6 de abril, 2020

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06 de abril, 2020 - Persona 03

Parece mentira que haya vuelto a escribir aquí. Juré que esto ya era algo del pasado, "nunca ha pasado" "nunca has sido tan vulnerable", fueron mis palabras. Sin embargo aquí estoy, otra vez, y no me alegro precisamente. Ha pasado mucho tiempo y, quizás lo que voy a escribir debería haberlo hecho hace mucho tiempo.

Te quería y, muy a mi pesar, aún lo hago. Eres lo mejor que me podía haber pasado y a la vez lo peor. Mi mejor amigo, el único que he tenido y probablemente el único que tendré. Como ya he hecho notar, tengo una firme idea de la huella que dejan las personas en otras, pero tú, tú eres un asteroide. Tantas veces he esperado esa llamada, un mensaje, un "te quiero" por tu parte. Cuando los sentimientos no son correspondidos causan ira, y esto dejó de serlo hace mucho. Nos conocemos de hace seis años, cuatro de ellos casi perfectos en cuanto a nosotros se trataba, algún altibajo, pero nada grave. El año pasado simplemente te fuiste, lo entiendo, es tu vida, tienes que vivirla, pero una llamada no hubiera estado de más. Las dos veces que te interesaste por mí hace un año fueron puro humo y compromiso, creo que fue ahí cuando se me cayó el mundo a los pies. Releo las conversaciones de hace años y cada vez me doy cuenta de lo ilusa que fui, lo encantada que estaba contigo, con como a tu manera me demostrabas que me querías. Cuando crecimos dejó de ser suficiente, a 5639 km de distancia, un apretón de manos ya no bastaba. Decidí dejarte espacio y concentrarme en vivir mi vida. Ahí fue cuando vi que no me necesitabas pero yo a ti sí. Y esa llamada que era por compromiso, dejó de existir
"Cuando vuelva quedamos" "Yo también te echo de menos", ¿cuántas mentiras dijimos porque era lo "correcto"? Ni quedaríamos a tu regreso, ni me echabas de menos. ¿Cómo estoy tan segura? Ahora ya no somos tan amigos, ni siquiera amigos, éramos la esperanza de todos, los mejores amigos para siempre y ahora, sólo hay cenizas. Una mirada hubiera bastado para dar a entender que al menos recordabas todos los momentos y cada promesa que hicimos cuando estábamos separados. Para mi sorpresa, ni una palabra, un saludo o una mirada. De repente, cinco años de amistad no fueron nada más que palabrería y recuerdos amontonados.

Este último año he intentado pretender que no me afecta, que todo esto es normal. No puedo fingir más, todas las veces que he llorado por no tenerte a mi lado, por ver una foto nuestra juntos o, simplemente por un "¿recuerdas cuando x persona y tú...? Me destroza no haber quedado ni como amigos y, sin explicación aparente. No sé qué pasó, la distancia quizás o la adolescencia. Sólo sé que quiero que volvamos a estar como antes. Te echo de menos, todos aquellos momentos, como me sonreías y se me iluminaba la cara y todo tenía sentido. Ojalá algún día pudiera reunir la valentía suficiente para decirte o leerte esto.

Cartas al olvidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora