capitulo 14

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Narrador Omnisciente:

El sonido de elevador llegando a su piso dejo ver al abrir sus puertas una silueta de una mujer. Unos tacones negros de charol brillaban sobre el piso de mármol blanco a cada paso fuerte y decidido, comenzando a subir por sus piernas morenas el borde de una falda blanca apretada subía uniéndose a un unas mangas en forma de V que cubría sus hombros. 

Su cabello castaño perfectamente suelto se movía con suavidad, donde si hacías mas enfoque con la vista observabas unas raíces blancas relucir a la luz. Y tenia unos ojos verdes oscuro que transmitía seguridad. 

Deteniendo su caminata por el pasillo, observo las grandes puertas dobles color marrón oscuro delante de ella. Sus labios cubiertos por un labial rojo se ensancharon mostrando una sonrisa  para nada de buenas vibras.

-¿Disculpe tiene cita reservada?- 

La mujer volteo la cabeza a la pequeña mujer sentada detrás de su escritorio, la secretaria de la persona tras la puerta. Dándole una sonrisa para nada amigable, tomo el picaporte de la puerta para abrirla.

-Claro que la tengo, revisa en tu pequeño cerebro-

Y se adentro ignorando los gritos de la secretaria, su vista rápidamente choco contra la persona tras el enorme escritorio de vidrio mientras leía unos papeles. 

-Vengo por mi hija-

Esas fueron sus primeras  palabras y desde lejos se notaba que aquella mujer presente no venia a dialogar. Sino a tomar acciones

-Y Yo desearía que tengas un poco de buenos modales y golpees la puerta o arregles una cita para hablar conmigo, pero como vez. No todo se cumple en la vida-

-No vengo a que me des clases de buenos modales. Vuelvo a repetírtelo Romeo sybarloch, vengo por nuestra hija-

El señor Sybarloch suspiro cansado dejando la vista de sus papeles y sacándose sus gafas para levantar su vista y observar a su ex esposa. Le hizo una seña de que tome asiento en las sillas frente suyo, esta tomo asiento sin ninguna objeción, cruzando sus piernas con delicadeza.

-Lamento decirte que llegas dieciocho años tardes. Nuestra hija es toda una mujer independiente-

-Sea mujer o no, seré su madre hasta el día que muera. Es muy sencillo lo que pido Romeo, quiero que le digas a mi hija que vengo por ella-

-No va a aceptar tenerte en su vida otra vez, tu lo sabes perfectamente después del accidente que tuvimos-

-Todavía no tiene la edad legalmente para decidir las cosas-

Romeo se cruzó sus brazos y se echo atrás en la silla descansando en el respaldo, había olvidado cuanto le desesperaba la mujer y lograba estallar su paciencia. Pero era inevitable que su corazón siguiera sintiendo cosas por ella, no era amor. Pero tampoco buscaría el significado

-Sigues siendo igual de cabeza dura como te recuerdo Alice. La abandonamos ¿Entiendes eso? Abandonamos a nuestras hija con mis padres, tu ¿enserio esperas que ella lo acepte? Por que yo no-

Alice sintió como su corazón se encogió al oír esa palabra que por dieciocho años la persiguió, recordando como se sentía asqueada de ser mujer, el monstruo que fue al tomar esas decisiones. 

364 días✔️ (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora