Rompiendo el momento contemplativo llegó Kuro abriendo la puerta deslizante con su pie, llevaba en mano una bandeja con dos tazas de chocolate, bombones y galletas-. ¿Cuándo lo conociste perfectamente? -preguntó Kuroo riéndose con sorna, mientras entregaba una taza a Bokuto y le tendía galletas en el tatami-. Sí realmente lo conocieras un poco, te disculparás por ser un completo dolor de culo en preparatoria.
-¡Yo no fui un dolor de culo! -exclamó indignado con la boca llena de galletitas, no negaba que sí fue difícil tratar con él cuando se deprimía, pero su equipo jamás se quejó de él... al menos no frente a él...
-Eras un dolor de culo para todo tu equipo, pero eras bueno en voley por lo que eras un dolor de culo soportable. Dudo que alguno de tus compañeros o contrincantes te odiarán por ello, es difícil odiarte en general porque eres buen tipo -expresó Kuro restándole importancia mientras tomaba un sorbo de su chocolate.
Realmente no mentía al respecto, no conocía a nadie que realmente odiará a este idiota. ¿Rivales? ¡Cientos! Pero que lo odiarán y que le desearán que sufriera. Nope. Claro, había haters en redes, pero no eran más que una minoría que solo busca odiar famosos y cualquier cosa popular en internet para aliviar sus complejos de inferioridad.
-Kuro tiene razón. -declaró Kenma hastiado-. Eres muy exasperante y agotador. Cuando estabas en prepa eras peor, tu estado de ánimo cambiaba bruscamente a mitad del partido y si no fuera por Akaashi y sus innumerables estrategias y reglas para lidiar contigo, ¡Furokodani habría perecido! Admiró a Akaashi por lidiar contigo sin caer en la locura, yo no podría pasar 8 horas seguidas contigo, mi batería social se derretirá y cometerá algún crimen de odió hacía mi persona, como ver Nanatsu no taizai o algo así.
Kuro se río de las elocuencias de Kenma que comenzó a divagar en su propio tren de pensamientos y se le olvidó que este era algún tipo de intervención hacía el grandulón..
-Bueno, él también era algo rarito, pero creo que por eso eran una pareja perfecta. Se complementaban perfectamente en su rareza.
Indiferente a que hablaban mal de él y con un cerebro semejante a Internet Explorer, Bokuto siguió enganchado en su propia idea-. ¡YO SI CONOCÍA A AKAASHI PERFECTAMENTE! -soltó molestó, no soportaba que dudarán tan abiertamente de ello ¡Sus propios amigos!
-¿Quién te dijo eso? ¿Akaashi? De seguro lo hizo para seguirle la corriente -respondió Kuro riendo.
-Y aunque eso hubiera sido cierto hace tres años, ahora es un completo desconocido. -Kenma estaba de acuerdo con las palabras de Kuro, sabía que hacer entender a Bokuto tomaría tiempo y lo mejor no era endulzar las palabras-. Los seres humanos evolucionan constantemente, los gustos, personalidad o ideales cambian, estoy seguro que ya no le gustan las mismas cosas que en preparatoria o con la misma intensidad... no puedes ofenderte porque alguien ya no es el mismo que en preparatoria, no cuando uno también cambia.
Bokuto no quería aceptar eso (no cuando Kenma es un amante de videojuegos desde que tiene uso de razón y lo será hasta que sea un viejito arrugado), pero había una pequeña vocecita en su cabeza que le susurraba que ellos tenían un buen punto, varios en realidad. Pero no quería aceptarlo ¡Se negaba fuertemente a aceptarlo en voz alta! Solo podía soportar un cambio a la vez, su grandísimo corazón de pollo coffBúhocoff no soportaría tantos golpes consecutivos.
No quería admitir nada en su contra, pero tampoco tenía nada que replicar a sus amigos, no tenía cabeza ni siquiera para hacer una rabieta, sus amigos tomaron su silencio como una afirmación no tácita y bebieron el resto del chocolate en silencio mientras miraban videos divertidos de gatos en el monitor.
…
Kuroo había llevado las tazas vacías al fregadero de la cocina mientras le contaba a Bokuto las veces que esa tasa lo salvó de la irá de Kenma, como cuando: rompió la pantalla de su celular en un acto de torpeza, cuando confundió el color de tinte de pelo y por una semana Kenma tuvo el cabello color de rosa o cuando por accidente eliminó el vídeo recientemente editado que iba a subir Kenma a su canal y como en todas esas ocasiones lo perdonó. La llamaba "la milagrosa taza de las disculpas"
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Redescubriendo a Akaashi
FanfictionEl mundo cambia día con día, a veces esos cambios pasan bruscamente frente a tus ojos, otras tan lento que nisiquiera son percibidos, pero eso no le preocupa a Bokuto, no mientras tres cosas sigan igual: El voleyball, sus amigos y su peinado. Esté c...