Hasta Èl

ℱ𝓁𝒶𝓋𝒾𝑜

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ℱ𝓁𝒶𝓋𝒾𝑜

Siempre he tenido cierta inclinación hacia los hombres mayores, y Flavio ha sido el primero, es tan solo dos años más viejo, aunque no lo parece físicamente, y tampoco en su conducta; al contrario, es bastante infantil divertido, aunque como diría mi madre, un gallo jugado para mí, él por tener experiencia en cosas que yo ni siquiera he intentado. No es lo suficientemente maduro para tomar una relación en serio, tan solo en un año me he enterado que he sido su tercer experimento.

Hoy le he encontrado con su pareja anterior, realmente no ha sido la primera vez, y no estoy segura de que vaya a ser la última, no ha sido mi mejor decisión, pero estoy segura de que a este paso me romperá el corazón; creí que estaba enamorado de mí, pero, me equivoqué, ni siquiera estaba listo para olvidarse de ella para cuando le dije que si a su propuesta.

Aun recuerdo cuando me pidió que fuera su novia, estaba mirándole fijamente, cuando suelta como una bomba "Quieres ser mi novia" se veía tímido y nervioso, y al contrario de él, yo por dentro era un festival de emociones, le respondí que sí, y seguido (tan tonta e inexperta) lo dejé ahí, como tonto, mirándome mientras me alejaba en dirección a mi amiga, Super emocionada dispuesta a contarle la buena nueva, realmente le quería, y me gustaba.

Duró poco tiempo, recuerdo siempre sus toqueteos y arrumacos cuando estaba con él, era como si quisiera traspasar mi ropa y hacerme suya por completo, nunca estuve lista para entregarme, y ahora, después de todos estos años me siento orgullosa por no habérselo dejado fácil.

No todo fue malo, sus labios eran duros y consistentes, con besos seguros, siempre quería devorarme y yo no sabía darle lo que quería, no entendía su lenguaje corporal, en aquellos tiempos era solo una niña, ingenua y un tanto delicada.

Fuimos felices, un tiempo, esos tiempos en que el se veía con otras y yo "actuaba bien", si, eso me decía; en varias ocasiones que lo pillé en los baños hablando con otras yo solo me hacía la ciega y me iba, y después el me buscaba y me decía, "actuaste bien cuando me viste con Susan". Todo fue hasta el día en que decidí no soportarlo más, cuando dije que no seguiría con él, fue entonces que como por arte de magia brotó su amor por mí, o no sé si habría sido su frustración de no haber obtenido lo que quería, lo que hacia que fingiera que no quería perderme. Para entonces eran vacaciones de verano y el hecho de no verle y no tener ninguna comunicación, hacía que olvidarlo fuera más fácil y llevadero. Un tiempo después me escribió, quizá un año mas tarde, ya era un poco maduro, y nos llevamos mejor, terminamos siendo buenos amigos, y es que quizá nunca debimos arruinar la amistad queriendo ser algo más.

Ese es el error más común que solemos cometer, al enamorarnos de alguien que muchas veces nos corresponde pero que no está idealizado para ser parte de nuestra vida amorosa, si no que están hechos para apoyarnos, aconsejarnos y acompañarnos cuando necesitamos una mano amiga y un hombro donde derramar nuestras lágrimas.

Flavio estaba hecho para sostener mi mano en momentos difíciles y hacerme olvidar lo complicado de la vida, para hacerme ver el lado divertido de cualquier situación, para guardar mis más íntimos y vergonzosos secretos e incluso se ha encargado desde entonces de hacerme sentir que siempre existirá alguien que me deseará, por lo que soy, y por lo que puedo ser. Suele repetir todo el tiempo que fue muy estúpido por no saber valorar lo que tenía cuando estuvimos juntos pero, honestamente estamos mucho mejor ahora, no hablamos seguido pero sé que siempre tendremos la misma confianza para contarnos lo que sea, cuando sea, y que de todas las formas existentes seguirá apoyándome en todo lo que este a su alcance.