Déjame Morderte

2. El Portal

Nuestras queridas amigas estaban en clases lo cual era lo usual para ellas, mientras que en otra dimensión habría una tierra en la que se vería muy avanzada la cuál estarían creando una máquina capaz de hacer que los viajes entre dimensiones se puedan hacer realidad y los habitantes de aquella tierra serían unos seres humanoides los cuales tendrían una peculiaridad que consiste en tener unos colmillos relativamente largos para un ser humano o cualquier especie.

"¿Cuanto falta?" Diría una voz femenina que estaría entre las sombras de manera persistente y obstinada porque al parecer ya tendría más de 3 años yendo a una estructura la cual parecería ser un laboratorio con máquinas de respiración, cámaras llenas de un líquido verde y las habitaciones pintadas de blanco que las hacían parecer muy limpias."Ya falta poco Irina, relájate". Diría en respuesta otro ser de igual compostura que la mujer pero este estaría vistiendo una bata blanca dando a entender que era un científico o alguien especializado en esa rama, el cual trabajaba en lo que forma parte de una máquina de figura circular lleno de cables, que conectaban a una fuente de poder.

Mientras está persona movía cables y ajustaba tuercas, Irina saldría de las sombras haciendo mostrar su cara pálida como la nieve, llevaba puesta consigo un vestido de color negro que llegaba hasta el suelo con flores en las puntas de las mangas y un collar de oro rosa sin mencionar que su pelo era del mismo color que su vestido y sus ojos de rojo Carmesí. Aquella chica hablaría de nuevo pero esta vez su tono sería de deseo y emoción " ¡Que bien! Casi puedo saborear la nueva sangre~ ¿Verdad Liam?". Para luego obtener una respuesta casi inmediata de aquél chico "Se que quieres probar sangre nueva, pero primero hay que probar si la máquina de verdad funciona".

Las horas pasaban y Liam seguía ajustando tuercas y dando los últimos toques finales a aquel portal que parecía sacado de una película de ficción, para luego proceder acercarse a una mesa de concreto que estaría pegada a la pared. En ella habría muchos monitores marcando diferentes números, códigos y botones de diversos colores y tamaños que componían aquella monstruosa máquina.

"Primero hay que revisar que todo funcione a la perfección" Diría aquel científico de pelo castaño con ojos acaramelados mientras agarraba un control lleno de botones con los cuales al parecer uno podía controlar el portal, luego sacaría su teléfono del bolsillo derecho de su bata y con total firmeza, caminaría unos metros hasta quedar frente al portal y pondrían en el suelo su dispositivo puesto que estaría grabando ya que meter a un animal sería peligroso, además de que él quería comprobar su hipótesis. Liam luego retrocede un par de pasos quedando un tanto alejado de la máquina, lo cuál haría que Irina se acercará a él quedando en su espalda con total emoción plasmada en sus ojos carmsí, observando cómo Liam accionaba la máquina, logrando que su teléfono empezará a flotar en el aire para luego de un destello que llenaría la sala la cual ambos estaban completamente, desaparecería en el aire como si nunca hubiese existido.

Mientras tanto en el otro lado Myra estaría en clases de biología la cual era su favorita, haciendo que ella apuntara todo lo que ponía el profesor, hasta que la campana sonara para acto seguido, empacar todo en su mochila de color violeta y justo al salir por la puerta vería aquel teléfono el cual lo levanta del suelo e iría con su profesor llena de dudas ya que no habría visto un teléfono tan sofisticado "Profesor a alguien de nuestra clase se le ha caido el celular" dice la chica a lo cuál él profesor que estaría revisando su ordenador, en su escritorio de metal le respondería con total desinterés y aburrimiento "Si...uh...Déjalo por ahí y les aviso cuando vengan" lo cuál haría que Myra pusiera el teléfono delante del escritorio para que luego en un abrir y cerrar de ojos, desapareciera como si de un espejismo se tratase, ya que Liam había traído su dispositivo de vuelta a su dimensión con la grabación hecha indicando que el portal era funcional y que llevaba a otra dimensión efectivamente.