Johnny y apretaba con fuerza aquélla zona sensible.

Ni siquiera se atrevió a mirar el rostro de su novio cuando regresó a su asiento y se dispuso a mirar su celular también.

El café y el té llegaron y ambos agradecieron con unas sonrisas encantadoras.

Excepto que cuando se miraron, la sonrisa dulce de Johnny transformó en algo travieso que le insinuaba que no lo dejaría ir tan fácilmente.

—¿qué?—Doyoung fingió un tono de pelea—tú empezaste.