Montserrat:
La semana habia pasado rapido y me encontraba dada de alta, mi padre habia venido en el coche para que junto con Remedios nos fueramos a casa todos. El atardecer pintaba el cielo de Inglaterra y la suave brisa cuando baje la ventanilla del coche me hizo cerrar los ojos para sentirme relajada.
-Cuando lleguemos a casa Mon, recuerda que debes hacer reposo-
Abro mis ojos lentamente y el recuerdo de Connor diciendome la condicion de Zelit resuena en mi cabeza, me inclino un poco en el asiento para acercarme al asiento de mi papa para poder hablar mejor.
-papa necesito ver a Zelit, no supe nada de ella en esta semana. Por favor-
Mi padre volteo a verme por unos segundos, algo en su mirada me daba una mala espina pero tampoco queria descartar que yo estuviera paranoica. Sus musculos se contraian en su cuerpo y los nudillos blancos aferrados al volante, estaba molesto.
-Aun si quisieras verla el señor Sybarloch nego cualquier visita a Zelit. La unica noticia que puedo darte por una conversacion que tuve con el Señor Sybarloch, es que ella esta bien y esta siendo atendida por los mejores medicos que tienen. No te preocupes cariño-
Remedios deja una caricia en el hombro de mi padre para relajarlo un poco y yo vuelvo a colocarme debidamente en el asiento. Saco mi celular de mi bolsillo para ver si recibi algun mensaje de mi mejor amigo.
-Ahora que lo mencionaste, habia escuchado una pequeña conversacion del señor Sybarloch y su esposa. Ambos parecian discutir fuertemente por Zelit y su hospitalizacion-
-No me sorprenderia la verdad, se nota a leguas que la señora Sybarloch si es por ella la lleva a la otra punta del planeta-
Despues de esa pequeña conversacion anduvimos por unos minutos mas, cuando llegamos a casa la primera en bajar fui yo apoyandome un poco en el coche como soporte. Mi cuerpo seguia adolorido por los golpes.
Mi mejor amigo hace su aparicion bajando de un coche que se estaciona en la entrada de la casa Sybarloch y sin siquiera saludarme o voltearme a ver entra a su casa. Para despues ver como la ventana de la habitacion de Zelit se cierra con unas cortinas verdes oscuro.
-¿Que les parece si hoy comemos lasaña? Para llenar corazones y estomagos-
Papa me ayuda con un brazo a camianr por la entrada de casa para luego entrar adentro y apoyarme suavemente en el sofa. Mientras tanto remedios dejaba las llaves junto a los abrigos en la entrada.
-Por favor esta vez trata de no quemar nada de la cocina. Aun no terminamos de pagar el microondas-
Me uni a la burla de Remedios riendonos al ver la cara de traicion de papa, para luego sentir unos abrazos y besos en la cabeza.
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364 días✔️ (Editando)
Ficção AdolescenteEl sentimiento de querer morir es cuando llegas a tocar fondo, cuando no necesitas averiguar más para saber que tu vida es una mierda. Así piensa Monserrat. Hasta que la luna, esa que todos miramos, le da una última esperanza de carne y hueso. Pero...